La mayoría tira la leche cortada pensando que ya no sirve. Pero con un truco casero y seguro, puede transformarse en algo muy distinto. Un ingrediente que parece arruinado es, en realidad, la base para una receta cremosa, económica y sabrosa como lo es el queso crema.
Cuando la leche se corta, muchos creen que debe ir directo a la basura porque puede caer mal en el sistema digestivo. Sin embargo, hay una técnica práctica para aprovecharla por completo. Lo que parecía ser un desperdicio puede convertirse en un queso untable casero con pocos pasos. Conocé cómo se hace y qué cuidados hay que tener para que quede bien.
queso crema
La próxima vez que tu leche esté vencida, no la tires, podés hacer esta receta.
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Ingredientes y paso a paso de la receta del queso crema con leche cortada
Lo primero que necesitás es leche cortada natural, ya sea por fermentación o porque se pasó ligeramente de fecha. También vas a necesitar un colador fino, una tela tipo lienzo o gasa, y un recipiente. Lo importante es que la leche no tenga mal olor ni signos de contaminación como color rosado, verde o burbujas extrañas.
Este proceso es seguro si se hace con leche recién cortada y sin signos de descomposición avanzada. Lo usan desde hace generaciones en distintas cocinas del mundo, como en la preparación del queso ricotta. Y no hace falta usar cuajo ni ingredientes industriales.
Una forma casera de aprovechar el desperdicio
Aprovechar la leche cortada es una práctica común en hogares donde no se tira nada. Además de evitar desperdicios, permite obtener un queso suave, sin conservantes y económico. Ideal para untar panes, rellenar pastas o acompañar vegetales.
Se puede personalizar con especias, miel, azúcar o frutos secos, según si querés una versión salada o dulce. Lo ideal es que el queso se conserve refrigerado y en un recipiente cerrado. La textura puede complementarse con unas gotas de suero o un poco de crema.
queso crema
La próxima vez que tu leche esté vencida, no la tires, podés hacer esta receta.
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Usar esta técnica no solo es una forma de volver a aprovechar alimentos, sino que también enseña a observar, oler y confiar en lo que podemos hacer desde casa. Sin necesidad de descartar algo que bien usado se transforma en otra cosa.