Con la llegada del invierno, aumenta el riesgo de contagios de enfermedades respiratorias, especialmente entre los sectores más vulnerables como los bebés menores de un año. Una de las amenazas más relevantes en este contexto es el virus sincicial respiratorio (VSR), que suele circular con fuerza durante los meses fríos y representa una de las principales causas de internación pediátrica.
A pesar de que muchas personas aún no lo conocen, el VSR puede provocar complicaciones graves en niños muy pequeños, con cuadros que pueden evolucionar a bronquiolitis o neumonía, sobre todo en quienes tienen factores de riesgo como prematurez, enfermedades respiratorias previas o un sistema inmunológico inmaduro.
Qué es el virus sincicial respiratorio y cómo afecta a los más chicos
El virus sincicial respiratorio es un agente infeccioso que afecta principalmente las vías respiratorias. En adultos y niños mayores suele manifestarse con síntomas similares a un resfrío común: congestión, tos, estornudos o fiebre leve. Sin embargo, en bebés y en menores de dos años, puede afectar los bronquiolos (pequeñas vías aéreas de los pulmones), provocando una inflamación que dificulta la respiración, lo que se conoce como bronquiolitis.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el VSR fue responsable del 80% de los casos de bronquiolitis registrados en 2023. En muchos de estos casos, los bebés requirieron asistencia respiratoria, oxígeno o internación hospitalaria, especialmente en unidades de cuidados intensivos.
Cuál es la importancia de vacunar a las embarazadas
Una de las herramientas más efectivas para prevenir los cuadros graves de VSR en bebés recién nacidos es la vacunación durante el embarazo. El Ministerio de Salud incorporó recientemente la vacuna contra el VSR para embarazadas, que debe aplicarse entre las semanas 32 y 36 de gestación. Esta estrategia tiene como objetivo generar anticuerpos en la madre, que luego se transfieren al bebé a través de la placenta, brindándole una protección pasiva durante los primeros meses de vida, justo cuando es más vulnerable.
Según especialistas, esta inmunización puede reducir en más del 50% las hospitalizaciones por VSR en recién nacidos, lo que representa un gran avance en términos de salud pública y prevención infantil. Además, el Estado argentino ha garantizado el acceso gratuito a esta vacuna dentro del calendario nacional, lo cual representa una oportunidad concreta para evitar miles de internaciones evitables cada invierno.
Cómo se transmite el virus y qué medidas ayudan a prevenirlo
El VSR se transmite por contacto directo con secreciones respiratorias, ya sea a través de estornudos, tos o superficies contaminadas. Por eso, es muy importante extremar los cuidados en los hogares donde hay recién nacidos, especialmente si conviven con hermanitos en edad escolar o adultos que frecuentan espacios cerrados y concurridos.
Algunas de las medidas clave para prevenir el contagio del VSR incluyen:
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón.
- Evitar que personas con síntomas respiratorios se acerquen al bebé.
- No compartir utensilios ni chupetes.
- Ventilar bien los ambientes y no fumar en espacios cerrados.
- Estimular la lactancia materna, que refuerza las defensas del bebé.
Cuáles son los síntomas que deben encender una alarma
Es fundamental que madres, padres y cuidadores estén atentos a los signos que podrían indicar una infección respiratoria grave en bebés. Algunos de los principales síntomas de alerta son:
- Respiración rápida, dificultosa o con silbidos.
- Hundimiento entre las costillas al respirar (signo de esfuerzo).
- Fiebre persistente o muy alta.
- Tos intensa o constante.
- Dificultad para alimentarse o rechazo del pecho.
- Decaimiento general, llanto débil o somnolencia excesiva.
- Coloración azulada en labios o uñas (cianosis).