28 de junio de 2025 - 00:00

Química analítica: llave clave para una minería segura y con valor agregado

La química analítica permite realizar un seguimiento detallado de elementos contaminantes como arsénico, mercurio o cianuro en aguas, suelos y aire. Estos controles permiten mitigar riesgos y garantizar el cumplimiento de la normativa ambiental.

Cuando se habla de minería, la atención pública suele centrarse en los dilemas ambientales, los debates políticos o el impacto económico. Sin embargo, detrás de cada uno de estos temas hay un campo del conocimiento que es esencial y que muchas veces pasa desapercibido, pero que es clave para evaluar el éxito o el fracaso de un proyecto minero: la química analítica.

Esta ciencia permite identificar y cuantificar los elementos químicos presentes en muestras como suelo, agua o minerales, entre otras. De esta manera, la Química analítica cumple un papel fundamental en todas las etapas de un proyecto minero, pero su verdadero valor reside en generar información crítica para la toma de decisiones técnicas, económicas y ambientales. Sin análisis químicos confiables, no es posible saber si una roca contiene metales valiosos, optimizar su extracción o verificar el cumplimiento de las legislaciones ambientales.

Química analítica: llave clave para una minería segura y con valor agregado
Clasificación. Tabla periódica mostrando los elementos químicos que pueden determinarse (en blanco) mediante técnicas analíticas avanzadas como ICP-MS. Solo unos pocos elementos no pueden determinarse (en rojo) por esta técnica.

Clasificación. Tabla periódica mostrando los elementos químicos que pueden determinarse (en blanco) mediante técnicas analíticas avanzadas como ICP-MS. Solo unos pocos elementos no pueden determinarse (en rojo) por esta técnica.

Hoy, este conocimiento se potencia gracias a tecnologías analíticas de última generación, como la espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente (ICP-MS), la ablación láser acoplada a ICP-MS (LA-ICP-MS), o la espectroscopía de emisión de ruptura por láser (LIBS), que permiten detectar metales y metaloides desde concentraciones ultra-bajas, transformando la forma en que se planifica y gestiona la minería.

Exploración, producción y ambiente

La Química analítica desempeña un papel fundamental en todo el ciclo minero. Durante la exploración, donde se evalúa la presencia, concentración y distribución de minerales de interés económico, la incorporación de técnicas analíticas de alta sensibilidad ha revolucionado los métodos tradicionales. Técnicas avanzadas como ICP-MS, permiten detectar elementos en concentraciones tan bajas como partes por billón (ppb) e incluso partes por trillón (ppt), lo que posibilita identificar anomalías geoquímicas. Pero, si a la técnica de ICP-MS se le acopla la ablación láser (LA-ICP-MS), es posible muestrear con altísima precisión secciones mínimas de una roca y “mapear” los elementos químicos con resolución micrométrica. Esto mejora el modelado del yacimiento y permite tomar decisiones más acertadas sobre dónde perforar, reduciendo costos e impacto ambiental.

Química analítica: llave clave para una minería segura y con valor agregado
Alta tecnología. Plataforma de Análisis Multielemental e Imágenes Químicas de Alta Sensibilidad (Amiqas) inaugurada en Mendoza por el Conicet y la UNCuyo en abril de 2025. Es una de las más modernas del país e incluye técnicas analíticas de última generación que permiten el desarrollo de investigaciones y servicios analíticos requeridos por el sector minero.

Alta tecnología. Plataforma de Análisis Multielemental e Imágenes Químicas de Alta Sensibilidad (Amiqas) inaugurada en Mendoza por el Conicet y la UNCuyo en abril de 2025. Es una de las más modernas del país e incluye técnicas analíticas de última generación que permiten el desarrollo de investigaciones y servicios analíticos requeridos por el sector minero.

En la etapa de producción se requieren análisis precisos para asegurar el rendimiento. La flotación, la lixiviación o la precipitación selectiva dependen de un control analítico riguroso. En operaciones de lixiviación, por ejemplo, es vital monitorear los metales disueltos para ajustar las dosis de reactivos químicos y minimizar el uso excesivo de los mismos, generando beneficios económicos y ambientales. Para estas tareas, se utilizan técnicas como espectrometría de emisión o absorción atómica (ICP-OES o AAS), fluorescencia de Rayos X (XRF) y métodos clásicos de química húmeda, pero el uso de técnicas avanzadas como ICP-MS y LA-ICP-MS permite profundizar aún más el conocimiento de los materiales y procesos.

