Si estás buscando recetas fáciles, ricas y saludables, esta es para vos. Estos muffins sin harina son ideales para quienes no pueden consumir gluten o simplemente quieren evitar las harinas refinadas. Lo mejor de todo es que no necesitás harina de trigo, ni polvo para hornear.
La base está hecha con avena, lo que hace a esta comida mucho más liviana pero igual de rica. Y si sos fan de lo dulce con un toque saludable, estos muffins te van a encantar.
Si te organizás bien, podés dejar algunos guardados para el desayuno del día siguiente o la vianda del laburo.
Son súper prácticos, sin TACC, y hasta podés hacerlos aptos veganos cambiando un par de cositas.
Paso a paso para que te salgan perfectos
Primero, precalentá el horno a 180°C. Este paso es clave para que los muffins suban bien desde el principio.
Después, en una licuadora o procesadora, meté los huevos, la avena, la vainilla, el cacao, la canela y la chía. Batilo todo unos 10 segundos hasta que quede una mezcla pareja. No hace falta batir demasiado, con que esté integrado alcanza.
Ahora, engrasá los moldes con un poquito de aceite de oliva. Podés usar una brocha de cocina o una servilleta de papel para que no se te peguen después.
Repartí la mezcla en cada moldecito, llenando hasta un poquito más de la mitad. Mandalos al horno y cocinalos 15 minutos clavados.
Mientras tanto, agarrá una sartén antiadherente y poné las almendras a tostar a fuego medio. Movelas seguido con una cuchara de madera para que no se quemen. Cuando estén doradas, retiralas. Lo mismo con las nueces, pero en este caso, trituralas apenas, que queden en pedacitos.
Cuando los muffins estén listos, sacalos del horno y dejalos enfriar un poco sobre una rejilla. No los desmoldes en caliente porque se te pueden romper.
Ya fríos, desmoldalos y rociá por arriba un poco de miel. Decoralos con las almendras tostadas y los trocitos de nuez.