Como señales intermitentes de la gestión

La decisión presidencial de designar a Alfredo Cornejo como el representante de los gobernadores en el Consejo de Mayo apareció como una brisa muy agradable soplando sobre el campamento radical mendocino.

Mientras comienzan a tomar color los armados electorales, no sólo a nivel oficial sino también en la oposición local, el gobierno de Alfredo Cornejo divide los tantos y marca el ritmo de su gestión. En este aspecto tuvo durante la semana intensa actividad en lo que se refiere a la relación con la Nación.

La de los gobernadores provinciales en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) fue una reunión de asistencia prácticamente perfecta, entre los que fueron a Buenos Aires y lo que, como Cornejo, dieron el presente de manera remota. Sólo no estuvo representada la provincia de Corrientes.

Los temas de análisis del cónclave prácticamente afectan a todas las jurisdicciones: bajo rédito de la coparticipación federal y demora en la ejecución de la obra pública en virtud de la decisión de la Nación de reducir gastos. En el primero de los casos, nuestra provincia siempre tiene sus planteos porque se trata de una de las más postergadas.

En el encuentro virtual con sus colegas de otras provincias, el gobernador mendocino no sólo no definió nada con respecto al plan del gobierno nacional para agilizar el uso de los dólares no declarados, sino que comenzó a dar señales de una prudente toma de distancia hasta que el panorama sea más claro no sólo en lo que se refiere a números y recursos para la Provincia, sino, probablemente, en lo vinculado con el armado electoral para este año.

Volviendo a lo de la ejecución de obras, el Ejecutivo provincial tuvo la decisión de hacerse cargo de la renovación de los accesos a Mendoza, rutas nacionales que por su mal estado afectan a los mendocinos, pero también dejan mala imagen entre quienes llegan desde otros lugares. Esa fue una hábil maniobra que alivió tensiones.

Volviendo a la coparticipación, es un asunto siempre postergado y que por lo general queda supeditado a otros requerimientos puntuales o temporales en cuanto a la relación entre la Nación y las provincias. En efecto, como bien se informó, el viaje a la ciudad autónoma lo aprovecharon varios gobernadores para la firma de la adhesión de sus provincias al régimen lanzado por la Nación para alentar a la población a liberar ahorros en dólares.

Firmaron los cuyanos Poggi y Orrego, pero Cornejo, que ya había previsto no viajar, prefirió avisar que hay acuerdo en líneas generales con la iniciativa de Caputo, pero que antes pretendía ver los detalles (“letra chica”) de la propuesta. Ahora tendrá que entretenerse el ministro Fayad durante el fin de semana, porque el jueves se conoció la iniciativa, que fue al Congreso para su discusión.

Es uno de los aspectos en los cuales la administración cornejista tiene sintonía con la actual administración nacional, pero siempre esperando detalles puntuales para luego, sí, estampar la firma. Postura lógica, si se tiene en cuenta que en materia tributaria hay una mirada muy similar con la de la conducción libertaria, siempre con el argumento de que Cambia Mendoza impuso políticas afines en esta provincia desde que es gobierno.

Queda en claro que el manual de gestión del cornejismo recomendaba en este caso, como en tantos otros donde abundan los números, mantener prudencia, lo que no significa decirle que no a la Nación.

“Francos entiende de política y sabe que cada uno tiene sus tiempos”, se comentó. Esto es porque de algún modo se valora la experiencia e inclinación al diálogo que caracteriza al jefe de Gabinete. Una cara amable que, vale aclararlo, de ningún modo garantiza que las cosas no tengan que ser como indican el Presidente y sus ministros más duros.

Otra señal interesante se encendió en la sesión de Diputados que abordó el reajuste para los jubilados. Hubo votos mendocinos a favor obvios, como los de los tres justicialistas, uno de claro mensaje, como el de la ex libertaria Lourdes Arrieta, y otro de convicción personal, que emitió Julio Cobos. Por otra parte, era lógico esperar el rechazo a la iniciativa por parte de Mercedes Llano, Raúl Correa Llano y Alvaro Martínez. Pero los radicales Lisando Nieri y Pamela Verasay se abstuvieron en general y apoyaron en particular. Esa abstención de los dos más claros legisladores que representan a Cornejo fue como una señal amarilla intermitente.

Por otro lado, el gobernador Cornejo también comenzó a dilucidar cómo piensa encarar el tema electoral de este año. A través de uno de sus dirigentes de más confianza, como es el presidente de la Cámara de Diputados, Andrés Lombardi, el Gobernador blanqueó su decisión de suspender las PASO provinciales, en línea con lo que en su momento dispuso el Congreso ante la iniciativa del gobierno de Milei. Una decisión coherente, ya que resultaba engorroso hacer votar a los mendocinos de manera diferente para los cargos legislativos locales, en especial si, como muchos suponen, el jefe del Ejecutivo también se inclina por la unificación de fechas.

El diputado Lombardi, que también conduce al radicalismo provincial, dijo en las entrevistas que concedió que se buscó transitar en línea con lo que, según la apreciación del radicalismo, piensa la mayoría de la gente: que las primarias son un gasto innecesario para el Estado. Aunque remarcó algo que también piensa Cornejo: son el mejor método de selección de candidatos, “pero hay que escuchar el reclamo ciudadano”. En lo político, gran coincidencia con el ideario libertario.

Por último, la decisión presidencial de designar a Alfredo Cornejo como el representante de los gobernadores de las provincias que firmaron en su momento el acta constitutiva del Consejo de Mayo apareció como una brisa muy agradable soplando sobre el campamento radical mendocino. ¿Señal desde la Casa Rosada de que la relación con el gobierno local es buena y que existe confianza en la experiencia del Gobernador para interpretar a sus colegas de otras provincias? Para los más críticos, en cambio, es una suerte de retribución amistosa mientras se terminan de definir los alineamientos de cara a las elecciones de medio término de este año.

Como un juego interesante de señales verdes y amarillas, tal vez sólo por ahora.

¨* El autor es periodista. [email protected]

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