iEl influencer alemán Moe.Haa, con 19 mil seguidores en TikTok, decidió poner a prueba el destino de sus donaciones a la Cruz Roja Alemana. Para ello, ocultó un AirTag de Apple, pequeño dispositivo para localizar objetos, en el interior de unas zapatillas antes de depositarlas en un contenedor de la organización en Sternberg, Alemania. Su objetivo era comprobar si la ropa donada realmente llegaba a quienes más la necesitaban.
Gracias a la aplicación 'Buscar' de su iPhone, Moe rastreó el recorrido del calzado, que viajó por Europa pasando por Austria, Eslovenia y Croacia, hasta finalmente aterrizar en Bosnia y Herzegovina. Sin embargo, el destino final no fue una persona necesitada, sino un mercado de ropa de segunda mano.
El influencer no dudó en tomar un vuelo a Bosnia para verificar en persona el paradero de sus zapatillas. Una vez en el mercado, encontró el calzado a la venta por 10 euros. Moe.Haa compró las zapatillas y, al preguntar sobre su procedencia, la tienda negó que provinieran de donaciones.
Respuesta de la Cruz Roja
Ante el revuelo generado por este caso, la Cruz Roja Alemana emitió un comunicado a través de su cuenta de TikTok y detalló en su página web el proceso de gestión de la ropa donada. La organización explica que recibe entre 70.000 y 80.000 toneladas de ropa al año. De esta cantidad, el 10% se destina directamente a personas necesitadas, el 50% se recicla como materia prima y el 40% restante se vende a diversas tiendas de segunda mano. El dinero recaudado por estas ventas, según la DRK, se destina a financiar proyectos de ayuda de la Cruz Roja.
La DRK ha implementado una iniciativa de transparencia desde 2012 para informar a los donantes sobre el uso de sus contribuciones, con pegatinas informativas en los contenedores. Sin embargo, este incidente ha puesto de manifiesto una posible falta de claridad en cómo las prendas que no cumplen "estándares de calidad" para donación directa pueden ser aptas para su venta comercial, generando dudas entre el público sobre la promesa inicial de la donación. La Cruz Roja insiste en que los beneficios no son lucro, sino que son reinvertidos en sus programas sociales.