Aunque parece haber mermado respecto a 2017 y 2016, cuando las pobres vendimias de Argentina la favorecieron, la importación de vino sigue siendo noticia. Esta vez por un proyecto de ley que ya está en la Cámara de Diputados de la Nación impulsado por un mendocino, el justicialista Omar Félix: prohíbir el ingreso de volúmenes a granel del exterior por el lapso de 10 años.
La iniciativa de Félix, denominada "Prohibición de Importación de vino a granel y otras medidas de protección, promoción y mejoramiento de la vid", incluye acciones destinadas al "mejoramiento de la producción vitícola en todos sus destinos y zonas", como también de vinos, mostos y destilados. Pero además, asistencia financiera a través de créditos a tasa subsidiada por el Banco Nación en un 25%, con 2 años de gracia.
En los fundamentos del proyecto, Félix aporta números para cuestionar la práctica de importar volúmenes. "Las políticas del Gobierno Nacional han convertido a la importación de vino extranjero en una política de Estado, poniendo en riesgo a los productores y pequeños bodegueros, y dejándolos al borde de la quiebra. Para darnos una idea de la magnitud, en el primer trimestre de 2017, se importaron 33,6 millones de toneladas, mientras que el acumulado de los 6 años que van entre 2011 y 2016 fue de 24,8 millones de toneladas. Es decir que en el primer trimestre de 2017, Argentina importó un 35 % más que todas las importaciones acumuladas entre 2011 y 2016".