Las tecnologías llegaron para quedarse. Pero no de manera estática, sino que están transformando y cambiando las dinámicas sociales, económicas, políticas y obviamente educativas. Las instituciones, y las personas que las integran, no pueden, y no deben darle la espalda a la magnitud del impacto que las mismas están teniendo. Es por ello que desde la Dirección General de Escuelas, a cargo del ministro de Educación, Cultura e Infancias, Tadeo García Zalazar, se están impulsando diversas iniciativas que buscan dar respuesta y adaptar la manera en que las tecnologías disruptivas se complementan y potencian la currícula educativa de Mendoza.
“Sin tecnología, el docente no puede hacer magia”, expresó recientemente el gobernador, entendiendo que hoy es una herramienta fundamental, que se suma a los objetivos estratégicos que hacen a la mejora de la calidad educativa, junto con los avances en infraestructura, planes de alfabetización y mejoras salariales.
Entre los avances que Mendoza está dando en relación a innovación educativa, cabe resaltar la incorporación de herramientas de Inteligencia Artificial con fines pedagógicos, curriculares y como estímulo para el pensamiento crítico de estudiantes. La propuesta busca mejorar el aprendizaje, fortalecer el diálogo entre docentes, alumnos y familias. Dar una respuesta transparente y seria a la cuestión de la Inteligencia Artificial en las aulas es fundamental, para que tanto estudiantes como docentes hagan un uso responsable, ético y que no entorpezca los procesos cognitivos, sino que los potencie y complemente.
Por otro lado, el pasado 10 de marzo el Gobierno de Mendoza presentó CUMBRE, una innovadora plataforma digital de enseñanza de inglés desarrollada íntegramente en la provincia para potenciar el aprendizaje del idioma en estudiantes de primaria y secundaria, a través de un modelo híbrido que combina clases presenciales con herramientas digitales. El programa iniciará en 36 escuelas, beneficiando a 5.000 estudiantes y 50 docentes, para luego expandirlo a todas las escuelas de Mendoza. Su implementación incluye la entrega de 700 aulas digitales móviles equipadas con notebooks, netbooks y proyectores, así como también la realización de espacios de formación docente para garantizar un efectivo funcionamiento.
Finalmente, en términos de innovación educativa, es importante también destacar el Programa Secundaria 360, desarrollado de manera colaborativa entre la Dirección General de Escuelas, el Consejo Empresario Mendocino y Somos Red. Su objetivo es fortalecer la gestión directiva, mejorar los aprendizajes en Lengua y Matemática, optimizar los indicadores de escolaridad, fomentar la innovación pedagógica y tecnológica. Es decir, es un programa que se constituye como base de la innovación y transformación educativa, entendiendo que la formación y participación de los cuerpos directivos de cada escuela abre las puertas a la comprensión de los desafíos actuales y el desarrollo de nuevas competencias.
¿Qué sucederá con el uso de celulares en Mendoza?
No se puede separar el progreso y desarrollo pedagógico de un estudiante, con el dispositivo que abre las puertas a diversas herramientas y medios de aprendizaje. Es por ello que se busca autorizar su uso para actividades pedagógicas, con fines de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje supervisadas por docentes, quedando en manos de la autoridad de aplicación su autorización diferencial por niveles educativos si correspondiera. En línea con lo que se viene trabajando y proyectando desde el Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y DGE, se busca reconocer que los celulares son una realidad en la vida de las aulas, y en lugar de ignorar esto o prohibirlos, se puede aprovechar su potencial.
Teniendo en cuenta estos avances, queda claro que el futuro de la educación en Mendoza se está construyendo hoy, con decisiones y políticas públicas que buscan integrar la tecnología de manera inteligente y estratégica en las aulas. El éxito de estas iniciativas es multicausal, no solo depende de la voluntad de un Estado por transformar la educación, sino que requiere del compromiso y acompañamiento de docentes, directivos, estudiantes y familias, generando una visión clara del aprendizaje necesario para las nuevas generaciones.