30 de junio de 2025 - 20:58

Susana Trimarco en Aconcagua Radio: "Hace 23 años que busco a mi hija y la justicia sigue siendo lenta"

Susana Trimarco, madre de Marita Verón y creadora de la Fundación María de los Ángeles, relató en Aconcagua Radio los horrores de la trata de personas.

Han pasado 23 años desde que Marita Verón fue secuestrada y desaparecida en Tucumán, pero su madre, Susana Trimarco, no ha dejado de luchar ni un solo día. En una entrevista con Aconcagua Radio, la activista denunció la persistencia del delito de trata de personas, la lentitud de la justicia y la indiferencia de muchos sectores del poder.

“Hace 23 años que la secuestraron y desaparecieron a mi hija”, recordó con dolor. “Se hizo un juicio, hay 32 personas presas cumpliendo condena. Algunos ya están por salir, pidiendo la domiciliaria… Se hacen las carmelitas descalzas y quieren salir para seguir haciendo lo mismo”, advirtió.

Trimarco explicó que la causa judicial por la desaparición de Marita sigue abierta, con una nueva línea de investigación que apunta a la búsqueda de su cuerpo en dos cementerios de Tucumán. “Supuestamente la mataron y la tiraron como NN… pero no lo hacen porque no tienen fondos, porque no vienen los antropólogos. Y yo tengo que andar buscando los recursos para que se hagan las medidas”, lamentó.

Además de seguir buscando a su hija, Trimarco lidera desde hace casi dos décadas la Fundación María de los Ángeles, que trabaja en la prevención y rescate de víctimas de trata. “Hace dos semanas rescatamos 17 chicas menores de edad, la mayor tiene 19 años”, relató. “Varias de ellas están ahora en nuestra casa hogar. Fueron captadas por redes sociales o con ofrecimientos de trabajo falsos en call centers o por internet. Nada de eso es verdad. Es todo para prostituirlas”.

Uno de los casos más recientes involucró a siete chicas que iban a ser llevadas en avión. “No las dejamos subir al avión. Este tipo ya las llevaba para explotarlas sexualmente. Llevaba $80.000 en una mochila, tenía un auto de alta gama en el aeropuerto, les habían comprado iPhones, ropa, pestañas, uñas… todo para convencerlas”, relató.

El engaño suele comenzar con promesas laborales y termina en redes de prostitución organizadas. “Son chicas de 16 o 17 años, de familias muy vulnerables. Les compran un teléfono, las visten… y parece todo maravilloso. Pero las explotan, las drogan, las enferman. Ahora anda mucho la sífilis. Las dejan con problemas de salud mental también”.

La activista destacó que muchas familias aceptan esos falsos trabajos por necesidad. “Una madre me dijo: ‘Yo quería que mi hija se fuera porque no tenemos para comer’. Pero no saben las consecuencias. Por eso hay que hablar claro, informar, prevenir. La pobreza, la falta de trabajo, la vulnerabilidad, es el caldo de cultivo para estas redes”, alertó.

Trimarco compartió también el caso de una joven que fue llevada a Dubái, luego a Italia y Alemania. “La rescataron de casualidad. Se escapó, pidió ayuda en una cervecería y la llevaron a la embajada. Volvió indocumentada, la recibimos en migraciones. Pero hoy no puede declarar. Tiene serios problemas de salud mental. Hay días que ni reconoce a su madre”, dijo.

En otro relato estremecedor, contó sobre una menor que logró escapar de un intento de secuestro. “La estaban llevando y logró zafarse, mordió al tipo y se metió en una casa ajena. Después nos vinieron a denunciar y descubrimos que una chica que había sido víctima ahora captaba a otras. ¡Tenía 19 años! Es como una cadena de horrores”.

Según Trimarco, la justicia y la política siguen siendo cómplices con su desidia. “Tienen un desinterés total. No es la hija de ellos, es mi hija, o la de otra madre. Hasta que no les pase, no les importa. Siguen con esa postura machirula. Algunos jueces, incluso juezas, dicen: ‘Esta es una putita, le gusta la plata fácil’. ¿A quién le va a gustar que la droguen, que la hagan tener sexo oral con infecciones, que la exploten? Es terrible lo que dicen”, expresó indignada.

La fundadora también denunció nuevas formas de explotación, como la venta de bebés. “En Córdoba, un fiscal me contó que están investigando una red que usa a chicas como vientres para tener hijos y después las descartan. Como si fueran cosas”.

A pesar del dolor, la frustración y el paso del tiempo, Trimarco no se detiene. “Mi hija, estratégicamente, dicen que está muerta. Pero ¿dónde está su cuerpo? Yo quiero ver los huesos de mi hija. Es un calvario el que vivo hace 23 años. Su hija, Micaela, tenía 3 años cuando desapareció Marita. Hoy tiene 26 y se está por recibir de antropóloga. No es casualidad que eligiera esa carrera”, reflexionó.

Para cerrar, dejó un mensaje claro: “Cualquier persona que necesite ayuda, que esté en una situación vulnerable, que cuente con nosotros, con la Fundación y con mi equipo. Estamos para ayudar. No me voy a callar. No me interesa si es juez, político o policía. Yo peleo por mi hija y por todas las hijas”.

Escucha la nota completa acá y podés escuchar la radio en vivo en www.aconcaguaradio.com

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