China Suárez: “Abzurdah es dura pero deja un buen mensaje”

Hoy llega a los cines la película que marca el debut en pantalla grande de María Eugenia "la China" Suárez. Aquí cuenta por qué se interesó en el proyecto y los cambios físicos a los que debió someterse para encarnar a una anoréxica obsesionada por un amo

China Suárez: “Abzurdah es dura pero deja un buen mensaje”
China Suárez: “Abzurdah es dura pero deja un buen mensaje”

Abzurdah cuenta la historia de Cielo, una adolescente que conoce por Internet a un chico diez años mayor que ella y con quien inicia una relación y se enamora. Pronto esa relación empieza a convertirse en una obsesión para Cielo y, cuando el amor no es correspondido, la opción de dejar de comer se vuelve la ilusión de una vida perfecta. Esa es la trama de la película protagonizada por la China Suárez y Esteban Lamothe, inspirada en la novela autobiográfica de la escritora Cielo Latini publicada en 2006. Bulimia y anorexia son los temas principales del film, una temática pesada para tratar y que fue elegida por la China para hacer su debut en el cine.

Suárez comenzó su carrera en televisión a los 11 años en el programa “Rincón de Luz” (2003) y cuatro años más tarde explotaría su popularidad interpretando a Jazmín en “Casi Ángeles” (2007). De allí salió el grupo musical Teen Angels, que formó junto a Gastón Dalmau, Nicolás Riera, Juan Pedro Lanzani y Lali Espósito. El año pasado se la pudo ver en Telefé en “Camino al amor”, junto a Sebastián Estevanez y Carina Zampini. Ahora acaba de poner un pie -y de la mejor manera, con una actuación sorprendente- en el mundo del Séptimo Arte.

-¿Por qué elegiste hacer un papel tan jugado para tu debut en el cine?

-Es lo mejor que me pudo haber pasado. Siempre quise hacer cine, miraba mucho y me imaginaba qué lindo sería tener la posibilidad de hacer una película. Pensaba en qué se sentiría que todo el mundo vea algo que uno hace y además algo que queda para siempre, distinto a la televisión. Esta película la va a ver mi hija, mis nietos…  Tuve la suerte de que me eligieran y no lo dudé. Me encantó el personaje y tenía la posibilidad con este proyecto de hacer algo distinto a lo que había hecho y me subí enseguida a él.

-¿Sabías algo del personaje?

-Hicimos algo basado, inspirado en el libro. La idea no era imitar a Cielo o que Esteban (Lamothe) lo hiciera con Alejo. La historia está contada desde el punto de vista de ella, así que todo es muy subjetivo.

-¿Qué opinás del Alejo que hace Esteban Lamothe?

-Voy a dar un ejemplo: la mayoría de las mujeres que ven la película se enamoran de Alejo, pero a la vez tienen sentimientos encontrados. Y eso es lo más lindo que generó Esteban. El tipo no es un hijo de puta, ella lo vuelve loco de la cabeza. Sí él juega con ventaja es porque tiene muchos más años que ella, pero Cielo se obsesiona con Alejo, lo vuelve loco y lo atosiga. Eso es lo más lindo que tiene para mí su personaje: no está encasillado en un lugar. No es el malo, ni el bueno, ni el mujeriego. Es un hombre al que nunca terminás de descubrir.

-Pero es bastante indiferente con Cielo…

-Es que no toma en serio la enfermedad, que es lo que le pasa a mucha gente. Mucha gente piensa que ni siquiera es una enfermedad. Lo que pasa es que Cielo se lo plantea desde un lugar casi de capricho. En la película ella decide ser anoréxica para llamar su atención. También empieza a encontrar muchas maneras de lastimarse a partir de un amor enfermizo que le vuela la cabeza.

-Vos declaraste que nunca tuviste un amor de esas características.

-Recién tengo 23 años, tal vez cuando sea más grande (risas). No todos tuvimos un amor enfermizo. La gente está acostumbrada a haber tenido uno y eso está mal. Tuve la suerte de tener buenas personas a mi lado y que me cuidaran. Además, nunca me rebajé en ese sentido, siempre pensé bien las cosas y no dejé que los impulsos me ganaran.

