24 de septiembre de 2025 - 08:18

Qué significa morderse las uñas, según los psicólogos

La psicología, la ciencia y la salud explican que morderse las uñas puede ser más que un simple hábito nervioso y revelar aspectos emocionales ocultos.

Aunque muchas personas lo asocian con simple nerviosismo, la ciencia ha demostrado que morderse las uñas puede tener múltiples desencadenantes. Estudios clínicos realizados en universidades de Estados Unidos revelan que al menos un 20% de la población adulta mantiene este hábito de manera constante.

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Morderse las uñas, un hábito común que la psicología y la ciencia explican

Morderse las uñas, un hábito común que la psicología y la ciencia explican

Desde la perspectiva de la salud, la onicofagia no solo produce daños en los dientes y las uñas, sino que también puede generar infecciones debido al contacto directo con bacterias acumuladas en las manos. Sin embargo, lo más llamativo es lo que este comportamiento puede revelar sobre el mundo interior de quien lo practica.

Lo que los psicólogos descubren detrás del gesto

Recién en este punto entra en juego la psicología, que interpreta el hábito de morderse las uñas como un reflejo de tensión emocional y, en algunos casos, de perfeccionismo. Los especialistas han observado que quienes se muerden las uñas de forma repetida suelen experimentar una mezcla de ansiedad, aburrimiento y necesidad de liberar energía contenida.

Un estudio publicado en el Journal of Behavioral Therapy and Experimental Psychiatry detalla que este comportamiento puede relacionarse con la dificultad para manejar la frustración. En lugar de expresar enojo o impaciencia de manera directa, la persona descarga esa tensión en su propio cuerpo, afectando no solo la salud, sino también la percepción que otros tienen de ella.

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Morderse las uñas, un hábito común que la psicología y la ciencia explican

Morderse las uñas, un hábito común que la psicología y la ciencia explican

Lo curioso es que no siempre responde a un estado de ansiedad aguda. La ciencia señala que muchas personas lo hacen de manera automática, sin darse cuenta, como un modo de “ocupar” las manos en situaciones de espera o concentración.

Cómo impacta en la vida diaria y cómo superarlo

Más allá de lo que revela la psicología, morderse las uñas tiene consecuencias visibles. Desde un punto de vista de la salud, las uñas mordidas constantemente pueden producir microheridas que, con el tiempo, generan infecciones dolorosas. Además, este gesto repetido daña el esmalte dental, favorece la aparición de caries y puede transmitir bacterias al organismo.

En lo social, la onicofagia también deja huella. Quienes la practican a menudo sienten vergüenza de mostrar sus manos en público, lo que refuerza un círculo de incomodidad y autocensura. La ciencia advierte que este detalle puede minar la autoestima y afectar la confianza personal en contextos profesionales o afectivos.

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Morderse las uñas, un hábito común que la psicología y la ciencia explican

Morderse las uñas, un hábito común que la psicología y la ciencia explican

Los especialistas en psicología recomiendan estrategias prácticas para frenar este hábito. Desde ocupar las manos con objetos antiestrés, hasta entrenar la atención plena para detectar el momento exacto en que aparece el impulso. La salud también juega un rol clave: mantener las uñas cuidadas y cortas disminuye la tentación de morderlas.

Además, terapias de reemplazo conductual y técnicas de relajación demostraron ser efectivas. La ciencia avala que pequeños cambios, como registrar en qué situaciones aparece la onicofagia, permiten identificar patrones y actuar a tiempo.

Morderse las uñas es un gesto más revelador de lo que parece. Habla del vínculo entre mente y cuerpo, muestra cómo la psicología puede descifrar conductas cotidianas y recuerda que hasta un hábito pequeño impacta en la salud general.

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