En el estado de Ceará, a unos 160 kilómetros de Fortaleza (Brasil), se esconde un lugar que parece sacado de un sueño. Calles de arena, posadas simples pero encantadoras, y un horizonte dominado por el mar turquesa y los acantilados rojizos que se elevan sobre la costa.
Este destino, que conserva una esencia rústica y bohemia, es Canoa Quebrada, un antiguo pueblo de pescadores convertido en uno de los secretos más bellos del litoral nordestino.
Playas vírgenes y naturaleza indómita
Canoa Quebrada es famosa por su paisaje único, donde los acantilados de color rojo intenso contrastan con el celeste del mar y el dorado de las dunas. Las playas son amplias, tranquilas y, en muchos casos, casi desiertas.
Entre las más conocidas se destacan Praia de Canoa Quebrada y Praia de Majorlândia, aunque hay tramos solitarios ideales para quienes buscan desconexión total de turismo. En las mareas bajas, se forman piscinas naturales perfectas para nadar y observar peces de colores.
El símbolo del lugar —una media luna y una estrella talladas en la roca— se ha convertido en la marca de su identidad y en el punto más fotografiado por los visitantes.
Atardeceres y vida bohemia
El ambiente de Canoa Quebrada combina tranquilidad diurna con noches animadas. Al caer el sol, los visitantes se reúnen en lo alto de las dunas para contemplar el atardecer más famoso de Ceará, donde el cielo se tiñe de tonos anaranjados y púrpura sobre el mar.
Luego, la Rua Dragão do Mar, conocida como “Broadway”, cobra vida con música en vivo, bares artesanales, puestos de comida y locales de artesanías. Allí conviven mochileros, artistas y viajeros de todo el mundo, generando una energía libre y multicultural.
Actividades y aventura
Además de descansar, Canoa Quebrada ofrece múltiples actividades para los amantes de la naturaleza y la adrenalina.
Se pueden realizar paseos en buggy por las dunas, vuelos en parapente sobre los acantilados, caminatas ecológicas y excursiones en jangadas, las tradicionales embarcaciones pesqueras de vela.
El clima cálido durante todo el año y el viento constante hacen que sea también un destino ideal para practicar kitesurf y windsurf.
Canoa Quebrada es un paraíso rústico, libre y profundamente auténtico, donde el mar, el viento y los acantilados cuentan historias de un Brasil salvaje y eterno. Un destino perfecto para quienes buscan belleza natural, aventura y un toque de magia en cada rincón.