-¿Cómo construiste a tu personaje?

-Me ayudaron mucho. Daniela Goggi fue una excelente directora porque a mí me dirigió en cada paso, en cada cosa estaba ella encima. También me ayudó mucho Andrea Garrote, que es una actriz que ofició de coach, que estuvo conmigo en toda la previa. Con ella construimos el personaje y fue de muchísima ayuda. Teníamos reuniones todo el tiempo, era casi como una terapia. Nos juntábamos a hablar y pensábamos: Esteban me decía lo que pensaba de mi personaje y yo le decía lo que pensaba de Alejo. Fue todo relajado y muy buena la preparación. Y creo que también eso es lo lindo, hacer algo completamente distinto a lo que es uno. Siempre pensaba: “No tiene nada de mí”, y eso me encantaba.

-La película es bastante cruda en algunos pasajes.

-Me parece que están muy bien contadas todas las etapas por las que pasa Cielo. Por ejemplo cuando encuentra la posibilidad de armar un blog, que a todo esto en aquella época era como una novedad porque no estaba de moda. Ella se siente excluida de la vida, Alejo no le da bola, sus padres no la miran, quiere ir al psicólogo y no la dejan, y se empieza a sentir líder en un espacio en Internet -que es justamente en donde también lo conoce a él- que creo que es lo que la reconforta en algún punto. Es líder de muchas adolescentes, pero creo que siendo inconsciente y no dándose cuenta de que está casi dando consejos para volverse una enferma de anorexia o de bulimia. Es que un enfermo no puede ayudar a otro enfermo, siempre tiene que pedir ayuda a alguien de afuera.

-Tuviste un cambio físico importante.

-Bajé 6 kilos. Comía pero era muy restringida la dieta, y ahí me di cuenta de que la enfermedad tiene mucho que ver con la cabeza. Cuanto menos comía, más ganas tenía de hacerlo. Pensaba cómo puede haber gente que no disfruta de la comida. A mí no hay algo que me guste más que comer. Siempre pienso en lo que voy a comer, en qué voy a cocinar, me produce mucho placer. En lo que sí me molestaba el hecho de hacer esta dieta era en lo social: iba a cenar afuera con mis amigas, todas se pedían comidas suculentas y yo no podía. Me daba mucha bronca. O, por ejemplo, nos juntábamos a ver la televisión o un programa y no podía más que comer una manzana. Me reconfortaba saber que lo estaba haciendo por la película y no por mí. Finalmente se terminó y creo que en la fiesta de fin de rodaje me comí una mesa entera.

-¿Te pusiste un límite para bajar de peso?

-No, de hecho la producción nunca me planteó que bajara de peso. Me dijeron que podían poner una doble y preferí hacerlo yo. Traía manzanas peladas y cortadas todo el tiempo y Esteban se las comía. Pero fue un buen compañero. Comía conmigo y trataba de no comerse un chocolate delante mío. Alguna vez pasó que tuvimos una jornada de 15 horas y después nos fuimos a comer un helado. No pasaba nada, me daba mis gustos también. No tuve un límite, y también tenía que ser algo que fuera sano para mi cuerpo. Ya estaba en mi peso y en ese estado es mucho más difícil y se tarda más en bajar porque el cuerpo se resiste a ese cambio.

-¿Qué mensaje te gustaría que quede?

-La película es dura pero deja un muy buen mensaje. Te golpea todo el tiempo. Por ejemplo, yo nunca me relajé y sabía de qué se trataba. Estaba siempre mirando y expectante, que eso es lo que más me gusta que me pase con un film. Pero deja un mensaje porque también te cuenta todo lo malo de esa enfermedad y todo lo malo que te puede pasar. No alienta a las adolescentes a tomar ese camino. Creo que ése es el mensaje, que te muestra las consecuencias.

-¿Qué es lo que se viene en tu carrera?

-Tengo varios proyectos abiertos y no todos tienen que ver con la actuación. Tienen que ver con el canto, con el diseño de indumentaria, que es algo que siempre quise hacer. Todavía no tengo nada cerrado pero estoy muy contenta de poder llegar a concretarlos.

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