Lograr un asado tierno y jugoso no depende solo del punto de cocción o del tipo de corte. Hay un detalle, muchas veces pasado por alto, que puede marcar una diferencia en la textura de la carne. El ingrediente clave para que el asado salga más blando y fácil de cortar es la sal, pero usada de la manera correcta.
La sal gruesa, aplicada en el momento justo, ayuda a que la carne conserve sus jugos naturales durante la cocción.
A diferencia de lo que muchos creen, salar bien el asado no lo endurece, sino que mejora su textura si se hace correctamente. La clave es evitar salarlo con demasiada anticipación.
Ni limón ni mostaza el condimento para que el asado a la parrilla salga más blando y fácil de cortar (3)
Cuando la sal se aplica justo antes de llevar la carne a la parrilla, forma una costra superficial que sella los jugos y permite una cocción pareja. Esto hace que las fibras no se contraigan de más y que la carne quede más tierna al corte.
Cómo usar la sal para que el asado quede más tierno
Estos trucos consisten en espolvorear sal gruesa sobre la carne instantes antes de ponerla al fuego. No hay que masajear ni frotar demasiado: simplemente cubrir la superficie de manera uniforme.
Durante la cocción, la sal ayuda a que se forme una capa dorada por fuera, mientras el interior se mantiene jugoso.
Otro punto importante es no pinchar la carne durante la parrilla. Usar pinzas en lugar de tenedor evita que los jugos se pierdan y contribuye a que el asado quede más blando y fácil de cortar.
Ni limón ni mostaza el condimento para que el asado a la parrilla salga más blando y fácil de cortar (1)
Por qué a veces no conviene usar limón o mostaza
El limón, por su acidez, puede “cocinar” superficialmente la carne y endurecer las fibras si se usa antes de la parrilla.
La mostaza, en cambio, aporta sabor, pero no tiene efecto real sobre la ternura del asado y puede quemarse con el calor alto.
Por eso, los asadores más experimentados prefieren mantener la carne simple: buen corte, buena sal y fuego controlado.
Un consejo extra que suma ternura
Dejar reposar la carne 5 minutos fuera del fuego antes de cortarla permite que los jugos se redistribuyan.
Este descanso final es clave para que el asado no pierda humedad al primer corte y se sienta más tierno en cada bocado.
Usar sal gruesa en el momento justo, controlar el fuego y respetar los tiempos hace que el asado salga más blando, jugoso y fácil de cortar, sin necesidad de marinadas ni condimentos invasivos. Un truco simple que mejora cualquier parrilla.