Una de las costumbres más comunes entre los conductores es esperar a que se encienda la luz de reserva antes de cargar nafta. Sin embargo, los especialistas advierten que esto puede provocar daños en el sistema de inyección y en la bomba de combustible.
Saber cuántos kilómetros conviene dejar antes de volver a cargar puede evitar reparaciones costosas y prolongar la vida útil del motor.
Qué pasa si se maneja con el tanque casi vacío
Circular con muy poco combustible puede ser perjudicial para el vehículo. Según los mecánicos especializados, cuando el tanque está en reserva, la bomba de combustible trabaja con aire en lugar de líquido, lo que genera sobrecalentamiento y un desgaste prematuro.
Además, las impurezas que se acumulan en el fondo del tanque pueden ser absorbidas por el sistema, tapando los filtros o incluso dañando los inyectores.
Por eso, los expertos recomiendan no dejar que el nivel baje del cuarto de tanque (1/4). En ese punto, la bomba todavía está bien cubierta y el sistema mantiene una presión estable, lo que evita fallas por falta de combustible.
Cuántos kilómetros conviene dejar antes de cargar
La autonomía de reserva varía según el modelo y tipo de vehículo, pero en promedio, la mayoría de los autos puede recorrer entre 40 y 80 kilómetros desde que se enciende la luz de advertencia. Sin embargo, los especialistas recomiendan no llegar a ese punto.
Lo ideal es recargar cuando todavía quedan entre 80 y 100 kilómetros de autonomía, una medida que ayuda a mantener la bomba lubricada y a evitar que se acumulen residuos en el sistema.
En autos con computadora a bordo, puede verificarse fácilmente en el indicador de autonomía; en los modelos más antiguos, conviene guiarse por el medidor de aguja.
Consejos para cuidar el sistema de combustible
Además de no circular en reserva, los mecánicos aconsejan no llenar el tanque hasta el tope, ya que el exceso puede afectar el sistema de ventilación y provocar pérdidas.
También recomiendan cargar siempre en estaciones confiables, donde el combustible esté libre de agua o sedimentos.
Mantener el tanque con un nivel adecuado no solo protege la bomba y los inyectores, sino que también mejora el rendimiento general del motor y reduce las emisiones. En definitiva, cargar antes de que falte es una inversión en la salud del auto.