Entrevista a fondo con Tite Barbuzza, la diseñadora mendocina que creó el logo de Soda Stereo
Diseñadora gráfica y editorial, sus trabajos ligados a la música acompañaron la época dorada del rock nacional, cuando también creó el logo de Soda Stereo. Por primera vez esas piezas gráficas son reunidas en la exposición “Imágenes sónicas” en el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza.
Tite Barbuzza creó el logo más reconocido de Soda Stereo.
A pesar de que haber trabajado con Soda Stereo le genera reconocimientos y satisfacciones, Tite Barbuzza se muestra algo incómoda de que ese sea su gran hit. Prefiere que las fotos en la sala que ocupa ahora en el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza (MMAMM) también apunten a su labor como editora del libro “BFC. Barcelona Club Flyers” (1999) o a la labor como creadora del logo de “Revolución”, para la banda de reggae chilena Gondwana (2011).
Además le interesa alumbrar episodios más recientes, nominados a los Premios Gardel, con músicos como El Gonzo (2022) -saxofonista de Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota, Los Twist, Fricción, Soda Stereo, Sumo y Charly García- o detenerse en su trabajo para Mavi Díaz & Las Folkies (2019), fundadora de la legendaria banda de pop femenina, Viuda e Hijas de Roque Enroll.
Tiene un cariño entrañable por su oportunidad inicial con la música: vestir la tapa del álbum “Habitaciones extrañas” de los Enanitos Verdes (1988) y por su participación como coordinadora editorial y diseñadora para Fundación del Interior, una institución que nuclea investigaciones locales junto a un destacado equipo interdisciplinario.
“El diseño, más que una profesión es una forma de pensar, un enfoque constante hacia soluciones paralelas que combinan funcionalidad y estética. Por eso mi lema es “pienso, luego diseño”, resume la creativa que abrazó el trabajo independiente desde sus comienzos.
Autora de la marca más representativa de Soda Stereo y de la tapa del álbum “Doble Vida”, Tite comparte hasta el 7 de diciembre en el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza, una muestra sobre la "época dorada" del rock nacional y el boom de la música electrónica en Barcelona, curada por Víctor Boldrini.
“Con Imágenes sónicas buscamos el reconocimiento de piezas históricas de nuestra cultura visual creadas por Tite Barbuzza, una gran profesional mendocina que fue parte activa de los movimientos estéticos de los años 80 y 90, quien actualmente vive y trabaja en la Ciudad de Mendoza”, la presenta el equipo del Museo. En el espacio cultural de la Plaza Independencia su visión se entrelaza con las exposiciones imperdibles de los artistas Antonio Sarelli, Sara Rosales y Mariano D'Ulivo.
Tite Barbuzza (4)
Tite Barbuzza, diseñadora gráfica y editorial, sus trabajos ligados a la música acompañaron la edad dorada del rock nacional. Creo el logo más reconocido de Soda Stereo.
Marcelo Álvarez / Los Andes
Su mamá la bautizó Raquel y la apodó Tite. Desde la infancia, entonces, acarrea el sobrenombre con el que se presentó al mundo. Lo mismo sucedió con sus hermanos: Pini, Pepo y Popa, cada uno reconocido en su ámbito: la escultura, la abogacía y la arquitectura. Dice que se inscribió en la carrera de Diseño por razones del azar. "Quería estudiar medicina, inclusive fui a la morgue y me encantó. Pero me tiraba más lo artístico, entonces cursé durante un año Cerámica y me di cuenta que necesitaba un estudio más teórico por mi manera de ser. Me inscribí en Diseño y ahí me quedé, fascinada".
-¿Ésta es tu primera gran exposición?
-De estas características, sí. En el año 2022 fui invitada a exponer el trabajo de Soda en el Museo Histórico Nacional de Buenos Aires dentro de la muestra “Los 80, el rock en la calle”. Fue un éxito de público, con visitas de escuelas y un montaje super didáctico, de una historia relativamente reciente. En esta muestra del MMAMM nos centramos especialmente en la relación del diseño gráfico con la música y reúno trabajos míos de los ochenta en el rock argentino y de otros colegas en los noventa en el libro “BCF, Barcelona Club Flyers”. Son proyectos de distintas épocas y lugares.
-¿Cómo se compone esta muestra?
-La exposición tiene dos bloques: la imagen en el rock y la imagen en la música electrónica a través de un libro que recopila flyers, que son los panfletos de difusión de eventos relacionados a la música electrónica. La exposición va desde fines de los ochenta hasta la actualidad. De algún modo el punto de partida fue mi tesis de grado, dirigida por el querido diseñador Eduardo López en la Universidad Nacional de Cuyo. La intención de exhibir piezas gráficas de la tesis surgió ordenando mi archivo en febrero del 2024, cuando encontré material que resistió a muchas mudanzas y años. Había, sin dudas, un hilo conductor: la música.
