En los últimos años, los consejos caseros para mejorar el jardín se volvieron virales. Uno de los más compartidos sugiere regar las plantas con agua de arroz, asegurando que este líquido estimula el crecimiento y fortalece las raíces. Pero entre tantos mitos de jardinería, surge la duda: ¿realmente funciona?
Este método se presenta como una alternativa ecológica, económica y efectiva para cuidar nuestras plantas, especialmente aquellas que tenemos en macetas o huertas urbanas. La receta es sencilla: cuando cocinás arroz, en vez de tirar el agua que queda, la guardás y la usás para regar. Según quienes lo practican, este líquido actúa como fertilizante natural.
¿Qué tiene el agua de arroz que tanto entusiasma?
Lo que vuelve interesante al agua de arroz es su contenido. Al hervir el arroz, el agua absorbe almidón, vitaminas del complejo B, minerales como fósforo y magnesio y pequeñas cantidades de proteínas vegetales. Estos nutrientes, en teoría, podrían mejorar la salud del suelo y potenciar el desarrollo de las plantas.
Sin embargo, hay que tener ciertos cuidados. No cualquier agua de arroz sirve. Lo ideal es usar la que se obtiene del primer lavado o la que se hierve sin sal ni aceite. Si usás agua con condimentos o contaminada, podés perjudicar el ecosistema de tus plantas, afectando más que ayudando.
Recién en el tercer párrafo, distintos estudios avalan esta práctica. Investigadores de la Universidad de Agricultura de Indonesia y de la Facultad de Agronomía de la UBA demostraron que, usada con moderación, esta agua puede mejorar la microbiota del suelo y estimular la absorción de nutrientes en ciertas especies.
Cómo usarla sin dañar tus plantas
Para aplicar esta técnica, juntá el agua de arroz una vez cocido o lavado el grano (siempre sin sal). Dejá enfriar a temperatura ambiente y usala en el riego una vez cada 10 días. No la guardes más de 48 horas, ya que puede fermentar y generar malos olores o bacterias no deseadas.
Es ideal para plantas de interior, suculentas, huertas pequeñas y ornamentales como geranios o malvones. También puede aplicarse en el jardín en épocas de sequía leve, ya que ayuda a mantener la humedad del sustrato. Pero no reemplaza el riego con agua pura ni debe aplicarse todos los días.
En conclusión, regar con agua de arroz no es un mito, pero tampoco es magia. Usada correctamente, puede ser una herramienta más en tu rutina de jardinería natural y consciente. Lo importante es observar cómo responden tus plantas, porque ellas, al fin y al cabo, te lo hacen saber todo sin hablar.