Desde la psicología, hay algo que ya no se puede negar: muchos abuelos que parecen tener diez o quince años menos que su edad real no lo logran solo por buena genética. La clave está en sus hábitos. Personas mayores que lucen jóvenes tomaron decisiones concretas.
Dejaron atrás costumbres que el resto mantiene sin cuestionar. Y los resultados se notan en su piel, su energía y su actitud.
Muchos dejan de consumir azúcares refinados. ¿Por qué? Porque el azúcar no solo engorda: inflama, genera desequilibrios hormonales y acelera el envejecimiento de la piel. “Han comprendido el secreto: reducir el azúcar puede ayudarte a lucir joven”, explican desde la psicología. No se trata de eliminarlo del todo, sino de hacer elecciones más conscientes.
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2. Chau noches largas
Uno de los hábitos más difíciles de cambiar, pero más efectivos. Estos abuelos empezaron a priorizar el sueño, y eso impactó directamente en su piel, su energía y su estado de ánimo. “Mi piel lucía más sana, mis niveles de energía aumentaron e incluso mi estado de ánimo mejoró”, cuenta una persona que cambió su rutina nocturna. Dormir bien rejuvenece.
3. Chau estrés crónico
El estrés mata, literal. Desde la psicología se sabe que el estrés sostenido daña el ADN y acelera procesos degenerativos. Las personas que envejecen bien tienen rutinas para gestionar el estrés: yoga, caminatas, meditación, incluso hablar con alguien. “Reducir tus niveles de estrés no solo te hará sentir mejor, ¡sino que también podría ayudarte a verte más joven!”, aseguran los especialistas.
4. Chau vida sedentaria
¿Otro hábito común entre quienes parecen de menos edad? El movimiento diario. Aunque no vayan al gimnasio, hacen actividad física de forma regular. Caminan, hacen yoga, andan en bici o bailan. El ejercicio mejora la circulación, oxigena la piel y estimula el colágeno, fundamental para mantenerla firme.
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5. Chau sol sin protección
Pueden amar la playa o la montaña, pero no se exponen al sol sin cuidarse. Usan protector solar todos los días, buscan sombra en las horas fuertes y se visten adecuadamente. “La exposición excesiva al sol podría estar causándole a mi piel más daño que bien”, admiten en el informe. Un cambio simple que evita manchas, arrugas y flacidez.
6. Chau deshidratación
Un error común es subestimar la importancia del agua. La piel necesita estar hidratada para mantenerse joven. Por eso, quienes se ven bien a los 70 y pico beben agua a diario y consumen alimentos ricos en líquido. La hidratación mejora la elasticidad de la piel y le da más luminosidad.
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7. Chau negatividad
Y quizás lo más importante: los abuelos que se mantienen jóvenes por dentro y por fuera son positivos. Se rodean de buena energía, cultivan la gratitud y le encuentran el lado bueno a la vida. “Una mente más feliz suele conducir a un cuerpo más sano”, afirman desde la psicología. El pensamiento positivo reduce el estrés, fortalece el sistema inmune y mejora el ánimo.