Tite Barbuzza
Tite Barbuzza, diseñadora gráfica y editorial, sus trabajos ligados a la música acompañaron la edad dorada del rock nacional. Creo el logo más reconocido de Soda Stereo.
Marcelo Álvarez / Los Andes
-¿Qué encontraste en ese archivo de diseños y momentos?
-Muchos recuerdos. Entendí cómo cada proyecto había contribuido a perfilar mi mirada sobre la comunicación visual. Ordenar ese registro me ofreció una perspectiva valiosa de los distintos contextos en los que me tocó operar. En el diseño es posible observar movimientos sociales, formas de expresión y herramientas que hablan de un momento histórico. El diseño es social.
-¿Cómo recordás tu etapa de estudiante universitaria en Mendoza?
-Como una época que marcó lo que vino después. Me encantaba estudiar e investigar y lo sigo haciendo. La facultad me dio herramientas valiosas para conceptualizar y maestros como Eduardo López, inteligente e incisivo, quien dejó una profunda huella en mi hacer como diseñadora: un doble sentido, un guiño, una picardía, algo que está mal y bien a la vez.
-¿Y qué influencia tuvo tu hogar, tu familia, para descubrir tu vocación?
-En mi casa el arte estaba muy presente. Mi papá era médico y melómano. Todavía recuerdo su emoción el día que compró “El Lado Oscuro de la Luna” y las veces que lo escuchamos en el auto. Mi madre, profesora de inglés, era amante de la música barroca, fanática de los Beatles y Joan Manel Serrat. Creo que mi veta artística viene de la sensibilidad de los dos. Crecimos en un ambiente con muchas posibilidades de juego al aire libre. También fue importante la influencia de la educación pública, de la cual soy una feroz defensora. Fui al Magisterio en la primaria, al Universitario Central en la secundaria y luego seguí mis estudios en la Universidad Nacional de Cuyo.
-¿Cómo conociste a Soda Stereo y por qué te pidieron crear el logo, que con el tiempo se convirtió en la marca más distinguida de la banda?
-Los conocí en mi época de estudiante. Yo viajaba a Buenos Aires cada tres meses en tren a buscar información y antecedentes del diseño en el rock para mi trabajo de tesis. Hasta ese momento, hablamos de fines de los ochenta, en la Argentina sucedía que las tapas de los discos no tenían nada que ver con la promoción o con el espíritu de los grupos. Mi amigo productor Oscar Sayavedra fue quien muchas veces me recibió en Ohanian Producciones, la agencia que por entonces representaba a Soda Stereo.
Durante mi investigación tuve la posibilidad de escribir para la revista tipoGráfica de Rubén Fontana y uno de esos artículos que justamente analizaba la imagen de Soda Stereo como un caso excepcional en Argentina, por su coherencia visual, se lo entregué a Gustavo Cerati, quien se mostró interesado por el tema.
Esa coherencia del grupo era en gran parte contribución de Alfredo Lois, director de arte, muchas veces apodado como “el cuarto Soda”, quien había estudiado publicidad con Cerati y Zeta, y se encargaba del diseño de las portadas. Los Soda explotaban en América Latina y no paraban de girar, mientras yo trabajaba en “Doble Vida” (1988).
Tite Barbuzza
Tite Barbuzza, diseñadora gráfica y editorial, sus trabajos ligados a la música acompañaron la edad dorada del rock nacional. Creo el logo más reconocido de Soda Stereo.
Marcelo Álvarez / Los Andes
-¿En qué pensaste, en términos de diseño?
-La banda sentía en ese momento que estaba alejada de su público pero con un éxito impresionante. Pensé en algo que fuera fácil de reproducir y copiar. De cualquier manera, el logo me dio muchísimo trabajo y estuve durante meses con pinceles, plumas y fibrones hasta dar con el “tipito de Soda”, como lo llaman los fans por su simpático perfil humanoide. Creo que el éxito de esa pieza gráfica tiene que ver con que parece algo sencillo y eso lo vuelve cercano. Hasta se hacen tatuajes con el logotipo. Yo soy conocida especialmente por ese trabajo.
-¿Cómo continuó tu carrera una vez que eso concluyó?
-Volví a Mendoza con la hiperinflación, terminé la carrera de Diseño y más tarde viví dos años en Estados Unidos, donde trabajé como productora de televisión y en la industria discográfica de manera freelance. Después escribí y saqué fotos para una revista de viajes de México y en 1992 me instalé en Barcelona hasta el año 2004. Esa ciudad, que es la meca del diseño, me dio de todo: amigos, mucha cultura, miles de recitales y muestras de artistas increíbles.
