Qué es un ACV
Un ACV (accidente cerebrovascular) es una emergencia médica que ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro, lo que puede causar daño cerebral permanente, discapacidad o incluso la muerte. Ante la sospecha, es crucial llegar cuanto antes a la atención médica, ya que mientras más tiempo pase, más será el daño.
El más frecuente es el ACV isquémico e implica la pérdida del flujo sanguíneo lo que determina que las células nerviosas (neuronas) queden sin oxígeno y puedan dañarse hasta debilitarse o morir. A raíz de esta situación dejan de funcionar determinadas partes afectadas del cerebro y pueden provocar, por ejemplo, trastornos en el habla, debilidad en algún miembro o pérdida de conocimiento. Una vez que las neuronas han muerto, no se vuelven a formar, por lo que los síntomas son, a menudo, permanentes.
Por eso, se hace sumo hincapié en que cuanto antes se llegue a la atención médica, menores serán las consecuencias. Se habla de una ventana de 4 horas y media pero lo ideal es llegar dentro de la primera hora.
Causas de ACV en adultos jóvenes
“Antes existía la idea de que el ACV afectaba sobre todo a personas mayores, aunque ha aumentado entre adultos jóvenes en los últimos años. Lo positivo que rescatamos es que actualmente se está diagnosticando más, o sea, se reconocen los síntomas más rápido y se puede acudir a recibir atención médica oportuna”, dijo Donati.
Resaltó que los hábitos y forma de vida actual son las causas fundamentales de esta problemática. “Estoy convencido que es por el ritmo de vida que estamos llevando hoy en día. A los cuarenta años ya hay una incidencia donde empiezan a aparecer estos casos en el país (...) Pueden seguir su vida normal algunos, algunos quedan con alguna incapacidad marcada”, explicó.
El ACV es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo. Detectarlo a tiempo es fundamental. / Sanatorio Allende
El ACV es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo. Detectarlo a tiempo es fundamental. / Sanatorio Allende
Una investigación publicada en The Lancet Regional Health-Américas, tomó en cuenta la notificación de eventos cardiovasculares los últimos treinta años en la región. Concluyeron que a partir de 2015, se registra un aumento de la incidencia entre personas más jóvenes y un ritmo decreciente en la reducción de la mortalidad general.
Tomó en cuenta 38 países y territorios de América y participaron dos neurólogos argentinos: Sebastián Ameriso, jefe del Departamento de Neurología y del Centro Integral de Neurología Vascular de Fleni, y Matías Alet, integrante de ese mismo centro especializado.
ACV: fenómeno multicausal
En una nota con Infobae, el doctor Ameriso señaló que el aumento de casos de ACV en personas jóvenes es un fenómeno multicausal. No dejó de reconocer que el aumento puede estar asociado a una mejor detección y disponibilidad de métodos diagnósticos. Pero refirió que “los factores de riesgo tradicionales, como la hipertensión, el tabaquismo, la diabetes y el colesterol alto, están presentes en personas jóvenes”, lo que aumenta su vulnerabilidad a sufrir un ACV. Asimismo mencionó el impacto de las disparidades socioeconómicas y ambientales como factores determinantes en la ocurrencia de accidentes cerebrovasculares.
El médico intensivista Gonzalo Álvarez Parma aseguró en una nota con este medio: “Podemos decir que cada vez hay más pacientes jóvenes con accidentes cerebrovasculares y que si bien antes esos accidentes cerebrovasculares en personas jóvenes estaban relacionados a patologías específicas, como malformaciones arteriovenosas u otras anomalías a nivel del sistema vascular cerebral, hoy la presencia en personas jóvenes tiene que ver también con el aumento de la incidencia de los factores de riesgo cardiovasculares”. Al respecto enumeró la hipertensión arterial, el tabaco, el estrés, el sedentarismo. “Hábitos de vida que vamos implementando y que no solamente incrementan el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas sino también enfermedades a nivel del sistema vascular cerebral”, remarcó.
