El domingo comenzó oficialmente la primavera, estación que genera división entre quienes disfrutan de las mañanas soleadas y temperaturas primaverales y quienes sufren de alergias. A partir de la llegada de la estación trajo un fenómeno que hace años se ha convertido en un clásico y cada vez gana mayor popularidad: regalar flores… amarillas, color que se convirtió en protagonista esta temporada.
Vendedores afirmaron que los clientes se acercaban directamente a los puestos con la pregunta “¿Tenés flores amarillas?”. Tal demanda llevó a que realizaran ramos combinando colores. “Sí había otra variedad de flores con un toquecito amarillo, igual se lo llevaban”, comentó una vendedora en la calle Colón.
Sin embargo, la razón detrás del popular pedido es la serie de televisión “Floricienta”, creada por Cris Morena que gracias a las redes sociales volvió a resurgir.
En la serie, el personaje principal Floricienta, interpretado por Florencia Bertotti, canta una canción en la que expresa su deseo de recibir flores amarillas de su "príncipe", encarnado por Juan Gil Navarro, conocido como “Freezer” en la ficción.
floricienta
Floricienta, la serie de televisión que popularizó el deseo de las flores amarillas en los adolescentes.
En los últimos años, la escena y la canción han ganado gran popularidad e incluso la actriz subió un posteo a redes sociales deseando un buen comienzo de primavera con un ramo de las características flores amarillas. Georgina, vendedora de flores, aseguró que el fenómeno es real y que incluso “las chicas se ponen a cantar la canción cuando vienen a comprar”.
Aunque en la ficción se presenta como un acto romántico, la sociedad ha resignificado el gesto. Actualmente, muchas personas se auto-regalan flores amarillas o las compran para celebrar la amistad, como el caso de Vicky y Scarlett, quienes comentaron: “Nosotras somos amigas y decidimos regalarnos una flor a cada una”. Agregaron que este gesto representa felicidad, amor y mayor durabilidad en el tiempo.
Preparativos para la fecha tan especial
Festividades como esta, el Día de los Enamorados o el Día de la Madre son las más esperadas por las tiendas y puestos de flores. Vendedores afirmaron que, a pesar de no ser un día habitual de trabajo, hicieron una excepción y abrieron sus negocios el domingo debido a la fecha especial.
Fernando, vendedor, comentó que esperaban con ansías la fecha debido a la cantidad de ventas que podían surgir y que incluso superó sus expectativas.
Celeste, vendedora del reconocido “Margarita Flores” de San Martín y Garibaldi mencionó que ya tenían ventas desde el miércoles de la semana anterior: “el domingo tuvimos abierto todo el día, como solemos hacer en ocasiones especiales y se vendió muchísimo, sobre todo, lo que tuviera color amarrillo”.
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Cientos de jóvenes e incluso adultos acudieron a puestos y florerías del centro mendocino para recibir la estación.
Varios vendedores de puestos de la zona céntrica coinciden en que el furor seguirá unos días más: “todavía tenemos pedidos para este fin de semana” afirmó Celeste .
“Necesito flores amarillas por favor”
Una tendencia que según aseguraba Leo Mut, dueño de la tienda de flores “Meryland”, comenzó hace tres años. Un fenómeno que tomó “por imprevisto” al rubro.
Un día, se vió sorprendido por una enorme fila conformada por adolescentes de entre 15, 16 y 17 años buscando las populares flores amarillas. Desde allí, en su negocio se preparan para recibir a sus clientes con el stock suficiente para la fecha indicada. Esta tendencia se ha mantenido hasta la actualidad, con adolescentes desesperados por conseguir sus flores: "Loco, me salvaste la vida, sos lo más” o “ "De verdad me salvaste, te juro si no las conseguía me mataban" comentaban sus clientes en la búsqueda del regalo tan codiciado en la fecha.
Respecto al público, si bien Celeste afirmó que “mucha gente grande para nuestra sorpresa vino”, otros vendedores señalaron que la mayoría eran jóvenes de entre 17 y 21 años, que incluso iban con el uniforme escolar en búsqueda de flores para sus novias.
“Muchos novios vienen en busca de las flores amarillas porque sus novias se las exigen y directamente nos dicen que necesitan flores amarillas” comentaba Fernando.
Por otro lado, la vendedora Georgina Elizabeth, de un puesto en la calle Colón, relató que vio casos de chicas que iban solas para comprar su propia flor y no quedarse fuera del fenómeno, e incluso “mamás buscando flores amarillas para los hijos que le regalen a las novias”.
flores amarillas
A pesar de la variedad que ofrecían las tiendas y puestos de flores, el requiso excluyente esta temporada fue el color amarillo.
El precio de los ramos oscila entre los $8 mil, $10 mil y $15 mil, alcanzando valores de $30 mil en adelante en algunas tiendas. La búsqueda se centró exclusivamente en el color amarillo, siendo el ramo de girasoles el más solicitado, a muchos clientes no les importaba la variedad de flor, siempre que cumpliera con la consigna.
“Es algo que está un poco más allá de la moda”
Leo Mut es uno de los dueños de la reconocida florería mendocina “Meryland”, un negocio familiar que nació hace 93 años de la mano de su bisabuelo, Jesús Pascual Mut, y fue nombrado en honor a la abuela de Leo.
Originalmente, el negocio estaba ubicado en la esquina de calle San Juan y Don Bosco, para luego trasladarse a España y Montevideo. Recientemente, Leo se convirtió en la primera generación en abrir una nueva sucursal, inaugurando un segundo local en Olascoaga y Arístides Villanueva.
La inauguración de esta nueva sede tuvo lugar el pasado sábado 22 de septiembre, justo a tiempo para recibir la demanda del Día de la Primavera. Sobre el proceso, Leo comentó su dedicación: “Necesito llegar al 21, le dije a quien se encargaba de los arreglos en el local. El viernes me entregaron el local vacío y me pasé toda la noche decorándolo entero y armándolo”. Con miras a futuro, Leo tiene en mente mantener sus dos sucursales y expandirse hacia distintos puntos claves de la ciudad.
flores primavera
Desde hace una semana las tiendas se encuentran listas para dar respuesta a este furor.
Leo explicó que, más allá de vender flores, ofrece una experiencia y atención personalizada. Su visión siempre se ha orientado hacia el diseño, más allá de la simple venta: “Siempre me he preocupado de eso, en que no sea solamente el ramo de flores”.
“Cada ramo tiene una producción especial y un valor agregado que nos preocupamos en mantener; es algo que está un poco más allá de la moda”, afirmó, destacando que su intención es mantener una proyección a futuro con ideales orientados hacia el diseño de valor.
En definitiva, se consolidó como el fenómeno de las flores amarillas. Impulsada por el recuerdo de la serie juvenil Floricienta, esta tendencia no solo aumentó las ventas en las floristerías, sino que demuestra la gran influencia del público joven con respecto a tendencias.