La eficiencia del combustible es clave para reducir gastos en autos y cuidar el medio ambiente. Según estudios internacionales de consumo de combustible, existe una velocidad óptima para recorrer rutas y calles, dependiendo del tipo de vehículo y la carretera.
Velocidad y eficiencia: el equilibrio ideal
Viajar demasiado rápido incrementa el consumo de combustible de manera significativa.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en Europa, cada 10 km/h por encima de 100 km/h puede aumentar el gasto de combustible entre un 10 y 15 %.
Por el contrario, conducir a velocidades moderadas permite al motor trabajar de manera más eficiente, reduciendo el gasto de gasolina o diésel y disminuyendo la emisión de gases contaminantes. En carreteras nacionales y autopistas, lo ideal es mantener entre 90 y 110 km/h.
Tipo de vehículo y carretera: factores determinantes
El consumo también depende del tipo de motor, la aerodinámica y la carga del vehículo. Por ejemplo:
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Autos compactos: rinden mejor en el rango de 90 a 100 km/h.
SUV o camionetas: su consumo se optimiza entre 100 y 110 km/h debido a su mayor peso y resistencia al viento.
Vehículos cargados: cuanto mayor sea la carga, menor debe ser la velocidad para mantener eficiencia.
Además, carreteras en mal estado o con muchas curvas obligan a reducir velocidad, lo que también contribuye a un ahorro de combustible inesperado.
Consejos prácticos para mejorar el rendimiento
Más allá de la velocidad, otros trucos de manejo que reducen el consumo incluyen:
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Mantener una presión de neumáticos correcta, ya que los neumáticos desinflados aumentan la resistencia y el consumo.
Evitar aceleraciones y frenadas bruscas, manteniendo el ritmo constante.
Usar marchas largas cuando el vehículo lo permite, reduciendo revoluciones del motor.
Apagar el aire acondicionado cuando no sea necesario, ya que su uso constante eleva el consumo entre un 5 y 10 %.
Viajar a una velocidad constante entre 90 y 110 km/h es la clave para ahorrar combustible en la mayoría de los autos, mientras que conducir más despacio en ciudad o más rápido en autopista aumenta el gasto.
Complementar la velocidad moderada con hábitos de conducción eficientes permite recorrer más kilómetros con menos litros y contribuye a un manejo más seguro y responsable.