23 de septiembre de 2025 - 14:00

El gran devorador de electricidad en el living: gasta más que un televisor funcionando todo el día

Dentro de los electrodomésticos del living, este aparato supera ampliamente el consumo de un televisor encendido sin pausa.

Dentro del living, el verdadero “devorador” de energía eléctrica es el aire acondicionado split o de ventana. Un equipo de 3.500 frigorías consume entre 1,6 y 2,2 kWh por hora, mientras que un televisor LED de 40 a 50 pulgadas apenas gasta 0,1 kWh en ese mismo tiempo.

Esto significa que, en solo una hora, el aire puede gastar lo que un televisor tarda casi un día.

El aire acondicionado y su impacto en la factura

El uso del aire acondicionado en verano se volvió casi indispensable. Sin embargo, su peso en la factura es contundente.

Con un promedio de 6 a 8 horas diarias de funcionamiento, el gasto ronda entre 10 y 16 kWh por día. En comparación, un televisor prendido durante 24 horas consume aproximadamente 2,4 kWh.

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Este desequilibrio muestra por qué el aire es considerado el electrodoméstico que más incide en la factura eléctrica dentro del living.

Según la distribuidora Edesur, su potencia puede multiplicar hasta por diez la de un televisor moderno.

Diferencia entre aparatos de uso continuo y ocasional

El televisor es un aparato de bajo consumo relativo, incluso si queda varias horas encendido. El aire acondicionado, en cambio, combina potencia elevada y horas de uso concentradas en momentos de calor extremo.

Eso lo convierte en el principal “devorador” de electricidad en el living, muy por encima de consolas, parlantes o cargadores.

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Cómo reducir el consumo del aire acondicionado

  • Mantener los filtros limpios para que el motor no trabaje de más.

  • Configurar la temperatura en 24-26 °C, evitando programarla demasiado baja.

  • Usar equipos inverter clase A o superior, que ajustan el consumo a la demanda real.

  • Apagarlo cuando no hay personas en el ambiente y aprovechar ventilación natural.

El aire acondicionado en el living gasta más electricidad que un televisor encendido todo el día. Su impacto es claro: mientras que un TV LED moderno apenas incide en la factura, el aire puede multiplicar varias veces ese consumo en pocas horas. Usarlo con eficiencia es la clave para mantener el confort sin que la cuenta de luz se dispare.

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