Las pantallas de notebook acumulan polvo, huellas y grasa con el uso diario. Una limpieza de forma inadecuada puede generar rayas o incluso arruinar el recubrimiento antirreflejo. Por eso, especialistas en cuidado de dispositivos recomiendan un método muy simple que evita riesgos y devuelve la nitidez original.
El material clave para limpiar
El producto indispensable es un paño de microfibra, el mismo que se utiliza para los anteojos. Este tejido suave no raya la superficie y elimina tanto polvo como huellas. Nunca se deben usar servilletas de papel ni telas ásperas, ya que pueden dañar la pantalla.
Para una limpieza más profunda, los técnicos aconsejan preparar una solución casera con agua destilada y alcohol isopropílico al 70%, en partes iguales. Esta mezcla es segura porque se evapora rápido, no deja residuos y no afecta el recubrimiento de la pantalla.
Nunca se debe aplicar líquido directo sobre la pantalla, ya que podría filtrarse por los bordes y dañar los componentes internos.
Consejos extra para mantener la notebook impecable
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Guardar el dispositivo en fundas protectoras cuando no se usa.
Evitar tocar la pantalla con los dedos.
No limpiar con productos como limpiavidrios o aerosoles multiuso: contienen químicos que dañan la superficie.
De acuerdo con la Consumer Technology Association (2024), este método prolonga la vida útil de las pantallas y reduce el riesgo de desperfectos por humedad o químicos abrasivos.
La limpieza adecuada no solo mejora la visibilidad, también protege la inversión en un equipo costoso y de uso cotidiano.