El país superó las 100 mil muertes por Covid-19 y Mendoza ya registra casi el doble de decesos que el año pasado

Se atraviesa una desaceleración de los contagios pero los fallecimientos diarios se mantienen altos respecto de 2020 y con un empeoramiento de los indicadores. En la provincia se han registrado 3.598 desde el comienzo de la pandemia.

En mayo y junio se registró el 42 % de las muertes por Covid-19. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
En mayo y junio se registró el 42 % de las muertes por Covid-19. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Cien mil muertos por Covid-19 en Argentina. Tanto escuchar de números el último año y medio parece que ya son costumbre, un indicador, un parámetro. Pero este es más que un número: son 100.000 vidas, sueños, historias, familias que el Covid-19 arrasó en su camino tras llegar al país en marzo del año pasado. Es un número demasiado inmenso que se sumó uno a uno. Y cada uno duele, es un arrebato, es un padre, una madre, un hijo, un amigo del alma, que se llora, que dejó un vacío antes de lo esperado y de la peor manera: en la soledad del aislamiento.

El reporte del Ministerio de la Nación de ayer daba cuenta de un total de 100.250 fallecidos desde el inicio de la pandemia.

Mendoza recientemente cruzó la línea de la cifra redonda, esas que impactan, y hasta anoche sumaba 3.598 vidas perdidas por esta causa.

El 27 de marzo de 2020, autoridades del gobierno mendocino informaban sobre el primer fallecido por coronavirus en la provincia: un hombre de 81 años, quien desde el 2 de marzo había realizado un viaje en crucero por el Caribe, en el cual se detectaron algunos pacientes con la infección. Tras ser internado en Terapia Intensiva falleció en el hospital Español.

Seis días antes se notificaba el primer caso local, el sábado 21 de marzo al mediodía, y con ello, se materializaron los peores temores, la pandemia había llegado a suelo mendocino.

El 7 de marzo había muerto en el hospital Argerich de Buenos Aires Guillermo Abel Gómez, el primer argentino víctima de la enfermedad.

El reporte nacional de este miércoles dio cuenta de 614 fallecidos en una jornada con un total de casos confirmados de 4.702.657. El número superó ampliamente las proyecciones iniciales del gobierno nacional y de hecho, una frase del presidente Alberto Fernández fue el eco lejano que replicó ayer en medios y redes: “Prefiero 10% más de pobres y no 100.000 muertos”.

Deterioro

El número llega tras un recorrido doloroso para el país. La segunda ola está dando una tregua a nivel nacional y en la provincia, pero con una meseta alta de casos.

Con una disminución en la positividad, los contagios diarios notificados y la ocupación de camas, entre otros parámetros, se aprecia una mejora de las condiciones generales, que se anticipa sólo como un paréntesis. Pero lo cierto es que los indicadores respecto de la letalidad y mortalidad expresan un deterioro este año.

Durante 2020, y en poco más de 9 meses, murieron por Covid 1.250 personas en Mendoza. Este año en menos tiempo, 6 meses y medio, ya se cuentan casi el doble. Hasta anoche han sido 2.348. Durante el pico de la primera ola, se notificaron 494 muertes en octubre (su peor mes) y 335 en noviembre, es decir 829. Durante el pico de la segunda ola, en mayo de este año, se registraron 744 muertes y el segundo peor mes, en junio, fueron 685, es decir 1.429, un 72% más.

Los mayores de 60 años eran y siguen siendo quienes más mueren por esta causa y por encima de los 70 años de edad se concentran 41% de los fallecimientos.

En Mendoza, el año pasado la letalidad era de 2.17% y la mortalidad de 659,8 por millón de habitantes, de acuerdo al último reporte de 2020 del Ministerio de Salud de la provincia.

Pero 2021 empeoró. La letalidad por Covid-19 es superior este año. La acumulada en Mendoza desde el inicio de la pandemia es de 2,40% y en 2021 es de 2,54%. En tanto, la tasa de mortalidad es de 1.777,4 por millón de habitantes.

“La tasa de mortalidad por Covid-19 muestra un deterioro tanto en Mendoza como en el país”, advirtió la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa) a fines de la semana pasada.

Argentina pierde nuevamente un puesto a nivel mundial por un empeoramiento sostenido de este indicador desde fines de abril, respecto de los números de otros países. Tiene la peor peor posición ocupada este año. Hasta el jueves ocupaba el puesto 13 y había perdido dos lugares en una semana. Ayer estaba en el puesto 11. Pasó de 2.086 a 2.155,9 por millón de habitantes los últimos 7 días antes del fin de semana.

Bajó rápidamente desde el lugar 31 que ocupó entre el 16 y el 22 de abril y había estado, obvio, mucho mejor durante el verano con la marcada disminución de contagios.

Si se toman en cuenta las muertes semanales por millón de personas de la última semana, Argentina se ubica en el séptimo lugar a nivel mundial, tal cual refleja Our World in Data.

Por la incidencia de casos acumulada cada 100 mil habitantes, Mendoza se ubica en el lugar 19 entre las 24 provincias, de acuerdo a datos de la Dirección Nacional de Epidemiología e Información Estratégica detallados en el último reporte disponible, correspondientes a la semana epidemiológica 27 hasta el 8 de julio.

Pero ocupa el lugar 14 en cuanto a la tasa de mortalidad por millón de habitantes, aunque en ambos casos por debajo de la media nacional.

Superación de las expectativas

A mediados de marzo de 2020, el presidente Alberto Fernández recibió un informe reservado del Ministerio de Salud, contó Infobae. “Las proyecciones llevaban a una hipotética cantidad de enfermos que iba de los 250.000 a los 2.200.000. No lo decía, pero de acuerdo al ritmo de decesos que se registraban en China y Europa, el cálculo daba entre 2.000 y 60.000 muertos. Se quedó corto”, asegura la publicación.

Se llega a la situación actual con la llamada “cuarentena más larga del mundo” mediante, implementada por el gobierno nacional a partir del 20 de marzo de 2020 y que, en principio iba a durar dos semanas. Se extendió varios meses y la pobreza ascendió dramáticamente.

Siempre se estuvo con la amenaza a cuestas de un posible colapso del sistema sanitario y de que se repitieran las imágenes que provenían de otros países como Italia y Brasil, con cuerpos acumulándose en pasillos, camiones u otros sitios. No sucedió, el sistema de salud, con gran esfuerzo, sobre todo de sus trabajadores, resistió. Particular capítulo merece el de Mendoza que este año, superando 90% de ocupación logró llevar adelante ciertas aperturas que decidió sostener el gobernador Rodolfo Suárez y a contramano de lo que sugería Nación.

Impasse y perspectivas

El impasse de las últimas semanas sólo es un margen para acomodarse -como se pueda- de cara a una tercera ola que se anticipa inevitable, probablemente para agosto.

Será con la variante Delta como amenaza, a la que se le atribuye más poder de contagio y si hay más casos hay más muertos, advierten los especialistas. Hasta donde se ha dicho, aún no circula de manera comunitaria, ni en el país ni en Mendoza, aunque la provincia está resistiendo el embate de otra variante que se había señalado como muy temida. Luego de los estragos que causó en Brasil, la variante de Manaos es 70% de lo que circula en Mendoza.

Y en la vereda de enfrente, todas las fichas puestas en la vacunación, a contrarreloj si se quiere, para llegar antes del rebrote a la mayor cantidad de personas. La contracara es que para “la Delta” ya no sería suficiente una dosis y sólo 11% de las personas tienen esquema completo en el país.

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