A medida que vamos creciendo, nuestros vínculos con los hijos pueden volverse más complejos, sobre todo cuando llegamos a los 70. Si te encontrás buscando una forma de estrechar la relación con tus seres queridos, es importante reflexionar sobre comportamientos que pueden estar creando una barrera. Según la psicología, hay hábitos que, aunque pueden ser comunes, dificultan la conexión emocional.
La psicología detrás de la frustración: adiós a las quejas tecnológicas
La tecnología puede ser desafiante, especialmente si no te sentís familiarizado con los dispositivos modernos. La psicología sugiere que, si bien las frustraciones son parte de la vida, quejarse constantemente del Wi-Fi o de la tecnología puede crear una distancia emocional con tus hijos y nietos.
Según el experto Farley Ledgerwood, es crucial "considerar la tecnología como un puente" y no una barrera. Si te sentís frustrado, respirá profundo, sonreí y recordá que estás aprendiendo algo nuevo. Esto no solo te acercará a tus seres queridos, sino que también te ayudará a sentirte más integrado al mundo moderno.
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Deshazte de la rigidez: flexibilidad en tu rutina
A medida que vamos envejeciendo, los hábitos y las rutinas suelen volverse parte fundamental de nuestras vidas. Sin embargo, psicológicamente, mantener una rutina excesivamente rígida puede dificultar la conexión con los más jóvenes.
Ledgerwood comparte su experiencia personal al respecto: "Decidí dejar ir mi estricta rutina y empezar a despertar más tarde para estar despierto con mis nietos". Este simple cambio resultó ser fundamental para mejorar la relación con sus hijos y nietos. Si querés estrechar el vínculo con tus hijos, es importante ser flexible y estar dispuesto a adaptarte a su ritmo.
Escuchar más, aconsejar menos: adiós a la imposición constante
Con el tiempo, los padres adquieren una vasta experiencia y sabiduría. Sin embargo, según los principios de la psicología familiar, cuando un padre o abuelo da consejos constantemente, puede ser percibido como un intento de control.
Los hijos adultos, que ya tienen sus propias vidas, pueden sentir que no se respeta su autonomía. "Intentá escuchar más y aconsejar menos", sugiere Ledgerwood. Al hacer esto, estarás fortaleciendo tu relación con ellos y demostrando que respetás su capacidad de tomar decisiones.
Críticas destructivas: cómo evitar que dañen el vínculo
Las críticas constantes pueden afectar la autoestima y el bienestar emocional. En lugar de enfocarte en lo que tus hijos o nietos podrían estar haciendo mal, es más productivo centrarse en lo que hacen bien.
Según los estudios de psicología familiar, el aprecio y el estímulo son fundamentales para fomentar relaciones positivas. La próxima vez que sientas la tentación de criticar, optá por un cumplido. Verás cómo este pequeño cambio puede marcar una diferencia significativa en tu relación.
La importancia de cuestionar las suposiciones
Es común asumir que conocemos a nuestros hijos a la perfección, pero en realidad, sus deseos, gustos y perspectivas pueden haber cambiado con el tiempo. "Dejé de asumir cosas sobre mis hijos", comparte Ledgerwood.
Este cambio le permitió reconectar con ellos de una forma más profunda. Psicológicamente, asumir menos y preguntar más acerca de sus vidas puede ayudarte a mejorar la comunicación y fortalecer el vínculo.
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Las conversaciones difíciles: evitarlas no es la solución
Evitar temas complejos o conflictivos puede parecer una forma fácil de mantener la paz, pero a largo plazo puede generar más distancia. La psicología indica que las conversaciones difíciles pueden ser una oportunidad para el crecimiento emocional y la comprensión mutua.
Ledgerwood explica que no hay que temerle a estos momentos, sino abordarlos con respeto y apertura, lo que fortalecerá el vínculo con tus hijos.
Preocupaciones en exceso: cómo mostrar confianza en lugar de miedo
Aunque es natural preocuparse por el bienestar de nuestros hijos, la psicología nos dice que la preocupación constante puede hacerlos sentir que no confiamos en su capacidad para tomar decisiones.
En lugar de expresar una preocupación incesante, intenta mostrarles tu confianza en sus habilidades. Esto hará que se sientan respaldados y valorados, fortaleciendo aún más la relación.
El pasado: un obstáculo para un vínculo cercano
Vivir en el pasado, aferrándose a viejos errores y resentimientos, puede dificultar el crecimiento de la relación con tus hijos. "Es como conducir hacia adelante mirando el espejo retrovisor", dice Ledgerwood.
Para construir un vínculo más cercano, es importante concentrarse en el presente y en el futuro, celebrando quiénes son tus hijos ahora y creando nuevos recuerdos juntos.