30 de julio de 2025 - 07:30

Científica mendocina premiada: del laboratorio "Jurassic Park" al reconocimiento científico nacional

Por su trabajo en Biología Molecular, María Laura Mascotti resucitó una enzima extinguida. Recibió uno de los galardones más prestigiosos del país: "Fue una sorpresa total", admite.

Doctora en Biología e investigadora del Conicet, Mascotti fue distinguida por su trayectoria en el estudio evolutivo de proteínas, con potencial aplicación en salud y química sustentable.

“Fue una sorpresa total, absolutamente inesperado”, confesó Mascotti a Los Andes. Es que se enteró de la distinción cuando recibió el llamado del comité evaluador. “Me hablaron todos juntos por altavoz, desde la comisión de Cultura y Ciencia. Yo estaba en el parque con mi hijo cuando me dieron la noticia, fue muy fuerte”, recordó emocionada.

La científica tiene 39 años, es investigadora de Conicet en el Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM), en el que lidera un grupo de investigación con fuerte orientación en Bioquímica y Biología Molecular, que conjuga evolución molecular, bioinformática avanzada y enzimología.

Dra. María Laura Mascotti Cientifica mendocina
Dra. María Laura Mascotti, al científica mendocina premiada - Fotos Fernando Forni

Dra. María Laura Mascotti, al científica mendocina premiada - Fotos Fernando Forni

Se desempeña en el campo de la bioquímica evolutiva. Su principal objetivo de estudio es descifrar el origen y la diversificación funcional de las enzimas involucradas en procesos de óxido-reducción, con el objetivo biotecnológico final de proyectarlas a procesos biotecnológicos de vanguardia.

El Premio Fundación Bunge y Born se entrega ininterrumpidamente desde 1964 y ha sido otorgado a exponentes como el Premio Nobel argentino, Luis Federico Leloir (1965, Medicina).

Un premio prestigioso de la ciencia argentina

La importancia de la premiación en el ámbito científico nacional está dada por el prestigio del jurado y de los premiados. Destaca la trayectoria y los aportes de sobresalientes científicos argentinos mientras que la entidad promueve el desarrollo de soluciones novedosas a problemas educativos, culturales, científicos y de salud pública.

El Premio Estímulo, que recibió la mendocina, resalta a los investigadores jóvenes más destacados en su disciplina y se entrega desde 2001.

El galardón mayor, en esta edición, fue para el doctor Alberto Kornblihtt, quien cuenta con una destacada trayectoria internacional como biólogo molecular. Su equipo investiga la regulación del splicing alternativo del ARN mensajero, el mecanismo celular que permite a cada gen dar la orden para fabricar más de un tipo de proteína.

Compartir la edición con alguien como Kornblihtt fue un honor enorme. Para cualquiera que haya estudiado Biología Molecular, él es un referente absoluto”, destacó Mascotti.

En tanto, el distinguido jurado puso en valor las virtudes de la mendocina: “Es una investigadora sobresaliente, que combina liderazgo científico con compromiso institucional. Su trabajo abarca herramientas informáticas y análisis de genomas, filogenia computacional y cinética enzimática de alto nivel”. Además agregó: “Es una referente en el estudio de la evolución de enzimas: sus trabajos pueden tener impacto notorio en química verde, síntesis de compuestos específicos y salud humana. Se destaca particularmente su labor de alto nivel en el interior del país”. Consideró que su trayectoria la destaca como una científica muy promisoria.

Investigación con impacto real

Mascotti lleva más de 15 años investigando proteínas desde una perspectiva evolutiva, intentando comprender cómo adquirieron sus funciones actuales. “Desarmamos las proteínas para ver cómo funcionan y cómo podríamos rediseñarlas para cumplir tareas específicas”, explicó. Este enfoque tiene aplicaciones potenciales en la medicina y la industria.

Por ejemplo, su equipo estudia proteínas que participan en la respiración celular, un proceso clave para la supervivencia de las células. “Queremos diseñar variantes que puedan ayudar a células con dificultades respiratorias”, explicó. Es una línea de trabajo que podría derivar en desarrollos terapéuticos en el futuro.

Alberto Kornblihtt
Dr. Alberto Kornblihtt - Fotos Rodrigo de la Fuente.

Dr. Alberto Kornblihtt - Fotos Rodrigo de la Fuente.

