14 de septiembre de 2025 - 16:05

¿Quién es más inteligente: el perro o el gato? qué dice la ciencia

Un estudio reveló que los perros tienen muchísimo más neuronas corticales que los gatos, lo que podría explicar diferencias cognitivas entre ambas especies.

Un estudio reveló que cada especie de mascota despliega su inteligencia de manera distinta: los perros destacan por su mayor capacidad en tareas complejas y sociales, mientras los gatos muestran una notable perseverancia e independencia. Es el resultado de una amplia producción de estudios en el campo del comportamiento animal y la psicología comparada

Diversas investigaciones han abordado la clásica pregunta sobre si son más inteligentes los perros o los gatos, explorando cómo cada especie desarrolló habilidades cognitivas adaptadas a su entorno natural y social. Estudios recientes evidencian diferencias en comunicación, resolución de problemas y estrategias sociales, sin que haya un vencedor absoluto.

personas y perros
No es raro que una persona prefiera la compañía de un perro antes que la de un ser humano.

No es raro que una persona prefiera la compañía de un perro antes que la de un ser humano.

Un estudio de la Universidad Vanderbilt, publicado en Frontiers in Neuroanatomy, comparó el número de neuronas corticales entre varias especies de carnívoros. El análisis mostró que los perros poseen aproximadamente 530 millones de estas células cerebrales, mientras que los gatos alcanzan apenas los 250 millones.

Estas neuronas son fundamentales en funciones como percepción, planificación y toma de decisiones complejas. Aunque el dato sugiere una ventaja biológica para los perros, los autores aclaran que este no es el único elemento determinante de la inteligencia.

Los perros buscan apoyo, los gatos insisten solos

La capacidad de comunicarse con los humanos también distingue ambas especies. En experimentos en los que se oculta comida y se dan indicaciones humanas, tanto perros como gatos logran interpretarlas correctamente, sin diferencias significativas en el rendimiento.

Sin embargo, ante un reto, los perros suelen buscar ayuda de sus cuidadores, alternando la mirada entre el humano y el estímulo. En contraste, los gatos tienden a persistir más tiempo intentando resolver el problema por sí mismos.

Perro y gato

Este comportamiento refleja sus trayectorias evolutivas: los perros, descendientes de animales sociales, desarrollaron una predisposición para cooperar y comunicarse. Los gatos, con una historia de cazadores solitarios, mantienen una autonomía cognitiva y resolutiva.

En definitiva, la evidencia científica indica que la inteligencia felina y canina se manifiesta de maneras diversas: los perros sobresalen en el procesamiento de información y en interacción social, mientras los gatos destacan por su autosuficiencia y constancia.

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