Luego de expectativas y muchas tensiones, tal vez no muy habituales para la experiencia que acumula Alfredo Cornejo, y consumado el acuerdo, desde el oficialismo provincial ahora observan con cierto asombro cómo se van reacomodando las piezas en el tablero para las elecciones de octubre, tanto nacionales como locales. Es decir, qué lugar pasan a ocupar los opositores a Cornejo, que en virtud del acuerdo logrado por éste ahora tienen que mirar a la distancia cómo los libertarios de esta provincia se preparan para otro posible triunfo, que de concretarse compartirán con el radicalismo cornejista, lógicamente.
A pesar de muchas trabas y alguna humillación, el mandatario mendocino pudo cerrar alianza con los hermanos Milei y así dejó a sus críticos locales como en una suerte de plan B a ofrecer a los que quieren votar para respaldar al presidente, pero sin darle el guiño a la UCR provincial.
El límite es Cornejo, dijeron desde el macrismo, el Partido Demócrata y el Partido Libertario, que ahora nada tiene que ver con La Libertad Avanza, a cuyos dirigentes, con Correa Llano a la cabeza, acusan de una especie de negacionismo de los preceptos originarios de Milei al unirse electoralmente a una parte de “la casta” (Cornejo y equipo).
Por su parte, el Pro mendocino tenía la venia de Mauricio Macri para definir su rumbo electoral según el buen entender de sus autoridades, no obstante, el deseo del ex presidente de que intentaran aportar al menos un diputado para sumar a su ahora escuálido bloque de la Cámara de Diputados en el Congreso Nacional. Pedido que, según aseguran, hizo a la mayoría de los “amarillos” de las provincias. El fundador del Pro aceptó el arreglo con el oficialismo tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Capital Federal, pero procuró que en el resto del territorio nacional se buscara resguardar la identidad y el sello del macrismo.
Como los lazos comunicantes no habrían terminado de coordinar según lo esperado, la fuerza que aquí lidera el senador Pradines emprendió otro rumbo y dejó a demócratas y libertarios no pertenecientes a LLA en una sociedad de centroderecha con chances electorales inciertas, al menos hasta que comience la campaña.
Finalmente, el macrismo mendocino se sumó sobre la hora al espacio multipartidario que de algún modo se referencia en el diputado Jorge Difonso, rápidamente reposicionado como aspirante a la diputación nacional por un gran espacio que parece tener similitud de armado a lo que fue hace dos años La Unión Mendocina, pero que también tiene el llamativo aval de los cinco gobernadores provinciales que no hace mucho conformaron un nuevo eje federal que espera tener peso en el Congreso, pero con proyección hacia las presidenciales de 2027.
Se comenta que Cornejo habría logrado sortear reclamos por su cercanía con la Nación hacia las elecciones por aquello de que desde la Casa Rosada pretenden vestir de violeta todo el país en octubre y para ello los acuerdos con gobernadores son una especie de garantía si cuentan con respaldo suficiente en sus respectivas jurisdicciones. Aquí, si bien los números que acompañan la gestión del Gobernador no son tan elevados como en años anteriores, se estima que la amalgama LLA-UCR es lo suficientemente sólida como para mantener relativamente cómodo el primer lugar.
Volviendo al sorpresivo giro del Pro hacia una convergencia de partidos hasta con ideologías bastante distantes, también contaría en gran medida con un guiño del jefe máximo nacional, Mauricio Macri, si se tiene en cuenta que uno de los cinco gobernadores que arrancaron con la cruzada federal desde las provincias, como es el caso del chubutense “Nacho” Torres, pertenece, justamente, al Pro,
¿Es el comienzo de un armado proyectado mayormente pensando en las presidenciales de 2027? Una pregunta que muchos seguidores del día a día de la política se hacen y que encuentra respuestas que no confirman pero que tampoco niegan dicha hipótesis.
El macrismo, según palabras del propio ex presidente, dio su consentimiento para que Ritondo y Jorge Macri aceptaran que el espacio “amarillo” sea furgón de cola de los libertarios en PBA y CABA, y hasta se vistiera de violeta (foto en La Matanza con el lema “Kirchnerismo Nunca Más”), con el argumento, y convencimiento, de que el país necesita consolidar transformaciones que están en marcha y que han contado en estos primeros dos años con el respaldo macrista. Pero ello no estaría garantizando que las expectativas electorales también sean de subordinación, como ahora, cuando llegue el momento de pensar en las presidenciales.
Pareciera que se asegura respaldo político a través del Congreso, como hasta ahora, pero se comienza a pensar en alguna alternativa dentro de la centroderecha liberal argentina para un eventual desgaste prematuro del andamiaje libertario, en especial si los resultados electorales próximos no producen el efecto que muchos anhelan o dan por hecho en el oficialismo.
¿Surgirá una posible alternativa de centroderecha de ese conglomerado formado por gobernadores que muchos esperan que pase a ser más numeroso después del 26 de octubre? Es probable que sí y que el postulante a la Casa Rosada por parte de ese espacio surja entre los jefes provinciales. Aseguran que las puertas siempre permanecerán entreabiertas para que se sumen a esa liga otros referentes provinciales que, como en el caso del mendocino Cornejo, hayan sellado unidad con el mileísmo para estas elecciones de medio término. Es un rumor, claro, pero a tener en cuenta.
Por último, en el peronismo local también miran con interés lo que se resuelva con el armado que intentan consolidar con el rótulo de Provincias Unidas. Estiman en el PJ que, si la Junta Electoral no le baja el pulgar en los próximos días a la participación del Pro, ese conglomerado que ahora posiciona a Difonso como posible candidato a diputado nacional en primer término estaría en condiciones de acercarse al segundo lugar en las elecciones, como hizo La Unión Mendocina en 2023. Hasta el momento algunas proyecciones hacían trepar al PJ hasta a un posible 22%. Ahora vuelve el riesgo de no llegar a renovar ninguna banca para el Congreso.
Como se ve, un reacomodamiento de espacios que suma especulaciones de cara a una elección que en Mendoza parecía hasta ahora bastante previsible.
* El autor es periodista [email protected]