Si tenés restos de madera tirados por ahí, este es el momento de darles una nueva vida. Aquí un paso a paso súper simple con trucos, ideas de manualidades y una vuelta de rosca al reciclaje que puede dejar tu casa más linda sin gastar un mango.
Trucos para reciclaje. Es barato, entretenido y, además, le da sentido a cada pedazo de madera que tengas guardado sin saber para qué.
Si tenés restos de madera tirados por ahí, este es el momento de darles una nueva vida. Aquí un paso a paso súper simple con trucos, ideas de manualidades y una vuelta de rosca al reciclaje que puede dejar tu casa más linda sin gastar un mango.
En vez de tirarlos, usalos para crear algo útil, estético y con toda tu onda personal.
Con muy pocos materiales y algo de paciencia, podés convertir un simple retazo de madera en un servilletero rústico, ideal para decorar la mesa o regalar a alguien querido. Lo mejor: no necesitás ser un experto en carpintería, solo tener ganas de probar.
Un pedazo de madera (puede ser cuadrado o rectangular)
Varios palitos de madera (tipo brocheta o de helado)
Pegamento fuerte o pistola de silicona
Hilo craft (ese tipo rústico que queda genial)
Un retazo de cuero (opcional, para decorar)
Algunos chinches dorados o tachas
1. Armá la base
Lo primero es definir la base. Podés usar un solo pedazo de madera, o unir dos o tres si están muy chicos. La idea es que quede firme. Si ves que los bordes están muy ásperos, los podés lijar un poco.
2. Colocá los palitos
Empezá a pegar los palitos de madera alrededor de la base, dejando un pequeño espacio entre uno y otro si querés un diseño más abierto. Apretalos bien mientras se secan para que no se muevan.
3. Decorá con hilo craft
Acá necesitás un poco de paciencia. Envolvé los bordes de la base con el hilo craft, dando varias vueltas para que quede bien firme. Si se mueve o se suelta, agregale un poco de pegamento cada tanto.
4. Agregá el toque final
Cortá dos tiritas de cuero y pegalas a los costados, como si fueran manijitas. Si querés levantar un poco el diseño, podés clavar unos chinches dorados en las puntas del cuero. Queda genial.
Lo mejor de este proyecto es que no solo decorás, también reciclás y aprovechás materiales que iban derecho a la basura. Y si te gusta regalar cosas hechas por vos, esto es perfecto: tiene un aire artesanal que enamora a cualquiera.
Podés personalizarlo como se te cante: pintarlo, barnizarlo, agregarle nombres o frases con marcador indeleble. Lo importante es que sea tuyo, con ese toque único que no se compra en ningún bazar.