En cuanto a las edades en que le ha tocado atender estos cuadros mencionó: “Hemos visto pacientes de 30 años con accidentes cerebrovasculares isquémicos y más jóvenes también los hay”.
Hay que destacar que la baja en la presentación de estos cuadros no quiere decir que haya un descenso de la edad promedio. “Si bien ha aumentado el número de casos en pacientes jóvenes, la edad promedio ronda los 50 años (...) que hayan aumentado los casos en pacientes jóvenes no quiere decir que sean los más frecuentes”, advirtió el neurólogo.
Impacto del ACV
Donati hizo hincapié en el impacto que tiene esta situación de salud y sus secuelas cuando termina por desencadenar una discapacidad no muy fácil de revertir.
“El ACV constituye la principal causa de discapacidad en adultos y la segunda de muerte”, subraya el Ministerio de Salud de Mendoza.
Esto tiene consecuencias, obviamente, para la vida de esta persona que pierde capacidades y que en el caso de las personas jóvenes, en plena etapa activa, podría afectar su desempeño y hasta sus posibilidades de generar ingresos. Incluso podría determinar que se vuelva una persona dependiente. En ese mismo sentido, Donati resaltó que también es una situación que termina por afectar a la familia y por ende, teniendo en cuenta la cantidad de casos por año, puede entenderse la cantidad de familias que resultan afectados, personas para las que puede cambiar radicalmente su calidad de vida. Es que Salud detalló que en Mendoza se producen entre 2.000 y 2.200 casos anuales.
ACV: el tratamiento debe llegar antes de las 4 horas y media
ACV: el tratamiento debe llegar antes de las 4 horas y media
Pero además, claramente, también tiene consecuencias para el sistema de salud, ya que requerirán más atención con la consiguiente demanda de servicios, especialistas y por ende mayores costos. Hay que sumar el impacto en la productividad económica que puede tener para la provincia y/o el país, si tantas personas pierden capacidad productiva.
“Una persona con una discapacidad a los cuarenta no es lo mismo que una persona con una discapacidad a los ochenta y cinco”, subrayó el doctor.
Día del ACV
Cada 29 de octubre es el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV) y se busca generar conciencia al respecto. Por eso, este miércoles habrá una actividad en la plaza España de Ciudad.
Allí, de 10 a 17, se instalará una cabina interactiva y un reloj para sensibilizar sobre la importancia de actuar con velocidad ante un accidente cerebrovascular (ACV).
La propuesta, impulsada por la compañía Boehringer Ingelheim, con el apoyo del Ministerio de Salud de la Provincia, invita a los vecinos a acercarse, conocer más sobre los síntomas y grabar mensajes de concientización que serán compartidos en redes sociales.
La intervención busca poner el foco en un mensaje clave: “el ACV es tiempo-dependiente”. Cada minuto cuenta, porque por cada minuto de demora en la atención de un ACV mueren dos millones de neuronas y -en contrapartida- cada 15 minutos ganados se reduce un 4% el riesgo de mortalidad.
Cómo prevenir un ACV
Se destaca que la adopción de hábitos saludables puede reducir los principales factores de riesgo de un ACV como son el tabaquismo, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la obesidad, la ingesta elevada de alcohol y el consumo de drogas ilegales. En las mujeres, el uso de anticonceptivos durante un período prolongado sin supervisión médica puede aumentar las posibilidades de tener un ACV.
“Para prevenir el ACV es importante evitar los factores de riesgo cardiovasculares, como por ejemplo no fumar, el sedentarismo, el estrés y consumo de sustancias entre otros”, subrayó Donati
En definitiva, los factores de riesgo para un ACV se asocian al riesgo cardiovascular:
- Hipertensión arterial
- Tabaquismo
- Diabetes mellitus
- Hipercolesterolemia
- Obesidad
- Estrés
- Sedentarismo