26 de julio de 2025 - 22:00

Crisis en salud: los médicos llegan a cobrar 7% del valor real de una prestación en Mendoza

El titular del Círculo Médico habló de una crisis en los honorarios y dijo que está en juego la dignidad. Advirtió sobre las consecuencias.

Los bajos aranceles que las obras sociales y prepagas abonan a los médicos es un reclamo que los profesionales de la salud arrastran desde hace mucho tiempo. Ahora, desde el Círculo Médico de Mendoza advierten sobre una verdadera crisis en los honorarios médicos y hacen referencia a las consecuencias de esta problemática.

Incluso, se menciona que está en juego la dignidad de los médicos. El titular de la entidad, el doctor José Lodovico, alertó sobre esta problemática en un documento titulado: “Honorarios médicos en crisis: la dignidad profesional en juego”. Allí, da algunos detalles y ejemplos de la brecha entre los valores reales y lo que pagan las prestadoras además de mencionar las demoras que deben afrontar hasta que lo reciben.

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Los bajos aranceles que las obras sociales y prepagas abonan a los médicos es un reclamo que los profesionales de la salud arrastran desde hace mucho tiempo.

Los bajos aranceles que las obras sociales y prepagas abonan a los médicos es un reclamo que los profesionales de la salud arrastran desde hace mucho tiempo.

“En la práctica, el médico es el último en cobrar. Además, cobra menos, cobra tarde, y sin margen para negociar. El paciente, por su parte, desconoce muchas veces cuánto de lo que paga realmente llega a quien lo atiende”, destaca.

Con esto, el referente expresa que detrás de cada consulta médica existe una realidad silenciosa que afecta directamente al ejercicio profesional: los médicos cobran poco, tarde y sin posibilidad de negociación.

Cuánto cobran los médicos

Apela a un ejemplo reciente para exponerlo con claridad. Un cardiólogo que atendió pacientes en abril de 2025 recibió su liquidación recién en julio, con montos que evidencian la distorsión del sistema: $5.366 por una consulta y $1.493 por un electrocardiograma. Según valores éticos sugeridos por la Asociación de Cardiólogos de Mendoza, esos servicios deberían pagarse $28.531 y $20.074, respectivamente. Es decir, el profesional percibió apenas el 18% y el 7% del valor correspondiente.

El caso no es aislado. Es la norma en un sistema de salud donde los médicos son el último eslabón, asegura Lodovico: “Es un mecanismo habitual en el sistema. Entre el médico y el paciente se interponen financiadores (obras sociales y prepagas) y prestadores (clínicas o intermediarios), que son quienes acuerdan los valores. El médico no participa en la fijación de los aranceles ni en los tiempos de cobro. Simplemente presta el servicio, factura y espera”.

Lodovico advirtió que esta situación no sólo vulnera la dignidad laboral, sino que pone en riesgo la calidad del sistema de salud. Con honorarios desactualizados y condiciones precarias, se desalienta el ejercicio profesional y se sobrecarga a quienes continúan en actividad.

El presidente del Círculo Médico de Mendoza, José Lodovico Palma, analizó la compleja situación que atraviesa el sistema de salud en el país y dejó entrever los riesgos en el largo plazo.
El presidente del Círculo Médico de Mendoza, José Lodovico Palma

El presidente del Círculo Médico de Mendoza, José Lodovico Palma

Aunque el gasto en salud en Argentina representa entre el 8% y 10% del PBI, los honorarios médicos significan apenas el 15% de ese gasto. Desde las asociaciones médicas, la pregunta es clara: ¿a dónde va el resto del dinero?

Sostiene que el reclamo de los médicos no apunta al conflicto, sino a visibilizar una crisis estructural. Exigen honorarios dignos, actualizaciones mensuales y pagos en tiempo y forma. Porque sostienen que sin condiciones justas para los profesionales, no puede haber salud de calidad.

El profesional mostró algunas planillas con ejemplos de diferentes obras sociales. Muestran pagos de $4.000 y $1.493 por un electrocardiograma, según la prestadora. Agrega varios casos de consultas que fueron pagadas a $5.366 mientras que solo una de ellas abonó $9.600 en el mismo caso. Lo contrapuso a otra planilla de la Asociación de Cardiólogos de Mendoza con el nomenclador de mayo donde se estipula el valor de una consulta cardiológica en $26.531, una consulta a domicilio en $61.764 y un electrocardiograma a $20.074.

