Envejecer no tiene por qué significar perder vitalidad. A los 70 años, mantener la mente activa y el espíritu joven es totalmente posible si adoptamos hábitos diarios que favorezcan el bienestar. La psicología nos enseña que pequeños cambios en las rutinas pueden tener un gran impacto en la calidad de vida, especialmente para los abuelos que buscan mejorar su salud.
1. Mantenerse activo físicamente: clave para la agilidad mental
El ejercicio es fundamental para mantener el cuerpo y la mente activos. "Caminar es mejor que cualquier pastilla", asegura un amigo mío de 78 años, quien lo practica tres veces por semana.
Aunque caminar es ideal, no es necesario que sea extenuante: practicar yoga, bailar o realizar estiramientos suaves también son excelentes opciones. Mantenerse activo no solo mejora la circulación, sino que reduce el estrés y mejora el estado de ánimo, factores esenciales para una vida más plena.
2. Nunca dejar de aprender: potencia tu cerebro
La frase "si no lo usas, lo pierdes" aplica perfectamente a la función cognitiva. Aprender algo nuevo —como un idioma, un instrumento o incluso actividades creativas como la acuarela— activa áreas del cerebro que ayudan a mantenerlo en forma.
Un estudio en Psychological Science demuestra que las personas mayores que desafían su mente con nuevas habilidades tienen una memoria más aguda. Además, "esa sensación de logro al dominar una nueva técnica es increíblemente estimulante", como comenté al probar la acuarela por primera vez.
3. Fomentar conexiones sociales: vital para la salud emocional
La psicología social resalta la importancia de las relaciones en la salud mental. Las conexiones con amigos y familiares son esenciales para evitar el aislamiento.
Conversaciones regulares, ya sea en persona o por videollamadas, mantienen tu mente activa y alimentan tu bienestar emocional. El Estudio de Harvard sobre el desarrollo de adultos demuestra que quienes tienen relaciones sólidas viven más felices y saludables.
4. Practicar la alimentación consciente: disfruta lo que comes
El acto de comer debe ser un momento placentero y saludable. En lugar de seguir dietas complicadas, lo esencial es disfrutar de alimentos frescos, como frutas, verduras y cereales integrales.
Comer con conciencia no solo favorece la digestión, sino que también mejora el estado de ánimo. "Un tazón de avena con frutos rojos por la mañana me mantiene activa durante horas", compartí recientemente. Además, comer acompañado de seres queridos siempre suma al bienestar emocional.
5. Expresión creativa: conecta cuerpo y mente
Tomar tiempo para actividades creativas, como escribir en un diario o hacer manualidades, desafía a la mente y permite mantenerla ágil. La creatividad no se acaba; cuanto más la usas, más activa la mantienes.
Tejer o tocar música no solo permite canalizar pensamientos, sino que mantiene la mente joven. Como dice Maya Angelou: "La creatividad no se agota. Cuanto más se usa, más se tiene".
6. Dormir bien: fundamental para tu bienestar
El sueño es esencial para recuperar fuerzas y mantener la memoria activa. Dormir entre siete y ocho horas sigue siendo crucial, incluso a medida que envejecemos.
“Una rutina de relajación antes de dormir puede marcar la diferencia”, aseguran los expertos. La clave está en crear un ambiente propicio para el descanso: controlar la luz, reducir la cafeína y evitar el estrés. Un buen descanso puede mejorar significativamente el estado físico y emocional.
7. Encontrar un propósito: motivo para levantarse cada día
Finalmente, tener un propósito cada día es uno de los hábitos más poderosos. Ya sea en actividades voluntarias, como ayudar en una biblioteca, o en proyectos personales como la jardinería, tener una razón para levantarse de la cama con una sonrisa mejora el bienestar general.
La sensación de ser útil y conectado con el mundo es indispensable para mantener la vitalidad a cualquier edad.