Abel Albino: “Tenemos la obligación moral de que cada niño despliegue su potencial”

El médico especialista en desnutrición y titular de Conin explica por qué se interesó por esta problemática. Explica cómo se desarrollan los niños mal alimentados y las acciones que realizan.

Abel Albino, titular de Conin, entrevistado en Agenda Los Andes.
Abel Albino, titular de Conin, entrevistado en Agenda Los Andes.

Abel Albino lleva 30 años ocupándose de la desnutrición infantil, como sabemos sus acciones las realiza a través de Conin, entidad que tiene sedes en distintos lugares del país y del mundo. En esta entrevista que hizo en Agenda Los Andes cuenta los inicios, cómo trabajan y explica detalladamente cómo es el proceso de desnutrición y la forma para evitarla.

-¿Cómo comenzó su interés por la desnutrición infantil?

-Conin es una fundación, una asociación civil sin fines de lucro que nació en Chile hace 51 años exactamente, yo estaba en Chile haciendo una beca de Pediatría en el Hospital Luis Calvo Mackenna en Santiago y apareció en el hospital de visita un profesor invitado a hablar con los residentes. El invitado era el profesor Fernando Mönckeberg que iba a empezar a trabajar en una organización que se iba a llamar Conin y que iba a abordar el tema de la pobreza y de la desnutrición. La problemática de Chile era muy preocupante en esos años, tenían un 60% de pobreza, un 130 por mil de mortalidad, un chileno ganaba 400 dólares anuales de promedio, en 1950 el último índice que tenían de promedio medio de vida era de 38 años, exportaban 500 millones de dólares y había cuatro universidades. Bueno, empezó a trabajar Fernando Mönckeberg en el tema desnutrición y pobreza. Los guarismos cambiaron de una manera sorprendente y salieron del problema de la desnutrición en 35 años. Hoy Chile, que tenía una mortalidad infantil de 130 por mil, bajó al 6,7, más baja que en Estados Unidos. De cuatro universidades pasó a tener 48, de 400 dólares anuales de ingreso hoy están en 15.900, creo que nosotros estamos en 6.500 dólares. De exportar 500 millones de dólares pasaron a 95 mil millones de dólares. Argentina está entre 80 y 90 y los chilenos han crecido 12 centímetros y medio en los últimos 25 años. Persiste la pobreza, hay pobreza, es del 8,5 pero como dije han crecido 12 centímetros y medio en los últimos 25 años. El analfabetismo en mi época era del 28% y hoy tiene el 97% con primaria completa, el 72% de secundaria completa y el grupo etario que ingresaba a la universidad, los chicos entre 17 y 19 años, era del 2% y hoy es del 49%.

-¿Qué pasó para generar tantos cambios?

-Pasó Conin. ¿Y cuál es el razonamiento del profesor Fernando Mönckeberg? El dijo que la desnutrición es importante porque genera debilidad mental, pero es la única debilidad mental que se puede prevenir, es la única que se puede revertir porque es la única que es creada por el hombre, por lo tanto el hombre no solamente puede, sino que debe quebrarla. La principal riqueza de un país es su capital humano y si está dañado el país no tiene futuro.

El cerebro es el órgano que más rápidamente crece. ¿Cuánto pesa el cerebro de un niño al nacer? El 10% del peso de nacimiento. ¿Y cuál es el peso ideal de un niño cuando nace? 3,2 kilos, el cerebro pesa entonces 320 gramos, pero se duplica el peso de nacimiento en seis meses y se triplica en un año; lo mismo pasa con el cerebro, duplica el peso del nacimiento en seis meses y lo triplica en un año. O sea que el niño que nació pesando 3,2 kilos y duplica su peso en seis meses pasa a pesar 6,4 kilos y el cerebro se va a 640 gramos. En un año se triplica el peso de nacimiento y se va a 9,6 kilos y el cerebro a 960 gramos, casi un kilo. ¿De adulto cuánto pesa? 1,2 kilos. Lo que crece después del primer año es poco. Al fin del primer año el chico tiene el 80 por ciento del peso del cerebro. Entonces, si nosotros queremos accionar sobre la nutrición del chico y sobre ese cerebro, tenemos que hacerlo dentro del primer año.

