La suba sostenida en los precios de la memoria RAM empujó a muchos usuarios a buscar soluciones alternativas para mejorar el rendimiento de sus PCs.
Memoria RAM
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Imagen creada con GeminiEn medio del encarecimiento de los componentes informáticos, comenzó a difundirse una opción técnica que permite ampliar la memoria de una PC de escritorio utilizando módulos más económicos, una práctica que gana terreno como respuesta al contexto actual del mercado.
El fuerte aumento del valor del hardware, y en particular de la memoria RAM, dejó de ser una situación aislada para transformarse en un problema extendido. La demanda creciente vinculada al desarrollo de la inteligencia artificial, junto con la escasez de piezas clave y la presión industrial, provocó que tecnologías como la DDR5 duplicaran su precio en pocos meses. Frente a este escenario, muchos usuarios buscan alternativas que les permitan sostener el rendimiento de sus equipos sin afrontar costos elevados.
Una de las soluciones que comenzó a popularizarse es el uso de adaptadores que permiten instalar memorias SODIMM —habituales en notebooks— en computadoras de escritorio. Este recurso técnico posibilita incrementar la capacidad de RAM utilizando módulos pensados originalmente para portátiles, que actualmente presentan un valor sensiblemente menor que los DIMM tradicionales.
La diferencia de precios explica el interés creciente. Mientras un módulo SODIMM de 16 GB ronda los 120 dólares, su equivalente DIMM alcanza aproximadamente los 172 dólares. La brecha se profundiza al analizar la evolución reciente: los módulos para escritorio aumentaron hasta un 245%, mientras que los destinados a laptops registraron una suba del 136%, generando una diferencia superior al 100%.
El procedimiento requiere adquirir un adaptador SODIMM a DIMM, cuyo costo oscila entre 10 y 20 dólares en tiendas online, y realizar algunos ajustes básicos en la BIOS para garantizar el correcto funcionamiento. Esta práctica, difundida por sitios especializados como TechPowerUp, se volvió habitual entre usuarios avanzados que buscan optimizar sus equipos en un contexto de volatilidad del mercado.
No obstante, la alternativa presenta limitaciones técnicas. Las memorias SODIMM suelen operar a menores frecuencias y con mayor latencia que las DIMM convencionales, lo que puede derivar en inestabilidad o una leve pérdida de rendimiento. Por ese motivo, se recomienda como una solución temporal, especialmente en equipos antiguos o en situaciones puntuales.
La industria del hardware ya anticipa que la crisis de precios podría extenderse hasta 2026. Mientras fabricantes como Intel y AMD analizan estrategias para ofrecer configuraciones más accesibles, el uso de memorias móviles en PCs de escritorio se consolida como un recurso transitorio para atravesar el impacto económico sin realizar grandes desembolsos.
