Una de las dudas que más se tienen a la hora de cocinar arroz es si hay que lavarlo o no, puesto que solemos arrojarlo en la cacerola ni bien abrimos el paquete. Esta simple pregunta desató discusiones en redes sociales, cocinas familiares y hasta en foros especializados.
Para resolver el dilema, la ingeniera en alimentos Mariana Zapién publicó en su cuenta de Instagram con una explicación clara y basada en estudios científicos.
Arroz
Esto puede ocurrir si no se lava el arroz antes de cocinarlo.
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Por qué conviene lavar el arroz (más allá de la higiene)
Según Zapién, lavar el arroz puede ser útil por varias razones. Además de eliminar restos de polvo y almidón, también ayuda a reducir la presencia de metales pesados como el arsénico, un elemento que este cereal puede absorber del agua y el suelo durante su cultivo.
“El arroz se cultiva muchas veces en campos inundados, lo que facilita la absorción de arsénico”, explica la experta.
Un estudio citado por Zapién, publicado en la revista Foods mostró que lavar el arroz entre tres y cinco veces puede reducir hasta un 30% del arsénico, y que cocinarlo con abundante agua mejora aún más ese porcentaje (45%).
La profesional en alimentación aclara que no se trata de un alimento peligroso. En promedio, el arroz contiene unas 93 partes por billón (ppb) de arsénico, una cifra baja y dentro de los límites seguros establecidos internacionalmente.
“Una persona debería consumir más de medio kilo de arroz al día durante cuatro años para experimentar efectos adversos”, señala. Es decir, si el arroz se consume con moderación dentro de una dieta equilibrada, no representa un riesgo para la salud.
Arroz
Esto puede ocurrir si no se lava el arroz antes de comer.
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¿Qué pasa si no lavo el arroz?
Más allá del aspecto científico, la especialista sostiene que lavar el arroz es una decisión personal. “Si querés un arroz más suelto y limpio, sí, lávalo. Pero si preferís que quede más pegajoso, no hace falta. No te va a pasar absolutamente nada”, resume.
El lavado reduce el almidón superficial, lo que cambia la textura del grano: queda menos pegajoso. Esto es clave si buscás un arroz suelto, como el que se usa para guarniciones o ensaladas.
Claves para lavar el arroz correctamente
- Colocá el arroz en un colador o bol.
- Enjuagalo con agua fría, removiendo con la mano o una cuchara.
- Repetí entre tres y cinco veces, hasta que el agua salga más clara.
- Si buscás una reducción aún mayor de metales, cociná el arroz en una proporción de 6 partes de agua por 1 de arroz, y luego colalo.