Circular en ciudad implica frenar y arrancar constantemente, una situación que acelera el desgaste del sistema de frenos. Sin embargo, especialistas del Automóvil Club Argentino (ACA) y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) recomiendan mantener una velocidad promedio de entre 30 y 50 km/h para reducir la fricción y el recalentamiento de los componentes.
Según técnicos del INTI (2024), las pastillas de freno pueden durar entre 35.000 y 60.000 kilómetros si se conduce con velocidad moderada.
En cambio, cuando se circula por encima de los 60 km/h en zonas urbanas, los frenados bruscos generan calentamiento del disco, pérdida de adherencia y un desgaste prematuro.
Ni 20 ni 60 kmh a qué velocidad se recomienda circular en ciudad para evitar el desgaste del freno (1)
La velocidad óptima, según pruebas de manejo urbano realizadas por el ACA, se ubica entre 35 y 45 km/h.
Este rango permite que el conductor tenga tiempo suficiente de reacción ante peatones o semáforos, y que los componentes del freno trabajen con temperatura estable.
Hábitos de conducción que reducen el desgaste
Además de mantener una velocidad moderada, los expertos recomiendan:
Anticipar el frenado, soltando el acelerador con tiempo.
Evitar pisar el pedal constantemente en descensos o embotellamientos.
Mantener la distancia de seguridad (al menos tres segundos).
No usar el freno como apoyo: aprovechar el freno motor reduciendo marchas.
Estas prácticas disminuyen el esfuerzo sobre las pastillas y discos, mejorando el rendimiento general del vehículo.
Los signos más comunes de desgaste del freno son ruidos metálicos, vibraciones en el pedal o aumento de la distancia de frenado.
Ni 20 ni 60 kmh a qué velocidad se recomienda circular en ciudad para evitar el desgaste del freno (2)
En esos casos, los talleres recomiendan revisar el sistema cada 20.000 km o una vez al año, dependiendo del uso.
En autos modernos con sistemas ABS o EBD, la electrónica ayuda a distribuir la fuerza de frenado, pero el mantenimiento sigue siendo clave para evitar fallas por temperatura o suciedad.