30 de junio de 2025 - 20:40

"La tortura no es cosa del pasado": grave diagnóstico sobre cárceles en Aconcagua Radio

Kevin Nielsen, del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, advirtió sobre el maltrato en cárceles y la necesidad de repensar el sistema penal.

El comisionado del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, Kevin Nielsen, visitó recientemente Mendoza junto a una comitiva nacional con el objetivo de realizar inspecciones en unidades penitenciarias, comisarías, residencias de menores y adultos mayores, y centros de salud mental. En diálogo con Aconcagua Radio, compartió un diagnóstico preocupante sobre la situación local y nacional en materia de encierro y derechos humanos.

"Estuvimos prácticamente en todas las unidades penales, en dependencias policiales, en residencias de menores y también en dispositivos de salud mental y de violencia infantil", detalló Nielsen. Las visitas se enmarcan en una misión clave del comité, creado en 2018 como organismo autónomo, con la función de relevar “las condiciones materiales de alojamiento y el acceso a derechos y al trato digno”.

Uno de los problemas más graves detectados en Mendoza es la superpoblación penitenciaria, con un 20% por encima del cupo oficial. Pero según Nielsen, esto no es todo: “Ese cupo oficial ya está por debajo de los estándares internacionales, que indican cuántos metros cuadrados debe tener una persona. Incluso con ese piso bajo, hay superpoblación”.

No obstante, reconoció como un punto a favor que Mendoza haya invertido en construir nuevas unidades y no mantenga detenidos por largos períodos en comisarías, como sí ocurre en otras provincias: “En las comisarías prácticamente no se puede garantizar ninguno de los derechos que asisten legalmente a las personas detenidas. Ni atención médica, ni condiciones higiénicas, ni actividades recreativas o laborales”.

Otra de las alarmas que encendió el comité es la alta tasa de encarcelamiento de la provincia. “Mendoza tiene la segunda tasa más alta del país después de Buenos Aires. Mientras que el promedio nacional es de 240 personas cada 100 mil habitantes, en Mendoza es de 292”, señaló Nielsen. Y agregó: “La cárcel no debería ser la primera respuesta ante delitos sin violencia o de escasa lesividad. Tiene un efecto muy deteriorante”.

Consultado sobre la existencia de prácticas de tortura, Nielsen fue contundente: “Sí, la tortura aún persiste. En todas las provincias hemos encontrado por lo menos un caso. La modalidad más común en Argentina es la golpiza por parte de agentes estatales”.

Y explicó: “La gente asocia la tortura a las dictaduras, pero hoy también existen prácticas de sufrimiento físico o psicológico, como sujeciones en posturas lesivas. Por ejemplo, el método del ‘barquito’, que consiste en forzar a una persona hacia atrás, generándole un grave sufrimiento. Estas situaciones deben ser visibilizadas porque ocurren en lugares fuera del escrutinio público”.

Según el comisionado, el mayor riesgo de tortura se da en los primeros momentos de aprehensión por parte de las fuerzas policiales: “Muchas veces, por presión para obtener resultados rápidos, se recurre a la violencia para obtener información o como castigo ilegal”.

Otro de los puntos críticos es la ausencia de políticas efectivas de reinserción: “Las cárceles hoy funcionan más como depósitos transitorios para neutralizar a las personas durante un tiempo, que como espacios para que esas personas se reintegren a la sociedad. Hay una desproporcionada inversión en seguridad, pero muy poco en salud mental, programas laborales, educación o asistencia interdisciplinaria”.

“La sociedad reclama más policías, pero no exige saber qué pasa con esa persona cuando está presa”, reflexionó Nielsen. “Y eso está íntimamente ligado a la seguridad pública. Si queremos que alguien no reincida, tenemos que hacer algo útil con esa persona”.

Finalmente, se refirió al proyecto para bajar la edad de imputabilidad penal y fue enfático en su rechazo: “Como comité hemos emitido recomendaciones en contra. No solo por una cuestión jurídica, sino porque conocemos cómo funcionan hoy los centros de detención de menores: muchas veces son iguales o peores que las cárceles de adultos. Bajar la edad solo haría que esos lugares alberguen a niños de 13 o 14 años. Nos parece profundamente negativo”.

Y cerró con una advertencia contundente: “Estos centros, en lugar de ayudar a los adolescentes a reinsertarse, muchas veces consolidan trayectorias de desviación. En lugar de prevenir el delito, generan más daño del que pretenden evitar”.

Los informes del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura estarán disponibles en su sitio oficial (www.cnpt.gob.ar) una vez transcurrido el plazo de reserva de 20 días, y permitirán conocer en detalle lo que el organismo relevó durante su paso por Mendoza.

Escucha la nota completa acá y podés escuchar la radio en vivo en www.aconcaguaradio.com

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