Gabriela Carmona, del comedor Horneritos, se ha propuesto preparar la torta más grande del mundo para el 16 de agosto. Fue engañada con una falsa donación, pero sigue adelante con su meta.
Cruel: quiere hacer la torta más grande del mundo para el Día del Niño y la engañaron con una donación falsa. Foto: Archivo Los Andes.
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Si hay alguien en esta vida que no merece ser blanco de bromas pesadas y crueles, esa persona es Gabriela Carmona. La referente social y responsable del comedor Horneritos (El Algarrobal, Las Heras) prepara y reparte -junto a los voluntarios del espacio comunitario- más de 2.000 porciones de comida cada martes. Pero, además, se ha propuesto hacer para este Día del Niño la torta más grande del mundo y para repartir entre niños de todo Mendoza.
Y allá va Gabi, siempre con un espíritu desinteresado y solidario, en la búsqueda de manos y bolsillos que quieran y puedan ayudarla a cumplir esta nueva meta: preparar una torta 20 metros y que pesará casi 4.000 kilos para repartir en 40.000 porciones. Pero una broma sin sentido casi que la llevó a bajar los brazos en las últimas horas.
"Estoy enojada, porque no me gusta que me mientan. Por ahí hay gente que se abusa de la confianza que uno tiene y me puse mal. El lunes por la mañana fui a comprar unas cosas para la torta con lo que nos quedaba de dinero, y pasó que una persona nos dijo que iba a donar cosas. Pero fuimos al lugar y era mentira, ni siquiera existía ese lugar", describe Gabriela, con un nudo de dolor en la garganta.
Lejos de bajar los brazos, Carmona se levantó (una vez más) y redobló sus esfuerzos para llegar bien con los tiempos y tener lista la mega torta que se servirá entre el 16 y 17 de agosto en la Plaza Pedro del Castillo y luego se repartirá en merenderos de toda la provincia.
"Me bombardean, otra vez vuelvo a construir mi casa". El fragmento de "Héroes Anónimos", de Metrópoli, bien se aplica a la resiliencia de la que Gabriela Carmona ha hecho un estilo de vida. A contrarreloj, con apenas lo justo y necesario, la mujer partió ilusionada durante la mañana del lunes en búsqueda de una donación de mercadería e ingredientes que le habían prometido -de palabra- para preparar su torta récord.
Pero la sonrisa duró en su rostro lo que demoró en llegar al lugar donde, supuestamente, le entregarían esa mercadería en calidad de donación. Porque ni el lugar ni los ingredientes existían en la vida real.
"Estoy necesitando la ayuda de todos para poder seguir, porque a veces dan ganas de bajar los brazos. Estoy con la cabeza a mil por hora, y la verdad es que a veces también dan ganas de llorar. Pero hay que seguir, por la gente que ayuda, para no tener que largar todo y quedarme con la idea en la cabeza de lo que se podría haber logrado y no se logró", piensa, en voz alto y en modo catarsis.
Como puede, con donaciones de mercadería o de dinero, Gabriela está comprando todo lo necesario para elaborar los piononos, así como también abasteciéndose de dulce de leche y crema.
"Necesito hoy el apoyo emocional de la gente que quiere a Horneritos. Soy un ser humano y lo que me hicieron, la verdad, me bajó el autoestima muchísimo. Me da bronca la burla de la gente, sin darse una idea del amor que le pongo a este desafío", siguió con su desahogo.
Para Gabriela Carmona y los Horneritos no hay imposibles. Los objetivos que se propone pueden demandar un poco más de esfuerzo, pero jamás bajará los brazos con la excusa de "es imposible". Ni siquiera ante una broma de mal gusto. Por esto es que no tiene dudas de que, junto a los voluntarios del espacio, elaborarán "la torta más grande del mundo" para celebrar el Día del Niño.
"La idea es que sea el récord de los récords, la torta más grande del mundo. Y que la puedan disfrutar chicos de todo Mendoza, gratis", sintetiza Gabi, quien ha hecho de la solidaridad una forma de vida. Ya el año pasado, junto a los colaboradores de Horneritos, prepararon una torta de 15 metros y que pesó 2.700 kilos. Y ahora van por más: buscan romper su propio récord.
El desafío es aún mayor si se tiene en cuenta que deben conseguir la materia prima, y también las manos dispuestas a trabajar en la preparación.
"¡Vamos a llegar con la torta y la vamos a preparar y servir en la plaza! La idea es que la mitad de la torta de reparta el sábado 16 de agosto entre todas las personas presentes, mientras que la otra mitad se va a repartir el 17 de agosto en comedores y merenderos de toda la provincia que festejen el Día del Niño", describe Carmona.
La edición 2025 de la torta, y que apunta a ser "la madre de todas las tortas", medirá 20 metros y pesará casi 4.000 kilos. En total, han calculado que serán 40.000 porciones. Diez metros se repartirán el sábado 16 en la Plaza Pedro Del Castillo (Área Fundacional de la Ciudad de Mendoza), mientras que los otros diez se llevarán a comedores para el domingo 17 de agosto.
Para la mega torta del Día del Niño 2024 se acercaron a la Plaza Independencia 15.000 personas, pero ahora esperan -por lo menos- al doble en el Área Fundacional.
"Queremos repartirla entre todos los que se acerquen porque es como devolverle a la gente un poquito de tanto que nos da y ayuda siempre. Queremos demostrar que siempre se puede, y que algo tan sencillo para muchos y lindo para otros puede hacer muy feliz a mucha gente", explica.
Como Gabi Carmona dice, el desafío no será nada simple. Pero, al mismo tiempo, es lo que los motiva.
"Aliados" es la palabra que desde Horneritos han elegido para encarar el desafío de "la torta más grande del mundo" y tiene que ver, justamente, con que se apunta a que mendocinos y mendocinas se alíen detrás de este objetivo.
Quienes deseen y tengan la posibilidad de colaborar, pueden hacerlo donando harina, huevos y azúcar (esto para el pionono, que es lo primero que suele prepararse). También están recolectando dulce de leche e ingredientes para la crema, todo en pos de poder preparar la "mega torta" y repartirla entre 40.000 porciones.
A través de transferencia vía Mercado Pago, se puede colaborar al alias comedor.horneritos (a nombre de Gabriela Carmona). Además, el contacto de Gabi es +5492613136783 para comunicarse telefónicamente para ofrecer ayuda -ya sea económica, material o ponerse a disposición como voluntario-. También se organizarán rifas para comprar los ingredientes.
"Necesitamos voluntarios, pasteleros, panaderos que quieran ayudar en la elaboración, así como también muchas manos para poder hacerlo. Es una torta grande, pero creo que vamos a poder. Como pudimos el año pasado", describe Gabriela.