Desde la mirada de la psicología, ciertos gestos simples del día a día pueden decir mucho sobre la salud física y mental de los abuelos. Si una persona mayor de 70 años logra realizar estas siete tareas cotidianas sin esfuerzo, hay señales claras de que realiza actividad física, mantiene un cuerpo fuerte y una buena calidad de vida.
Así lo afirmaFarley Ledgerwood, autor de Global English Editing, en un análisis que pone el foco en el envejecimiento real.
Ledgerwood detalla una lista de siete indicadores clave que cualquier persona mayor puede observar para saber si está atravesando una vejez saludable. Son tareas simples, pero potentes.
1. Subir y bajar escaleras sin perder el aliento
“Si tenés más de 70 años y todavía podés subir y bajar escaleras sin ponerte rojo como un tomate, eso es algo de lo que podés estar orgulloso”, asegura Ledgerwood. No se trata de rendimiento atlético, sino de que el corazón, los pulmones y los músculos todavía están respondiendo bien.
2. Llevar las bolsas del súper sin cansarte
Una buena fuerza en brazos, hombros y torso no solo permite cargar las compras con facilidad: también es una muestra de independencia. “Necesitamos estos músculos para abrir un frasco o dar un buen abrazo a los nietos”, agrega.
3. Agacharse sin sentir dolor en la espalda o las rodillas
Atarse los cordones o juntar algo del piso sin hacer una mueca es todo un logro. “El cuerpo es como una máquina bien construida: si no se usa, se pierde”, explica Ledgerwood, quien recomienda estiramientos suaves para mantener esa agilidad.
4. Estar de pie durante un rato sin molestias
¿Colas largas en el banco o el súper sin necesidad de sentarte? Es buena señal. “Poder mantenerse erguido sin dolor es señal de tener músculos de la espalda fuertes y un torso estable”, dice.
5. Mantener el equilibrio al caminar o girar
El equilibrio se vuelve más frágil con los años, pero si tus abuelos caminan entre gente, giran o bajan un cordón sin perder la estabilidad, están muy bien. Ledgerwood lo resume así: “Cuando el oído, la vista y los músculos están sincronizados, apenas notás que estás manteniendo el equilibrio”.
6. Entrar y salir del auto con facilidad
Suena básico, pero no lo es. Este movimiento requiere flexibilidad en caderas, columna y fuerza abdominal. “Después de una lesión, un vecino mío volvió a manejar sin dolor. Bromeó diciendo que sentarse al volante le hacía sentir mejor que a los 60”, cuenta Ledgerwood.
7. Levantarse de una silla sin usar las manos
Esta es una prueba clásica de fuerza. “Si podés levantarte sin apoyarte en los brazos ni en los muslos, entonces tus cuádriceps, caderas y core todavía están preparados para el trabajo”, señala.
Memoria activa y cuerpo en movimiento: una dupla clave para los abuelos
Desde la psicología del envejecimiento, se sabe que mantener el cuerpo en movimiento también estimula la memoria y otras funciones cognitivas. No se trata solo de músculos: estas tareas activan conexiones cerebrales complejas que, con el tiempo, ayudan a conservar la autonomía.
Así que si tus abuelos —o vos mismo— todavía hacen todo esto sin transpirar, celebralo. Porque, como dice el autor: “Un poco de desafío te mantiene fuerte”.