Siempre podemos actuar con el niño que lo necesita y siempre debemos hacerlo, pero si queremos resultados reales tenemos que hacerlo antes. Ese es el razonamiento de Fernando Mönckeberg.

Pero si nosotros nacemos y morimos con la misma cantidad de células nerviosas, ¿por qué aumenta el peso del cerebro? Porque cada neurona, de las 100 mil a 140.000 millones de neuronas que tenemos en los escasos 3 milímetros de espesor de la corteza cerebral, tres rayitas del centímetro. Cada neurona emite hasta 15.000 cables, es necesario una buena alimentación que es el 50% y una buena estimulación que es el otro 50%. Esto es un trago de leche y un beso.

Si yo no le doy la leche que necesita en calidad y cantidad, y el afecto que necesita en calidad y cantidad, no tendré un cerebro óptimamente cableado, ese cableado neurológico se completa más o menos al año y medio porque se cierra la fontanela anterior y el cráneo es una unidad sellada. ¿Cómo sabemos cómo va cableándose el cerebro? Porque el cráneo crece un centímetro por mes en el primer año. Cuando nace mide lo que mide el canal del parto, 35 centímetros. Creciendo un centímetro por mes en el primer año, termina el primer año y termina ese crecimiento rápido, entonces se frena allí y da un salto de un centímetro al año y medio y se cierra.

Entonces tenemos que ir dentro del primer año a accionar sobre ese cerebro, porque si está bien cableado estará en condiciones de ser educado. La educación es una semilla maravillosa, pero toda semilla para fructificar necesita un sustrato y el sustrato ideal donde se siembra la educación es un cerebro bien cableado.

Primero nutrición y estimulación adecuada, preservar el cerebro sobre todo dentro del año, segundo educar ese cerebro, si simultáneamente ponemos tener cloacas nos sacamos de arriba los parásitos y si además le damos agua corriente y caliente nos sacamos de encima las gastroenteritis. También necesitan electricidad, así se pueden conservar alimentos, calefaccionar en invierno refrigerar en verano y podrán estudiar después de las 6 de la tarde.

Hay que recordar tres conceptos de grandes hombres que tuvo la Argentina: Ramón Carrillo decía que los hongos, los virus y las bacterias como causas de enfermedad, son pobres causas al lado del daño gigantesco que produce la falta de cloacas. Y Sarmiento decía que no hay derecho que una persona quede ciega después de las seis de la tarde. En los ranchos no tienen luz a esa hora porque tampoco tienen ventanas, así se protegen del frío. Y otra cosa que decía Sarmiento era que no puede ser que una persona, o una familia, no tenga agua corriente en su casa. Estos conceptos son preciosos de este sanjuanino ilustre. Hay otros sanjuaninos que han sido de avanzada en ayudar a los pobres como Maurín Navarro o Guillermo Rawson, que han sido fantásticos con la mirada puesta hacia los más débiles.

En definitiva nosotros hacemos una de las cosas más nobles que puede hacer un individuo en la sociedad que es ayudar a los más débiles. Debemos igualar hacia arriba, los que hemos aprendido a leer y escribir en este país querido tenemos la obligación moral que cada niño pueda desplegar su potencial genético para tener igualdad de oportunidades.

-En Mendoza la pobreza infantil en el segundo semestre del 2021 llegó casi al 62%, en el 2022 quedó casi en el 60%. ¿Cuál es la situación de la desnutrición infantil en nuestra provincia más allá de los indicadores que pueda dar el Gobierno?

-Es interesante lo que pasa aquí en Mendoza. Fernando Mönckeberg que cumplió 97 años y sigue trabajando, pensando y reflexionando, dice que bajar hasta dos dígitos la mortalidad infantil es un indicador indirecto de desnutrición, bajar hasta dos dígitos es relativamente fácil, controlando a la embarazada y al niño dentro de los dos primeros años, esos son los famosos mil días. Son 270 días de embarazo, más 365 días del primer año, más 365 días del segundo, eso da mil. Si quiero hacer más foco todavía, embarazo y primer año.

Bajar hasta dos dígitos es relativamente fácil controlando la embarazada y hoy se hace con la tecnología, y controlando al niño dentro de los dos primeros años y debería ser una obligación moral que realicen ese control para que no mueran chicos porque ver morir a los niños es un desastre.

