9 de agosto de 2025 - 00:40

Biotecnología: la soberanía vs dependencia tecnológica

En el corazón de esta tensión se despliegan tecnologías como los transgénicos, la edición génica, el uso de ARN exógeno y la agroecología que reformulan no sólo los cultivos sino las relaciones de poder que los rodean.

Hoy vamos a abordar los transgénicos. Ante todo, una pregunta fundamental: ¿Qué es un organismo transgénico o génicamente modificado (OGM)?

Un OGM es un organismo al cual se le ha intervenido su genoma. Tal como si el genoma fuese un texto en inglés y de repente aparece una palabra en ruso (un transgén). La biotecnología ha generado herramientas para colocar esa palabra en ruso. Las herramientas van desde tirar la palabra en ese texto y que se incorpore al azar en algún lugar, hasta dirigir específicamente el párrafo, la oración y la localización exacta de la palabra en el texto. Siguiendo con la analogía, la naturaleza posee mecanismos propios mediante los cuales se intercambian palabras en otros idiomas entre diferentes textos, e incluso pueden saltar palabras en el mismo idioma dentro del mismo texto. Este juego de palabras constituye algunos de los mecanismos evolutivos que determinan las características que conocemos de los seres vivos en la actualidad.

Ahora bien, nos queda preguntarnos ¿cuál es la influencia de una palabra en todo ese texto, y cuál es el interés de la biotecnología? Depende qué palabra, depende la localización en el texto, de las palabras vecinas, si esa palabra interrumpe una idea fundamental para comprender el texto. Claro está que la biotecnología ha generado esta herramienta para obtener un texto “mejorado”, para darle una cualidad extra a ese texto. Si observamos el texto en su conjunto, probablemente nos cueste encontrar la palabra en otro idioma. Pero ese texto será leído y empleado para realizar una construcción. Contiene la información necesaria para colocar cada ladrillo, cada puerta, cada ventana, cada detalle. Aquel transgén, o palabra en ruso continuando con la analogía, puede contener la información para que la puerta principal tenga doble cerradura, por ejemplo.

Biotecnología: la soberanía vs dependencia tecnológica
Figura OGM.  Imagen ilustrativa de la analogía entre el genoma de un organismo transgénico y un texto en inglés intervenido con una palabra en ruso

Figura OGM. Imagen ilustrativa de la analogía entre el genoma de un organismo transgénico y un texto en inglés intervenido con una palabra en ruso

Soja resistente

El OGM más conocido, y el primer evento en ser aprobado en nuestro país, es la soja resistente a glifosato, que fue liberada para su comercialización en Argentina, en 1996. Pero se debe conocer que en este momento existen 117 eventos aprobados en nuestro país de cultivos de alfalfa (2), algodón (12), maíz (74), papa (1), soja (25), cártamo (1), caña de azúcar (1) y trigo (1).

Biotecnología: la soberanía vs dependencia tecnológica
Fumigación. Imagen ilustrativa que parodia la relación entre el empleo irresponsable de agroquímicos y los transgénicos.

Fumigación. Imagen ilustrativa que parodia la relación entre el empleo irresponsable de agroquímicos y los transgénicos.

¿Podemos afirmar que el conflicto ambiental que desatan los OGM es producto de un gen (una palabra) extra en su genoma? En base a la evidencia, no. No existe evidencia de que un gen introducido en forma artificial en un genoma sea el responsable de la deforestación, el uso intensivo de agroquímicos y la contaminación del ecosistema en su conjunto, incluido el ser humano. De hecho, cabe recordar que los cruzamientos selectivos mediante los cuales se poliniza una flor de una variedad con el polen de otra para obtener características mejoradas implican “mezclar” ambos genomas. Por otra parte, la naturaleza que es mucho más sabía que el conjunto de científicas y científicos del planeta, sabe hacer su trabajo cuando una variedad no aporta al equilibrio del ecosistema. Y ahí llegamos a un punto importante: ¿dejamos a la naturaleza hacer su trabajo? Personalmente pienso que no. Los intereses económicos poseen otros tiempos y regulaciones que no siempre tienen en cuenta los ritmos de los recursos naturales.

Conflicto complejo

Resulta muy importante aportar claridad en la causa del conflicto ambiental en torno a los OGM. Es un conflicto complejo, abordado por aristas económicas, políticas, sociales, culturales. Como sociedad es importante discutir la irresponsabilidad del sistema productivo y de quienes ejercen la actividad aplicando agroquímicos sin medida y sin cuidado, promoviendo el monocultivo en lugar de optar por la rotación y diversificación en el uso de la tierra, de quienes toman decisiones para favorecer este sistema productivo ahogando a productores que piensan en hacer agricultura conectada con los ritmos de la naturaleza, etc. Por supuesto que no todas las responsabilidades están al mismo nivel y esta discusión también debe ser abordada.

El organismo transgénico más conocido, y el primer evento en ser aprobado en nuestro país, es la soja resistente a glifosato, que fue liberada para su comercialización en Argentina, en 1996. Pero se debe conocer que en este momento existen 117 eventos aprobados en nuestro país de cultivos de alfalfa (2), algodón (12), maíz (74), papa (1), soja (25), cártamo (1), caña de azúcar (1) y trigo (1).

Para finalizar, volvamos al inicio: la biotecnología. Los OGM surgen como una hazaña de la biotecnología, pero entonces ¿la biotecnología es una “herramienta negativa? Claro que no. Como todos los avances científicos a lo largo de la historia, cada uno de ellos constituye una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida, pero depende cómo se utiliza. Es decir, no podemos asegurar que la energía nuclear es “mala” porque se emplea para generar armas nucleares ya que, por otro lado, se emplea en el diagnóstico médico para visualizar el interior del cuerpo o para destruir células cancerosas.

Volviendo a los OGM, constituyen una herramienta muy poderosa para nuestra sociedad ya que nos permiten optimizar las condiciones de cultivo y obtener más ganancias con la misma porción de tierra sembrada y cosechada. Ahora, la discusión de cómo los usamos, cuánto respeto expresamos por el equilibrio que nos ofrece la naturaleza, y cuánto nos cuidamos como colectivo humano es una conversación que nos debemos.

Personalmente, me parece un despropósito renegar de los avances de la ciencia, avances en términos de aprendizajes. No estoy segura si como sociedad maduramos a ese ritmo. Quizás nos parecemos más a aquellos personales de ficción Pinky y Cerebro, dos ratones de laboratorio alterados genéticamente, que todas las noches ideaban un plan para conquistar el mundo. Está en cada uno preguntarse qué rol cumplimos y para qué, y si no merece la pena tomarnos un café por una noche y pensar un plan para salvarnos como colectivo.

*La aurora es licenciada en Biotecnología y doctora en Ciencias Biológicas. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet)–Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Producción y edición: Miguel Títiro - [email protected]

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