¿Notas que tu perro está inquieto, ladra sin razón o se esconde con frecuencia? Estas señales pueden indicar ansiedad en los perros. Identificar las causas y aplicar estrategias adecuadas puede marcar una gran diferencia. Con el enfoque correcto, es posible ayudarlo a recuperar la calma y mejorar su bienestar emocional y la armonía en casa.
Te compartimos 10 pasos que podrías aplicar en tu perro para ayudarlo contra la ansiedad
1 - Revisión veterinaria como primer paso
El primer paso para saber si tiene ansiedad siempre debe ser descartar problemas físicos. Veterinarios especializados en conducta de mascotas insisten en que, si un perro cambia repentinamente de actitud, pierde el apetito o se vuelve más irritable, podría estar atravesando un cuadro de dolor o enfermedad que desencadena ansiedad. Una revisión médica es clave antes de iniciar cualquier otro tratamiento.
2 - Interpretar el lenguaje corporal de los perros
Aprender a leer el lenguaje corporal del perro es fundamental. Señales como orejas hacia atrás, cola baja, lamido de labios, hiperventilación o inquietud pueden ser una alerta. Detectarlas de forma temprana permite actuar antes de que el miedo se transforme en agresividad.
3 - Reconocer el efecto anticipatorio
Es frecuente que los perros empiecen a mostrar signos de ansiedad incluso antes de que ocurra aquello que los altera. A este fenómeno se lo llama efecto anticipatorio. Por ejemplo, algunos animales comienzan a inquietarse apenas notan señales que anticipan una tormenta o detectan que su dueño está por salir.
Ante estas situaciones, la especialista Valli Parthasarathy recomienda actuar rápidamente: alejar al perro del entorno estresante y fomentar comportamientos tranquilos. Esta intervención temprana puede ayudar a generar asociaciones positivas y prevenir que el malestar emocional se intensifique.
4 - Evitar la técnica de “inundación”
Para tratar la ansiedad, los expertos recomiendan evitar la “inundación”, es decir, exponer bruscamente al perro a lo que le causa temor. En su lugar, se propone una estrategia progresiva de desensibilización y contracondicionamiento: mostrarle el estímulo en niveles bajos y vincularlo a experiencias positivas, como premios o juegos.
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Es fundamental prever las situaciones que puedan generar estrés en nuestra mascota.
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5 - Proceso gradual y asociaciones positivas
En lugar de enfrentar al perro directamente con lo que le causa temor, los profesionales sugieren una aproximación paulatina, basada en la desensibilización y el contracondicionamiento.
Esto implica presentar el estímulo que provoca ansiedad en niveles muy bajos —que no generen miedo— y vincularlo con recompensas agradables, como juegos o golosinas.
Por ejemplo, si un perro tiene miedo de otros canes, se puede comenzar por familiarizarlo con el uso del arnés en casa, luego sacarlo a pasear en zonas tranquilas y, finalmente, exponerlo de forma controlada a otros perros a distancia, siempre premiando su calma.
6 - Asociar el veterinario con momentos positivos
Muchos perros sienten temor al visitar al veterinario. Para reducir ese miedo, se recomienda realizar salidas breves y agradables a la clínica, sin necesidad de atención médica, de modo que el lugar se relacione con estímulos positivos.
En el hogar, también se pueden practicar manipulaciones similares a las de una consulta, como tocarle las patas, mirar sus orejas o revisar su boca, ayudando a disminuir la tensión en futuras visitas
7 - Estimulación mental como rutina diaria
Además de los paseos y el ejercicio físico, los perros con ansiedad necesitan ejercitar su mente. Actividades como juegos de olfato, rompecabezas interactivos o comederos que requieren resolver tareas estimulan su concentración y aumentan su seguridad.
Según la especialista Parthasarathy, estos desafíos son especialmente útiles durante los momentos en los que el perro queda solo, ya que reducen el estrés y previenen comportamientos no deseados.
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Los especialistas sugieren actividades particulares para contribuir a que un perro con ansiedad disminuya su estrés.
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8 - Apoyos complementarios para el equilibrio emocional
Hay elementos que pueden ayudar a calmar a perros ansiosos, como los chalecos de compresión tipo ThunderShirt, difusores de feromonas sintéticas o dispositivos de sonido blanco.
También existen suplementos naturales como la melatonina o el triptófano. Sin embargo, los profesionales insisten en consultar siempre con un veterinario antes de utilizar estos productos, ya que su efectividad y seguridad pueden variar.
9 - Premiar lo bueno, evitar el castigo
Aplicar castigos o usar herramientas negativas —como collares eléctricos o aerosoles— puede empeorar el miedo y dañar el vínculo con el tutor. Los expertos en conducta animal recomiendan reforzar los comportamientos deseados con premios, establecer límites claros y mantener coherencia en la forma de comunicarse con el perro.
10 - Uso de medicación en casos complejos
Cuando la ansiedad es muy marcada o no puede evitarse el estímulo que la desencadena, el tratamiento con fármacos recetados por un veterinario puede ser una opción eficaz. Se emplean desde medicamentos de uso diario, similares a los antidepresivos, hasta ansiolíticos de acción puntual. La medicación no reemplaza la terapia conductual, pero puede facilitarla y mejorar la calidad de vida del animal.
Cabe remarcar que los expertos destacan la necesidad de un enfoque completo, personalizado según cada situación en los perros. Con atención continua, dedicación y el acompañamiento de profesionales, los perros que sufren ansiedad pueden mejorar su bienestar y disfrutar de una vida más estable y serena con sus familias.