Quieren multar con $5.000 a quienes reserven para ir a comer o alojarse y usen la reserva para pasear

Luego de que muchos mendocinos programen la reserva, obtengan el comprobante y usen este último para pasear o ir a otro local informal; empresarios y gobierno avanzan en esta propuesta. Incluiría multas de 50.000 pesos para establecimientos informales también.

Las multas serían para quienes hagan reservas y no asistan al alojamiento o local gastronómico acordado. Foto: Mariana Villa / Los Andes.
Las multas serían para quienes hagan reservas y no asistan al alojamiento o local gastronómico acordado. Foto: Mariana Villa / Los Andes.

Hecha la ley, hecha la trampa. Luego de que el Ejecutivo autorizara el turismo interno para los mendocinos y fijara como requisito obligatorio que quienes tengan intenciones de visitar algún destino mendocino cuenten previamente con una reserva en un local gastronómico o de hospedaje inscripto formalmente, no faltó la denominada “viveza criolla”. Es que varios ciudadanos cumplieron con la exigencia y acordaron la reserva con los responsables de los comercios, pero nunca llegaron a ese destino para concretar la salida (ya sea almuerzo, cena o estadía). En cambio, se escudaron en este comprobante -ya emitido- para presentarlo en los controles policiales, pero para pasear libremente por los paisajes mendocinos. O para trasladarse a establecimientos informales.

En ese sentido, durante la mañana de hoy, representantes del sector hotelero y gastronómico de Mendoza y la ministra de Turismo y Cultura, Mariana Juri, avanzaron en una propuesta que está próxima a efectivizarse: multar a quienes recurran a esta artimaña para poder circular libremente, pero no concreten la ida al local donde reservaron. Al igual que ocurre con aquellas personas que incumplen -por ejemplo- con la cantidad de personas permitidas en una mesa de restaurante o bar, la multa propuesta para quienes recurran a la trampa de la reserva incumplida asciende a 5.000 pesos.

Incluso, también se ha propuesto sancionar a los alojamientos informales; ya que muchas veces la gente hace una reserva en hospedajes que tienen todo en norma, pero luego se dirigen a casas o cabañas no inscriptas e informales; más económicas, pero sin que se garantice el cumplimiento de los protocolos. En este caso, como ocurre con comercios que no garantizan que sus clientes usen tapabocas o que superan la ocupación permitida, la intención es que se los sancione con 50.000 pesos.

“Las falsas reservas son una problemática con que nos hemos encontrado en los últimos días. Por eso estuvimos conversando con la ministra Mariana Juri que exista un permiso de circulación especial quienes hagan la reserva. Porque se produce una falta de control, ya que algunas personas dicen que van a un alojamiento formal -por ejemplo- y van a uno informalB. Entonces se sancionaría a quien cuente con el voucher, pero incumpla con ir al lugar”, sintetizó el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos de Argentina (AEHGA) en Mendoza, Fernando Barbera.

“La idea es que se empiece a sancionar a la gente que haga reserva en un lugar y después no vaya. Ya estamos en una situación complicada los hoteleros y gastronómicos en el contexto de pandemia, ya que estamos trabajando a 50% de nuestra capacidad. Pero el perjuicio es mayor si encima hacemos una reserva de recursos y después no se concreta la ocupación”, acotó. “Pareciera ser que mucha gente no entiende ni tiene conciencia sobre la importancia de que o haya circulación”, acotó.

Fin de semana de prueba

La ministra Mariana Juri confirmó que se habló de la posibilidad de aplicar multas a los “vivos” junto a los empresarios del rubro, aunque indicó que se utilizará este fin de semana largo como una prueba para ver cómo se comporta el grueso de la población.

Hacer la reserva para engañar a la policía es algo inadmisible. Acá no se trata de engañar, sino de ser solidario. Una cosa es tener un contratiempo y no poder asistir. Pero ya hacer la reserva para engañar, sabiendo que el gastronómico es un sector que ha estado muy golpeado en estos meses es distinto”, destacó la funcionaria.

Además, destacó que en el Valle de Uco, Potrerillos y Cacheuta la ocupación turística está a pleno, con la salvedad de que los alojamientos están habilitados a trabajar a 50% de su capacidad real.

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