Recetas. Una combinación simple, sabrosa y diferente que se puede preparar con ingredientes que ya están en casa.
Recetas en casa
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En el mundo de las recetas caseras, hay combinaciones que sorprenden por su simplicidad y sabor. En esta propuesta, la mezcla de huevos con kéfir da como resultado una tarta salada distinta, ideal para usar ingredientes que suelen quedar sueltos en la heladera. Es una comida rápida, económica y muy fácil de preparar en casa.
El kéfir es una bebida fermentada que tiene un sabor suave y apenas ácido. Rico en probióticos, favorece la digestión y aporta beneficios al sistema inmune. En esta receta se utiliza como base líquida para la masa, reemplazando el agua o la leche.
Esta preparación está inspirada en una versión eslava de los pirohy, aunque adaptada a un formato de tarta sin relleno.
Para una preparación estándar se necesitan los siguientes ingredientes:
2 huevos medianos
250 ml de kéfir
½ cucharadita de sal
1 cucharada de azúcar
100 g de queso duro
100 g de salchicha cocida
450 g de harina común
1 sobre de polvo de hornear
Perejil fresco picado, a gusto
Aceite vegetal, para cocinar
Romper los huevos en un bowl grande.
Batirlos con la sal y el azúcar, hasta que esta se disuelva por completo.
Incorporar lentamente el kéfir y mezclar hasta integrar.
Agregar el perejil picado, la salchicha rallada y el queso duro rallado.
Mezclar la harina con el polvo de hornear y añadirla a la preparación.
Amasar hasta obtener una masa blanda, maleable pero no pegajosa.
Estirar con palo de amasar sobre una superficie enharinada hasta lograr un disco del tamaño del molde.
Dividir el disco en 8 triángulos iguales con un cuchillo o cortador de pizza.
Enmantecar o aceitar una sartén o placa de horno.
Cocinar o freír cada parte hasta que quede dorada de ambos lados. También se puede hornear todo junto si se prefiere una cocción más pareja.