La Química analítica desempeña un papel fundamental en todo el ciclo minero. Durante la exploración, donde se evalúa la presencia, concentración y distribución de minerales de interés económico, la incorporación de técnicas analíticas de alta sensibilidad ha revolucionado los métodos tradicionales.

En el plano ambiental, la Química analítica permite realizar un seguimiento detallado de elementos contaminantes como arsénico, mercurio o cianuro en aguas, suelos y aire. Estos controles permiten actuar de forma anticipada, mitigar riesgos y garantizar el cumplimiento de la normativa ambiental. Además, generan datos verificables que contribuyen a transparentar la actividad minera frente a la comunidad.

Tecnologías analíticas

En síntesis, para la exploración, producción y control ambiental, contar con laboratorios que dispongan de tecnologías analíticas avanzadas como ICP-MS y personal altamente capacitado es fundamental para construir confianza, garantizar transparencia y actuar como un puente de legitimidad entre los distintos actores sociales.

Mendoza cuenta con tecnología analítica de frontera al servicio del desarrollo minero y el cuidado ambiental

La buena noticia es que Mendoza ya dispone de tecnologías analíticas de vanguardia desde abril de 2025. Contamos con una de las más completas y modernas plataformas de análisis químico del país, diseñada especialmente para responder a desafíos complejos de la minería y otros sectores. Se trata de la Plataforma de Análisis Multielemental e Imágenes Químicas de Alta Sensibilidad con sede en el Laboratorio de Química Analítica para Investigación y Desarrollo (Quianid) del Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas (ICB), instituto del ámbito del CCT Conicet-Mendoza que articula su dependencia con la UNCuyo.

La plataforma incluye las siguientes técnicas instrumentales:

  • ICP-MS de Triple Cuadrupolo: capaz de detectar más del 90% de los elementos químicos conocidos desde concentraciones muy bajas (ppb o ppt).
  • Cromatógrafo de líquidos de alto rendimiento (HPLC-DAD/FL) acoplable a ICP-MS: permite cuantificar especies químicas de un metal o metaloide.
  • Ablación láser (LA) acoplada a ICP-MS (LA-ICP-MS): para análisis multielementales e isotópicos directos sobre muestras sólidas, sin necesidad de tratamientos complejos.
  • LIBS: permite hacer análisis rápidos, no destructivos y genera mapas de distribución química en minerales y otros materiales. Tecnología utilizada por la NASA para explorar el planeta Marte.

Gracias a estas tecnologías analíticas de última generación, hoy podemos asistir al sector minero y contribuir al cuidado ambiental, realizando:

  • Análisis de minerales y concentrados para determinar elementos valiosos (oro, cobre, platino, litio, uranio y tierras raras, entre otros).
  • Análisis de múltiples elementos químicos y sus isótopos para exploración y modelado geoquímico y vectores de mineralización.
  • Análisis químico 2D (mapas de distribución espacial de elementos químicos) sobre superficies de minerales con resolución micrométrica. Útil en exploración y para entender procesos geológicos o metalúrgicos.
  • Monitoreo ambiental minero: seguimiento de la presencia elementos químicos en efluentes, lixiviados y residuos.
  • Estudios de especiación química de un elemento: crucial en el caso del arsénico, el cadmio, el cromo y el mercurio para comprender su impacto en la salud y los ecosistemas.

Nueva etapa: ciencia y responsabilidad

Con ciencia, con datos y con tecnologías de análisis químico de última generación, es posible diseñar una minería superior: más inteligente, más sustentable, más transparente y con mayor valor local.

En una provincia como Mendoza, donde los desafíos ambientales y productivos se entrelazan con fuerza, apostar por la ciencia —y en particular, por la química analítica— es una decisión estratégica. No solo para viabilizar proyectos mineros sustentables, sino también para construir un modelo de desarrollo basado en el conocimiento, la innovación y el respeto por el entorno. La minería del presente no es posible sin datos precisos, confiables y verificables, y esos datos nacen en los laboratorios de química analítica.

*El doctor Rodolfo G. Wuilloud es químico analítico, investigador superior del Conicet, director del Laboratorio de Química Analítica para Investigación y Desarrollo del Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas (ICB– Conicet UNCuyo) y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UNCUYO. Actualmente es director del ICB-Conicet UNCuyo. Ha recibido diversos distinciones, como los premios Houssay en Química no Biológica; Estímulo en Química de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y Estímulo en Química de la Fundación Bunge y Born.

Producción y edición: Miguel Títiro - [email protected]

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