El auge de los trucos naturales para el cuidado personal no se detiene. Uno de los más comentados en redes y por especialistas en higiene capilar es la incorporación de café en el shampoo habitual. Este ingrediente, que muchos asocian al desayuno, tiene propiedades que pueden transformar el aspecto del cabello.
Según estudios dermatológicos, la cafeína actúa directamente sobre los folículos capilares, estimulando el crecimiento y fortaleciendo la raíz. Además, mejora la circulación en el cuero cabelludo, lo que ayuda a que el pelo reciba más nutrientes y, en consecuencia, luzca más brillante y resistente.
image
El café en el shampoo se volvió uno de los trucos de higiene más virales por su efecto fortificante.
Para aprovechar este truco casero, se recomienda mezclar una cucharadita de café molido con la cantidad de shampoo que se usa habitualmente. La mezcla se aplica masajeando suavemente el cuero cabelludo durante unos minutos antes de enjuagar. Este paso no solo limpia, sino que también exfolia y elimina células muertas.
A diferencia de otros productos químicos, el café no contiene aditivos agresivos, por lo que es ideal para quienes buscan una rutina de higiene más sustentable y menos invasiva. Con el uso constante, los resultados son visibles: el cabello se vuelve más fuerte, con un brillo natural y menos propenso a la caída.
Otros beneficios que aporta el café al cuidado capilar
El café también actúa como un excelente antioxidante. Su uso regular puede ayudar a proteger el cabello del daño causado por el sol, la contaminación o el calor del secador. Además, su aroma aporta una sensación de frescura que mejora la experiencia durante el lavado.
Algunos expertos recomiendan aplicar esta técnica una o dos veces por semana, ya que su efecto estimulante puede ser demasiado intenso para un uso diario. También es importante enjuagar bien para evitar residuos.
image
El café en el shampoo se volvió uno de los trucos de higiene más virales por su efecto fortificante.
Incorporar este tipo de trucos naturales en la rutina de higiene diaria no solo beneficia la apariencia, sino también el bienestar general, al reducir el uso de productos industriales.