Si se quiere bajar a un dígito la mortalidad, es solamente con estos hospitales de Conin decía Fernando Mönckeberg. El se dio cuenta que el desnutrido es un inmunodeficiente y si yo lo llevo a un hospital general, que puede ser magnífico, allí se infecta y muere con facilidad. Entonces pensó en hacer ámbitos intermedios que no sean tan costosos como un hospital, ni tan pobres como su casa. Y allí surgen los hospitalitos de internación de Conin, que la mortalidad infantil que era del 28% bajó al 2,8%, 10 puntos. El costo operativo de una cama puede valer desde 500 dólares hacia arriba, una de terapia intensiva vale cualquier cosa en un hospital importante, en estos se gastan 30 dólares.

Nosotros hicimos los centros de prevención sin querer, no lo pensamos mucho porque no podíamos terminar de construir el hospital. Hace 30 años, un buen día le empecé a dar una respuesta concreta a cada problema: educación nutricional, educación para la salud, lactancia materna, jardín maternal, jardín infantil, estimulación temprana, escuela de artes y oficios, programa de educación agraria, lecto escritura para analfabetos, ropero familiar, escuela para padres, documentación y legalización de la familia, tratamiento para el alcoholismo, inmunizaciones. También empezamos a pensar en pedir agua corriente, agua caliente, luz eléctrica, cloacas, asistencia alimentaria complementaria. No solamente de pan vive el hombre, necesita todo lo anterior. Sin querer hicimos el primer Centro de Prevención del desnutrición del mundo, hoy tenemos 111 de esos centros en el país y 15 en el extranjero.

-¿La situación en Mendoza cuál es?

-En una convención de Conin que se hizo en nuestra provincia hace cuatro años, estaba gobernando Alfredo Cornejo aquí en Mendoza. Estaba también la ministra de Salud Najul. Ella nos trató con mucho cariño ese día y dijo que los nuevos guarismos eran sorprendentes, la desnutrición infantil era del 7,7 y hoy Mendoza tiene un 6,6. Eso que decía Fernando Mönckeberg de que bajar la mortalidad infantil a dos dígitos es fácil es así, ahora si lo quieren bajar a un dígito es con estos hospitales.

-¿Es bueno ese dato del 6,6?

Es bueno sí, en estos años nos entregaron casi 3.000 niños desnutridos, severos muchos de ellos, internacionalmente hablando se muere el 28%, a nosotros se nos murió un solo chico en 20 años.

Eso nos sorprendió muchísimo, nos encantó, estamos más que contentos y conformes con lo que se ha hecho. Nos vino un premio ahora que nos dieron hace 10 días en el Congreso de la Nación en reconocimiento por la labor y la verdad es que nos emociona, nos ha alegrado el alma.

¿Cuántos chicos tienen hoy?

Hoy tenemos en todo el país 8.500 chicos que se asisten. Hemos recuperado ya cerca de 38.500 chicos y aquí tenemos 300 familias.

-Están haciendo una campaña para asociar a más gente a Conin para que colabore.

-Yo creo que el beneficio es de todos porque el perjuicio es de todos. Todos debemos colaborar con esto, todos debemos ser miembros de la Asociación de Amigos de Conin con un pequeño monto. ¿Cuánto vale una pizza? ¿Media pizza, la más elemental, 1.000 pesos? Hago la referencia para que en un par de meses o el año que viene sepamos con cuánto estamos ayudando. Insisto con que los que hemos aprendido a leer y escribir en este país querido, tenemos la obligación moral de que cada uno de nuestros niños pueda desplegar su potencial genético para tener igualdad de oportunidades. Una ONG sola no puede, el gobierno sólo tampoco, la sociedad desorganizada menos. Pero si los gobiernos trabajan junto con las organizaciones no gubernamentales, las empresas, los colegios, las iglesias, las universidades y toda la comunidad; y bueno, otro gallo va a cantar.

-¿En qué página web se puede asociar el que quiera?

-En www.conin.org.ar ahí se puede hacer socio y aportar.

-¿Voluntariado hay?

