El gravísimo último traspié del presidente Milei

Y aunque fuese verdad esa excusa vana que intentó (’’no estaba interiorizado’’) y aún si la cripto hubiese funcionado bien y los inversores hubiesen visto crecer su capital reactivando la economía por el impulso vital de las PyMEs así financiadas, aun así, esa intervención no le correspondía, la tiene prohibida.

El último traspié de un presidente que ha cometido varios es casi coprológico.

No puede, y lo repetiré más alto y más claro, NO PUEDE, por su alta investidura, promocionar un producto de mercado, ninguno.

No puede estar tuitiando como un adolescente, chicaneando cantantes, actores o periodistas por no comulgar en sus ideas, si es que tiene alguna propia.

No puede, por decoro, hacer eso ni muchas otras cosas que hace, el decoro exigible a todo funcionario de alto nivel y porque pesa sobre sus hombros la inmensa responsabilidad de gobernar un país desgobernado por años con una parva de problemas urgentes y gravísimos.

Usar esas redes para facilitar lo que parece una estafa Ponzi supera lo imaginable.

Desfinanció el Plan Nacional del Fuego, destruyó empleos, suprimió servicios esenciales, medicamentos del PAMI, asistencia a minusválidos, subsidios al transporte, moratoria previsional en un país con 40% de empleo informal, y una larga lista de impiadosos recortes.

Todo por un inalcanzable equilibrio fiscal para controlar la inflación e iniciar el camino del crecimiento y del bien general, que es el único, otra vez lo diré más alto y claro, EL ÚNICO, objetivo del Gobierno, según el Preámbulo de la Constitución Nacional.

A 14 meses, el equilibrio sigue lejano y el daño social es inmenso.

Pero ¿qué excusa hay para involucrarse en una estafa de esa calaña?

Claro, no me consta el delito, está para probarse, pero los indicios son tantos y tan fuertes (a esta hora acumula 112 denuncias penales, en el país y en EEUU, una de ellas en el FBI) que no resulta temerario suponerlo.

Y aunque fuese verdad esa excusa vana que intentó (’’no estaba interiorizado’’) y aún si la cripto hubiese funcionado bien y los inversores hubiesen visto crecer su capital reactivando la economía por el impulso vital de las PyMEs así financiadas, aun así, esa intervención no le correspondía, la tiene prohibida.

Sr. presidente, ésa no es su función y NO PUEDE dedicarle ni un minuto de su tiempo que mientras sea Ud. presidente no es suyo, es del pueblo argentino.

Hace poco don José Mujica, muy enfermo, dijo: ’’Uruguay tiene tres vacas por habitante. Somos el país más ganadero del mundo. Es en lo único que superamos a la Argentina, Ustedes (el reportero era argentino) tienen petróleo, gas, hidro, cereales, ¡hasta viento tienen! ¡Cómo puede haber 50 % de pobres en Argentina!’’.

Y se quedó corto porque la pobreza raya hoy el 60 %. En un país donde se obtiene riqueza rascando el suelo con las uñas.

Cómo, en este contexto, un hombre de semejante responsabilidad puede mostrar un comportamiento tan irresponsable.

Nunca me pareció un genio, como muchos lo llamaron, siempre lo consideré elemental e inconsistente.

Recuerdo un caso en la ciudad de Salta.

Una periodista (tampoco demostró muchas luces) le preguntó por qué criticaba a Keynes siendo que había sacado a EEUU de la crisis del ’29.

Milei la desafió a decir la fecha exacta del comienzo de la crisis. Lamenté no estar presente para retrucar fuerte.

No hay fecha exacta para el comienzo de ningún evento histórico. Las sociedades evolucionan y los procesos se dan por sucesión de hechos.

No suena una alarma a las nueve de la mañana y empieza La Revolución Francesa, por ejemplo. El 14 de julio ocurrió la toma de La Bastilla, la Revolución fue un proceso de, por lo menos, diez años.

Pero Milei quería atrapar a esta chica sin advertir lo absurdo de su pregunta.

Él dio la respuesta, la fecha del martes negro en que derrumbó la Bolsa de New York.

Ese simplismo es de extrema ingenuidad.

Hasta dio mal la fecha. Además de que no fue en un día sino varios sucesivos.

Siguió con sus equívocos desafiando con la fecha de la publicación del libro de Keynes. Él le dijo, 1936, y siguió :

’’Es imposible que Roosevelt’’ (sic) ’haya aplicado en 1929 una teoría que se publicó en 1936’’.

Es increíble.

En 1929 gobernaba Herbert Hoover, quien se negó a aplicar la teoría de Keynes, no creyó en ella.

El presidente de los EEUU no necesita esperar que se publique un librito y mandar a su secretario a comprar un ejemplar en la librería de la esquina para enterarse de esas cosas. Keynes le envió una carta, el hombre estaba informado. La carta se conserva en un museo de EEUU.

Al final de su mandato, Hoover se decidió por estas recetas y su sucesor, Roosevelt (ahora sí), las aplicó de lleno, saliendo de la crisis.

Aparte del hecho histórico, la cara que mostró Milei ese día fue tristísima y eso sin entrar en su grosería que fue lo único que le criticaron.

Gesticulando, gritando, derramando baba de indignación y chispeando sus diminutos ojitos celestes en la TV, llegó a presidente.

Solamente con eso. Conocimientos, solvencia, ideas e inteligencia, no mostró nunca.

Sus desatinos han sido muchísimos, las consecuencias, gravísimas.

Pero esta vez se escrachó completamente.

Cuando ocurrió el libra gate, la Oficina de Prensa de la Casa Rosada emitió un comunicado diciendo que ’’al presidente lo engañó un grupo empresario inescrupuloso’’.

Como dice el paisano: Sr. presidente, por favor, no aclare que oscurece.

* Esta nota fue escrita en Sherbrooke, Provincia de Quebec, Canadá, 17 de febrero de 2025, las tres de la tarde.

* El autor es un ingeniero mendocino radicado en Canadá.

LAS MAS LEIDAS