Recetas. Este postre es ideal para cualquier reunión. Si querés darle un toque extra, podés decorar con rodajas de limón o ralladura fresca antes de servir.
Recetas: cómo hacer mousse de limón con leche condensada
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Si te encantan las recetas fáciles y deliciosas, esta mousse de limón con leche condensada es ideal. Con solo 4 ingredientes y un toque de creatividad, lograrás una comida refrescante y perfecta para cualquier ocasión. En pocos pasos, tendrás un postre espectacular para compartir con amigos o familia.
Lo primero que tenemos que hacer es hidratar la gelatina. Para ello, sumergimos la hoja en un bol con agua fría durante unos 10 minutos. Mientras tanto, podemos avanzar con el resto de la receta.
En un bol grande, colocamos la leche condensada y le añadimos la ralladura de medio limón (recuerda lavar bien el limón antes de usarlo). Luego, exprimimos y colamos el jugo de limón. Batimos todo con varillas hasta que la mezcla quede bien integrada.
Ahora, en otro recipiente, monta la nata líquida. Asegúrate de que tanto la nata como el bol y las varillas estén muy frías. Es clave que la nata se monte correctamente, por lo que no hace falta añadir azúcar, ya que la leche condensada ya le da la dulzura justa. Bate durante 4-5 minutos hasta obtener una consistencia firme.
A continuación, escurre bien la gelatina e intégrala en un recipiente con las 2 cucharadas de agua caliente. Revuelve hasta que no queden grumos y se disuelva completamente. Agrega la mezcla de gelatina a la leche condensada y revuelve bien.
Incorpora la mezcla de leche condensada a la nata montada. Hazlo en dos partes: primero añade la mitad y mezcla con movimientos suaves y envolventes. Luego, agrega el resto y repite el proceso hasta lograr una mezcla homogénea.
Finalmente, reparte la mousse de limón en recipientes individuales, como copas o tarritos. Deja que repose en la heladera durante al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarla de un día para otro para que tome una textura perfecta.