-Sí, están las voluntarias que nos llevan los chicos para hacerles estudios, los llevamos a distintas instituciones para hacer una tomografía o para hacer una radiografía. Están los que regalan ropa, lo que regalan leche, porque la lactancia materna ojalá sea exclusiva hasta los seis meses. Después viene la alimentación complementaria y entonces tenemos que darle en el bolsón de comida que les entregamos una vez a la semana a esa familia si asiste la madre a capacitarse, a aprender a leer y escribir.

Si una persona entra en Conin porque necesita que atendamos su hijo, nosotros lo atendemos, pero ella tiene que capacitarse porque la mamá es el principal agente sanitario que tenemos, entonces mal podríamos valernos de ese agente sanitario y servirla a esa criatura, si la madre es analfabeta por ejemplo, así que tenemos que solucionar ese problema y después capacitarlas para que arreglen prendas, tenemos máquinas de coser que nos ha regalado Rotary y entonces hacen ropita para los chicos y jóvenes y también uniformes para la gente nuestra. El ropero familiar ser formó porque un día yo iba al Algarrobal hace muchos años y encontré un chico en la nieve. Yo iba con sobretodo dentro del auto, con calefacción, con bufanda, con guantes y veo que el chico levantaba las piesitos y estaba descalzo. Entonces me bajé del auto y le pregunté casi retándolo por qué estaba descalzo porque se iba a enfermar, hasta lo angustié al chico. Y me explicó que estaba esperando que su hermano volviera de la escuela para que le diera los zapatos y él se iba después porque iba al turno tarde con los zapatos que le dejaba el hermano. Ese día me preocupó mucho, volví a mi casa y vi que tenía un montón de partes de zapatos que no usaba. Eso nos pasa a muchos y se lo podemos regalar a alguien. Los tenemos por el día que llueve y nunca el día que llueve volvemos a la casa cambiarnos los zapatos. Hicimos el ropero familiar.

A partir de ahí lo investigó Pablo Lledó, que es una economista de la Universidad Nacional de Cuyo que es Master en Economía en Londres en la Universidad de York, y surgió el “efecto zapatillas”, así le pusieron en la Facultad de Ciencias Económicas. El detectó que disminuyó la mortalidad, la morbilidad, había disminuido la dependencia y la deserción por el “efecto zapatillas”. Por tener calzado faltaron menos a la escuela, no se enfermaron y al no enfermarse no se murieron y al no morirse los padres trabajaron más y mejor, durante ese tiempo faltaban menos a su trabajo. Tenían menos tristeza. Tenían más alegría de vivir.

Ahora inauguramos hace 15 días en Córdoba un Conin en Villa Allende que normalmente no tenía ese problema de la desnutrición, ahora lo tienen y hay que solucionarlo. Cuando hay pobreza nadie come mejor, se come peor y la gente cuando gasta más de 16% de sus ingresos en alimentos está en problemas, en Estados Unidos se gasta el 16 y nosotros gastamos el 60% de nuestro presupuesto familiar. La madre que va al supermercado, no puede comprar todo lo que quisiera, compra cantidad y no calidad, compra farináceas, harinas, y no compra proteínas.

Al no consumir proteínas el organismo le pone el freno de mano al crecimiento, se queda el chico, baja talla. Cuando yo tengo una niño con una gastroenterocolitis es un niño que pierde peso. Cuando tengo un niño que lleva ya mucho tiempo con esa gastroenterocolitis o con déficit alimentario, lo que pierdo es talla y cuando es dentro del primer año, lo que pierdo es perímetro craneano, entonces aprenden a sumar y a restar y nunca a multiplicar y dividir, nunca entenderá el teorema de Pitágoras y jamás irá a la universidad y con él nos quedamos todos.

Ese chico no crece, pone el freno de mano al crecimiento y se queda de baja talla, el freno queda puesto y ya no crece. Cuando vuelve a una dieta normal o relativamente normal, como ya no crece se ensanchan, entonces dicen “Doctor yo no tengo chicos desnutridos en mi comuna, tengo chicos con sobrepeso y obesidad” como si los bacanes se hubiesen mudado y no es así. El chico en ese estado va directo a cinco estaciones que ya se conocen: sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes tipo 2 y cardiopatía. Es el destino final de ese niño, de hecho los latinoamericanos vivimos entre 10 y 15 años menos de una europeo, no es gratis lo que nos pasa, nos estresa y nos pone mal.

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