Advertencias previas de médicos nacionales

A fines de abril, 21asociaciones médicas profesionales y científicas de todo el país, reunidas en el Foro de Sociedades Médicas, alertaron sobre la "grave crisis" que atraviesa el sistema de salud argentino. Entre los principales problemas señalados figuran las demoras en la atención, la falta de especialistas y la creciente precarización laboral.

Los profesionales advierten que el pluriempleo, al que muchos médicos se ven obligados por la caída sostenida de sus ingresos, está afectando directamente la calidad de atención a los pacientes. La situación, sostienen, no solo compromete el bienestar de quienes trabajan en salud, sino que pone en riesgo la eficacia del sistema en su conjunto.

“En relación con el acceso al sistema de salud, estamos asistiendo a demoras en la atención, inclusive de las urgencias, servicios de guardia colapsados que en horarios marginales solo reciben a pacientes en situaciones de riesgo de vida, residencias médicas despobladas -ya que los profesionales jóvenes eligen otros caminos- y turnos para atención o realización de estudios con más de dos meses de demora, entre muchas otras deficiencias”, sostuvo el doctor Gabriel Persi , vicepresidente de la Sociedad Neurológica Argentina.

Qué dice el texto completo

Detrás de cada consulta médica hay una trama silenciosa que erosiona el ejercicio profesional. Un caso concreto lo revela con claridad.

La sociedad escucha con frecuencia que “los honorarios médicos están atrasados” o que “los pagos llegan tarde”. Sin embargo, pocas veces se explica por qué esta situación se ha vuelto insostenible. Desde las asociaciones médicas venimos señalando que el eslabón más débil del sistema de salud son los médicos y los

pacientes. Esta afirmación no es un eslogan: es una verdad que se verifica todos los días en la práctica profesional.

Para ilustrarlo, basta con un ejemplo real. Un médico cardiólogo realizó en abril de 2025 varias prestaciones para pacientes de distintas obras sociales. A fines de julio —tres meses después— recibió la liquidación de sus honorarios, emitida por la clínica (prestador intermediario). Allí figura que por una consulta cardiológica se le abonan $5.366,47, y por un electrocardiograma, $1.493,98.

¿El dato relevante? Según el Nomenclador de mayo 2025 de la Asociación de Cardiólogos de Mendoza, el valor ético sugerido para una consulta cardiológica es de $28.531,95 y para un electrocardiograma $20.074,26. Es decir, este profesional cobrará apenas el 18% del valor ético de la consulta, y tan solo el 7% del valor ético del electrocardiograma.

Y no se trata de un caso aislado. Es un mecanismo habitual en el sistema. Entre el médico y el paciente se interponen financiadores (obras sociales y prepagas) y prestadores (clínicas o intermediarios), que son quienes acuerdan los valores. El médico no participa en la fijación de los aranceles ni en los tiempos de cobro. Simplemente presta el servicio, factura y espera.

En la práctica, el médico es el último en cobrar. Además, cobra menos, cobra tarde, y sin margen para negociar. El paciente, por su parte, desconoce muchas veces cuánto de lo que paga realmente llega a quien lo atiende.

Esta distorsión del sistema tiene consecuencias graves. Se desincentiva el ejercicio profesional, se sobrecarga a quienes siguen trabajando en condiciones precarias y se deteriora la calidad del sistema de salud en su conjunto. Porque la dignidad profesional no es un privilegio: es una condición necesaria para una medicina de calidad.

El gasto en salud en Argentina ronda entre el 8 y el 10% del PBI. Sin embargo, los honorarios médicos apenas representan el 15% del total del gasto en salud, según estimaciones académicas. La pregunta es evidente: ¿dónde va el resto? ¿Qué parte del sistema se alimenta con esa diferencia mientras los profesionales apenas subsisten? Este ejemplo no busca generar alarma. Busca abrir los ojos. Expone con claridad por qué reclamamos honorarios dignos, actualizaciones mensuales y pago en tiempo y forma. La salud no puede seguir dependiendo del sacrificio silencioso de sus profesionales. Porque cuidar a quienes cuidan es una responsabilidad de todos

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