Otra de las aplicaciones se vincula con la química verde, un campo que busca alternativas sostenibles a procesos industriales contaminantes. “La industria química tradicional consume muchos recursos y contamina. Una estrategia es usar sistemas biológicos, como proteínas rediseñadas, para lograr los mismos compuestos de forma más limpia y eficiente”, explicó.

El reconocimiento de la Fundación destaca el potencial transformador de sus investigaciones. Como ella misma resume: “Lo que hacemos puede parecer lejano, pero si entendemos cómo funcionan las proteínas, podemos abrir la puerta a soluciones reales para la salud, la industria y el ambiente”.

Una de las particularidades del galardón es que los candidatos no se postulan, sino que son seleccionados por comités de expertos convocados por la Fundación.

Un Jurassic Park en Mendoza

Hace unos meses, la investigadora fue noticia en Los Andes ya que había logrado “resucitar” una proteína ancestral que ya no existe en la Tierra. Para entender mejor su trabajo y tal cual describió ella misma, es una especie de “Jurassic Park”. Permitirá estudiar los procesos de transformación que atravesó para mutar en su descendiente en la actualidad para sobrevivir a un rotundo cambio de hábitat. Es que pasó de vivir sin oxígeno, cuando este no existía sobre la Tierra a un entorno en el que este sí existe.

Es que se dedica a desentrañar la evolución de enzimas que han mutado para adaptarse. En este caso se trata de las Baeyer-Villiger monooxigenasas (BVMOs).

“La proteína ancestral no existe más, se extinguió, entonces esto sería como Jurassic Park, como la película, como resucitar las cosas que se extinguieron”, describe la experta. La enzima “resucitada” que obtuvieron está en su laboratorio.

“Vos estudias la evolución, como la de todos los organismos, cambios a través del tiempo, hay especies que no existen más porque se extinguieron como los dinosaurios por ejemplo, entonces lo que nosotros hacemos es estudiar la evolución de las proteínas”, detalla Mascotti.

Y ¿Por qué hacerlo? “Porque nos dicen un montón -asegura-, nos dicen cómo los organismos funcionan, porque las enzimas en particular son las máquinas moleculares que hacen que los organismos cumplan funciones, como poder degradar la comida, una bacteria por ejemplo puede sobrevivir en un ambiente donde hay sustancias tóxicas, entonces ¿qué hace? las tiene que transformar, bueno para eso sirven estas que hemos estudiado, para eso le sirven a la bacteria”, explica.

Dra. María Laura Mascotti científica mendocina
Dra. María Laura Mascotti - Fotos Fernando Forni

Dra. María Laura Mascotti - Fotos Fernando Forni

Lo que hacen las enzimas BVMOs es tomar oxígeno del aire para transformar moléculas mediante un proceso de oxidación. La idea es entender cómo hicieron esas proteínas, que hoy vemos en todas las bacterias, para aprender a usar oxígeno.

Mascotti se formó en Biología Molecular, hizo su doctorado en Biología y múltiples postdoctorados antes de ingresar como investigadora de Conicet en 2017. Actualmente, lleva entre 8 y 10 años enfocada en su línea de investigación actual. “Aunque la situación de la ciencia en Argentina es muy compleja, seguimos adelante porque creemos en el valor de lo que hacemos”, afirmó.

Avances para la medicina

En cuanto a las motivaciones para el reconocimiento de estos dos destacados científicos en esta edición, la entidad destacó que la Bioquímica y la Biología Molecular son disciplinas que permiten entender los mecanismos moleculares que controlan la actividad celular, y son clave para el avance de la medicina, la genética, la biotecnología y otras ciencias de la vida.

“Son disciplinas emparentadas que estudian los procesos químicos y moleculares fundamentales para la vida, incluyendo la estructura, función e interacción de biomoléculas como proteínas, lípidos, carbohidratos y ácidos nucleicos, así como las rutas metabólicas que sustentan el funcionamiento celular”, refirió la fundación.

Agregó que además, analizan cómo se replica, transcribe y traduce en proteínas la información genética contenida en el ADN , y cómo se regula esta expresión génica. Puso en valor su aporte al subrayar: “En conjunto, permiten entender los mecanismos moleculares que controlan la actividad celular, y son clave para el avance de la medicina, la genética, la biotecnología y otras ciencias de la vida”.

La ceremonia de entrega se realizará el lunes 15 de septiembre en la Sala Argentina del Palacio Libertad, Sarmiento 151, CABA.

LAS MAS LEIDAS