También una proximidad con la música electrónica que me llevó a editar el libro “Barcelona Club Flyers”, presente en esta exposición en el MMAMM. Ese material fue el comienzo de mi colaboración con la editorial de arquitectura y fotografía Actar y ofrece un recorrido por más de 500 flyers que marcaron el boom de la música electrónica en Barcelona entre 1993 y 1999. Tuvo tres ediciones agotadas y fue una gran oportunidad junto a otras que tuve en destacadas agencias de publicidad. Trabajé, también, en el equipo de diseño del festival Sónar, de música avanzada y arte multimedia de Barcelona entre 1996 y 1998.
-¿Encontrás elementos en común o ciertas similitudes en tus diseños?
-Creo que soy diseñadora gráfica, en el sentido estricto de la palabra. Trato de que el cliente o quien me contrata se sienta reflejado en lo que quiere comunicar a través de mis diseños. Sin embargo, sí, tengo un cierto estilo.
-¿Hacia dónde va ese estilo?
-Hacia donde el viento me lleve.
-Un estilo libre…
-Exactamente (risas).
-¿Cómo era diseñar antes de que existieran las computadoras y sin internet?
-Era un proceso absolutamente artesanal, lento y laborioso. En mi caso utilizaba un tablero de dibujo muy grande, con reglas paralelas, escuadras, cartulinas forradas, rollos de papeles, lápices, fibras, pinceles y adhesivos. Trabajaba creando maquetas y bocetos, pegando elementos, transfiriendo tipografías y sacando fotos y fotocopias (lo más tecnológico del momento hasta llegar a la impresión final (risas). En los años noventa tuve mi primera computadora portátil y en Barcelona hice un trabajo para Estados Unidos con el que me pagaron con una Macintosh Quadra 800, que era un avión. Aprendí a manejar Photoshop con un libro impreso y después aprendí a manejar el Illustrator, Quark Xpress y Open Office, para los documentos de texto.
Tite Barbuzza
Tite Barbuzza, diseñadora gráfica y editorial, sus trabajos ligados a la música acompañaron la edad dorada del rock nacional. Creo el logo más reconocido de Soda Stereo.
Marcelo Álvarez / Los Andes
-¿En qué proyectos trabajás actualmente?
-Estamos trabajando con mi hermana escultora en su libro, un trabajo muy minucioso. También en producciones. Estoy escribiendo una novela que espero publicar cuando la termine, en unos cinco mil años. Formo parte de un taller de escritura que coordina Javier Cusimano, con quien ya publicamos dos antologías de cuentos. Lo último que hice relacionado a la música fue post pandemia para El Gonzo (2022), con un tributo a las grandes portadas del jazz.
Estoy viendo hacia dónde me muevo. Las redes sociales me cansaron y aprender todo el tiempo a manejar nuevos programas de diseño, también. Me parece mucho más nutritiva la escritura en este momento.
Ping Pong
-Si no hubieras estudiado Diseño, ¿qué te hubiera gustado seguir?
-Arquitectura. La fotografía es otro ámbito en el que me gusta explorar.
-¿Con qué banda de rock actual quisieras trabajar?
-Con Usted Señálemelo o bandas indies mendocinas, pero considero que cada época tiene su estética y sus protagonistas, su tribu.
-¿Te sentís rockera?
-Ya no tanto, aunque me encanta el rock. Me siento más identificada en la escucha con la música electrónica. De todas maneras escucho lo que se escucha como una forma de actualizarme. Amo la música en un sentido bastante amplio.
-¿Qué es lo mejor y lo peor de ser freelance?
-Lo mejor es el manejo del propio tiempo, el poder trabajar de noche, tranquila y sin distracciones. Lo peor creo que es la inestabilidad entre proyectos y hablar sobre números.
-Actualmente residís en Mendoza, ¿dónde te proyectás en el futuro?
-Viajando hasta donde me dé el cuerpo.
Imágenes sónicas. Diseño para la música
Por Víctor Boldrini, para la exposición en el MMAMM
Hoy percibimos música e imagen como un todo indisoluble. Aunque el registro sonoro se inventó en el siglo XIX, el disco como objeto artístico no se consolidó hasta el siglo XX. Con la primera portada ilustrada, obra de Alex Steinweiss, la experiencia de escuchar música se volvió inseparable de lo visual.
En la historia del rock y el pop argentino, una persona clave en esta fusión fue Tite Barbuzza. Su trabajo no sólo se limitó a las portadas: diseñó logotipos, pósters, escenografías y campañas de difusión. Participó en la creación de la estética que definió la “época dorada” del rock nacional.
Sus diseños fueron realizados en un contexto colaborativo entre amigos/clientes, primando el disfrute la experimentación y alejados de las presiones del marketing, convirtiéndose en una inspiración para una generación de artistas y diseñadores que se atrevieron a seguir sus propias visiones.
La exposición puede visitarse de miércoles a viernes de 10 a 19. Sábados, domingos y feriados de 16 a 20. Hasta el 7 de diciembre.