7 de junio de 2025 - 19:45

Juego responsable en Aconcagua Radio: "No hay un perfil del jugador, pero detrás del juego suele haber otra patología"

Carola Blanco, integrante del área de Responsabilidad Social y Juego Responsable del Instituto Provincial de Juegos y Casinos, explicó cómo funciona el programa provincial que aborda la ludopatía, quiénes acceden a él y cuáles son los desafíos actuales frente al avance del juego online y las apuestas ilegales.

Desde hace más de una década, el Instituto Provincial de Juegos y Casinos de Mendoza lleva adelante el programa de Juego Responsable, un espacio que brinda asistencia y prevención frente a la ludopatía. Carola Blanco, integrante del área de Responsabilidad Social y Juego Responsable, dialogó con Aconcagua Radio y brindó detalles sobre el funcionamiento de este dispositivo, su evolución en los últimos años y el abordaje interdisciplinario que requiere la problemática.

“Este programa de asistencia y de prevención trabaja en conjunto con el Ministerio de Salud de la provincia. Brinda toda la asistencia a aquellas personas que no tienen obra social, porque desde 2014 el consumo y juego patológico fue incorporado dentro de las enfermedades mentales y, por lo tanto, debe ser cubierto por las obras sociales”, explicó.

El programa está destinado a personas mayores de 18 años, aunque, tal como reconoció la funcionaria, la pandemia y la digitalización del entretenimiento trajeron nuevos desafíos: “Antes, la problemática se basaba específicamente en jugadores que iban al casino. Pero a partir de la pandemia nos cambia todo. Empiezan a aparecer nuevas tendencias: chicos que juegan de forma online, ya sea con videojuegos o en apuestas ilegales. Nuestro programa hoy trabaja en la prevención de todo eso, aunque no brindamos asistencia directa a menores. Esa tarea la realiza específicamente el Ministerio de Salud”.

En cuanto al perfil de quienes hoy acuden al programa, Carola Blanco fue clara: “No existe un perfil del jugador. Podemos decir que las personas que recibimos suelen tener entre 35 y 40 años hacia arriba, sin obra social y con recursos acotados. Pero no hay un patrón único. El público de los casinos físicos es más grande; el de las plataformas online, más joven. Y si bien hay una leve mayoría de hombres, hay mujeres también. Es bastante 50 y 50”.

Lo que sí suele repetirse es la existencia de condiciones previas que actúan como desencadenantes de la adicción: “Cuando se desarrolla una patología de este tipo, normalmente hay una patología de base. Puede haber depresión, ansiedad, u otros problemas que disparen estas adicciones conductuales. Hoy es el juego, mañana puede ser el alcohol. Por eso el abordaje debe ser interdisciplinario y profundo”.

Este enfoque integral se refleja en el equipo que forma parte del programa: “Está compuesto por psiquiatras, psicólogos, psicólogos sociales, orientadores y asistentes sociales, licenciadas en minoridad y familia. Es un grupo muy sólido que viene trabajando hace muchos años y que constantemente adapta sus estrategias”, señaló.

En promedio, entre 23 y 25 personas se encuentran actualmente bajo tratamiento dentro del programa. “Se realiza un turno de admisión con todo el equipo. A veces recibimos directamente a familiares, cuando la persona afectada no puede o no quiere acercarse. En esos casos orientamos a sus allegados para que sepan cómo actuar o cómo ayudar”, agregó.

Otro recurso que sigue vigente y en funcionamiento es el sistema de autoexclusión: una herramienta que permite a quienes lo deseen solicitar la prohibición voluntaria de ingreso a los casinos. Desde 2019, este procedimiento se realiza de forma digital e integrada en toda la provincia. “Se llama Sistema Integrado de Reconocimiento Facial. Si una persona se autoexcluye en el Casino de Mendoza, en tiempo real queda excluida también de todos los demás casinos de la provincia, como el Cosmo o la Arena”, explicó.

El proceso es personal, voluntario y requiere la firma del solicitante. “La persona se saca una foto y firma una declaración. La autoexclusión tiene un mínimo y un máximo de tiempo, y es irrevocable. Las cámaras del sistema detectan el rostro de la persona cuando intenta ingresar y no se le permite el acceso”, detalló Blanco. "Muchos aseguran que les sirve un montón no poder entrar, pero para otros les genera ansiedad o crisis. Por eso volvemos al mismo punto: no hay un perfil y no hay una única solución. Hay que abordar cada caso con mucho cuidado y acompañamiento”.

Finalmente, Blanco reflexionó sobre el enfoque necesario para tratar esta adicción: “No se trata solo de decirle a alguien ‘no juegues’. Eso es apenas la punta del iceberg. A veces la familia detecta que hay una problemática con el juego, pero el problema de fondo es mucho más duro y profundo. Hay que trabajar con la familia, con un profesional que haga un seguimiento real. Es complejo, como cualquier otra adicción. Pero se puede abordar, y para eso estamos”.

Escucha la nota completa acá y podés escuchar la radio en vivo en www.aconcaguaradio.com.

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