Estos árboles frutales en maceta son la mejor opción. No solo vas a disfrutar de la jardinería, sino también de frutas frescas en casa.
Si pensabas que la jardinería solo era para quienes tienen un gran terreno, es hora de cambiar esa idea. Existen árboles frutales que podés cultivar en macetas, ideales para patios, balcones y terrazas. Además de ser decorativos, te van a regalar frutos frescos cada temporada. Con los cuidados adecuados, podés tener tu propio huerto urbano y disfrutarlo todo el año.
El limonero enano es perfecto para macetas y produce frutos durante casi todo el año. Necesita mucho sol, buen drenaje y un sustrato rico en nutrientes. En otoño e invierno, hay que protegerlo de las heladas y controlar la humedad del suelo. Con la poda correcta, lo mantenés compacto y saludable.
El naranjo enano se adapta muy bien a espacios reducidos. Sus flores blancas perfuman el ambiente en primavera y sus naranjas maduran en verano y otoño. Es clave colocarlo en un lugar donde reciba sol pleno y asegurarte de que la maceta tenga buen drenaje para evitar el exceso de humedad.
La higuera es ideal para macetas grandes, ya que no requiere demasiados cuidados y tolera bien la sequía. Sus frutos aparecen a fines del verano y tienen un sabor inigualable. Si vivís en una zona fría, lo mejor es resguardarla en invierno para evitar daños en sus raíces.
El manzano enano es una gran opción si querés disfrutar de manzanas frescas sin ocupar mucho espacio. Necesita al menos 6 horas de sol por día y una poda anual para mantener su forma. Sus frutos maduran entre fines del verano y el otoño, dependiendo de la variedad.
El duraznero enano florece en primavera y sus frutos aparecen a mediados del verano. Para que prospere, necesita riegos moderados, buen drenaje y una ubicación soleada. Es importante fertilizarlo a comienzos de la primavera para asegurar una buena producción.
El peral es un árbol resistente que se adapta bien a las macetas. En otoño, sus hojas toman tonos amarillos y naranjas, dándole un toque especial al jardín. Prefiere el sol directo y requiere riego moderado. Sus peras maduran a finales del verano y son una delicia.
El mandarino enano es uno de los árboles más recomendados para espacios pequeños. Sus frutos son dulces y fáciles de pelar. Necesita sol pleno, riegos regulares y protección en invierno si las temperaturas bajan demasiado.
El ciruelo es una excelente opción porque algunas variedades no requieren polinización cruzada. En maceta, hay que podarlo cada año para mantenerlo compacto. Sus frutos aparecen en verano y son perfectos para comer frescos o hacer dulces caseros.
Además de sus frutas exquisitas, el cerezo embellece cualquier espacio con su floración en primavera. Se adapta bien a las macetas, pero es importante elegir una variedad enana. Necesita un sustrato rico y riegos frecuentes sin encharcar.
El granado es muy decorativo y fácil de cuidar. Sus frutos rojos maduran en otoño y están llenos de antioxidantes. Tolera el calor y la sequía, pero en invierno hay que protegerlo del frío intenso.