22 de diciembre de 2017 - 01:25

¿Cómo vive las fiestas un niño con autismo?

Por la pirotecnia sonora, los chicos pueden sufrir importantes crisis nerviosas. Sus padres recurren a variadas técnicas para evitarlas.

El clásico show de fuegos artificiales de las fiestas de fin de año puede convertirse en un verdadero calvario para algunos. Tal es el caso de los niños con Trastorno Espectro Autista (TEA) quienes pasan por situaciones de nervios, llanto y hasta autolesiones ante la gran contaminación sonora que se produce llegada la media noche.

La organización TGD padres TEA Mendoza por tercer año consecutivo ha impulsado una campaña para llevar conciencia a la población sobre el daño que provoca en los niños con autismo el uso de pirotecnia sonora. La institución, formada por padres de toda la provincia y funciona hace más de diez años, ha elegido en esta ocasión el lema "Más luces menos ruido, #CelebráSinPirotecnia".

Elisa Espina, representante de TGD padres TEA Mendoza, es mamá de Amparo (5) a quién a los a los 2 años y medio le diagnosticaron Trastorno Espectro Autista no verbal. "A partir del diagnóstico se generan incertidumbre y miedo, pero con el correr del tiempo descubrís que no es tan terrible y hay mucho tabú o prejuicio sobre el autismo. Ellos son niños muy buenos y puros", sostuvo la joven madre.

Además, Elisa contó cómo es acompañar a un pequeño que es diagnosticado con esta patología: "Lo que más complica no es el diagnóstico en sí, ya que como padre aprendes a acompañarlos; el problema es la sociedad. El que no conoce, juzga y daña. Por ejemplo, en las escuelas u obras sociales tenemos muchas trabas".

En este contexto, Espina explicó cuál la situación que les toca vivir tanto a los niños como a los padres en las celebraciones de Navidad y Año nuevo, mientras la mayor parte de la población se dispone a festejar: “En las fiestas no participamos del brindis. En ese momento me refugio con mi hija en una habitación, le pongo auriculares con música fuerte para que escuche lo menos posible los ruidos y utilizo estrategias sensoriales como el abrazo de oso para evitar darle algo para que se duerma”.

Por su parte, Romina Pereyra, delegada en San Martín de TGD padres TEA Mendoza y mamá de Lautaro (8), afirmó: "Ellos tienen un grado de sensibilidad mucho mayor y el sonido les afecta directamente en el sistema nervioso. Los estruendos les causan fiebre, vómito, llanto y hasta agresiones para con ellos o sus padres".

Para evitar esas reacciones, Romina, así como otros padres, recurren a diversas técnicas que ayudan a atenuar los daños: "Yo personalmente tengo que aislarlo en una habitación, le pongo auriculares con música muy fuerte para que no escuche nada y protejo las puertas y ventanas con cartones o colchones para que el ruido pase lo menos posible".

Generar conciencia

En el marco de la campaña que ya ha recorrido varios departamentos de la provincia, institutos y hospitales, hoy algunos padres estarán en el ingreso a la Ciudad de Mendoza con carteles y folletería junto a Abel Trillini, el motivador del nudo vial, para sumar adeptos a la campaña.

También, mañana, a las 17.30, en el Paseo de la Patria de San Martín, TGD Padres TDA Mendoza estará junto al refugio Ampara repartiendo volantes y concientizando a la población sobre la difícil situación que viven tantos los niños con autismo como los animales con el uso de pirotecnia sonora.

Además, desde la asociación de padres esperan y han iniciado los procesos correspondientes a para que otros municipios se sumen a la iniciativa de prohibir la pirotecnia tal como lo han hecho para estas fiestas Tupungato, Tunuyán, Luján, Capital, Godoy Cruz, Maipú y Malargüe.

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