Una receta fácil que combina ingredientes nutritivos y sabrosos. Ideal para quienes buscan opciones ricas en comida, nutrición y recetas.
La tarta de brócoli es de esas recetas infalibles.
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La tarta de brócoli y salsa blanca es una de esas recetas que sorprenden por su sabor, textura y versatilidad. Es perfecta para los almuerzos o cenas en casa, especialmente cuando buscás que los más chicos coman vegetales sin quejarse. Lo mejor es que podés hacerla con leche vegetal, si preferís una versión sin lácteos.
Esta opción es ideal si estás buscando recetas caseras que combinen comida saludable con practicidad. El brócoli, rico en vitaminas y minerales, se transforma en el ingrediente principal de una tarta suave, cremosa y muy fácil de preparar. Además, suma puntos en términos de nutrición, gracias a su aporte de fibra, calcio y antioxidantes.
Para quienes disfrutan de cocinar en casa, esta receta es una excelente forma de incorporar más verduras al día a día sin complicarse demasiado. También es muy útil para los que tienen que pensar en el menú semanal y buscan recetas que se adapten tanto a grandes como a chicos.
En el universo de la comida casera, esta tarta gana lugar propio. Es versátil, rendidora y se puede acompañar con una ensalada fresca o simplemente comer sola. Y si te preocupa la nutrición, esta es una gran opción para sumar vegetales y proteínas de calidad.
1 masa de tarta (casera o comprada)
1 brócoli mediano
500 ml de leche (puede ser vegetal)
2 cucharadas de harina
2 cucharadas de aceite
Sal, pimienta y nuez moscada a gusto
150 g de queso rallado
Blanqueá el brócoli en agua hirviendo con sal durante 4 minutos. Escurrilo y picalo.
En una olla, calentá el aceite, agregá la harina y cociná un minuto.
Incorporá la leche de a poco mientras batís, hasta formar una salsa blanca espesa. Condimentá.
Agregá el brócoli y parte del queso rallado a la salsa.
Colocá la mezcla sobre la masa de tarta en una fuente para horno.
Espolvoreá con el resto del queso.
Llevá al horno precalentado a 180°C durante 30 minutos o hasta que esté dorada.
Con esta preparación sencilla, vas a sumar sabor, nutrición y variedad a tus comidas diarias. Y como toda buena receta, seguro se vuelve un clásico en tu cocina.