Las cubiertas de los autos son el único punto de contacto entre el vehículo y el asfalto. De su estado depende la adherencia, la distancia de frenado y el comportamiento en curvas o en superficies mojadas. Por eso, saber cada cuánto se deben reemplazar no es una cuestión menor.
Hacerlo a tiempo puede evitar accidentes y prolongar la vida útil de otros componentes del vehículo.
¿Cada cuántos kilómetros se deben cambiar las cubiertas?
Según los fabricantes y los especialistas en neumáticos, las cubiertas deben reemplazarse, en promedio, cada 40.000 a 50.000 kilómetros, aunque esta cifra puede variar según varios factores:
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El tipo de compuesto y marca del neumático.
El tipo de uso (urbano, ruta o mixto).
El peso que suele cargar el vehículo.
Las condiciones del camino y el clima.
El mantenimiento general (alineación, balanceo y presión de inflado).
En autos que se utilizan mayormente en ciudad, con frenadas frecuentes y calles en mal estado, el desgaste tiende a acelerarse. En cambio, en autos de ruta, donde el desgaste es más parejo, pueden durar algunos miles de kilómetros más.
La edad del neumático también importa
Aunque las cubiertas no hayan alcanzado el límite de desgaste, los expertos recomiendan reemplazarlas cada 5 o 6 años como máximo, incluso si parecen estar en buen estado.
Con el paso del tiempo, el caucho se reseca, se endurece y pierde flexibilidad, lo que reduce la adherencia y aumenta el riesgo de fisuras o desprendimientos.
El año de fabricación se puede comprobar fácilmente: está grabado en el costado de la cubierta, en un código que comienza con las letras DOT. Los últimos cuatro dígitos indican la semana y el año en que se produjo. Por ejemplo, “2419” significa semana 24 del año 2019.
Cómo saber si hay que cambiar las cubiertas antes de tiempo
Hay señales visibles que indican que llegó el momento del recambio:
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Profundidad del dibujo menor a 1,6 mm. Este es el límite legal y el mínimo para mantener una buena tracción. Muchos neumáticos incluyen testigos de desgaste, pequeñas bandas de goma que aparecen cuando se alcanza ese límite.
Desgaste irregular. Si el neumático está más gastado de un lado, puede deberse a mala alineación o suspensión defectuosa.
Fisuras, deformaciones o cortes. Cualquier daño estructural compromete la seguridad.
Vibraciones al conducir. Pueden indicar un desequilibrio o deformación interna del neumático.
Consejos para prolongar su vida útil
Los especialistas recomiendan seguir estas prácticas:
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Verificar la presión de aire al menos una vez por mes.
Hacer alineación y balanceo cada 10.000 km o ante cualquier golpe fuerte.
Rotar las cubiertas cada 10.000 a 15.000 km para un desgaste parejo.
Evitar frenadas bruscas y maniobras violentas.