Entre las plantas más valoradas por quienes aman la jardinería, la citronela (Cymbopogon nardus) se convirtió en la gran protagonista. Aunque se la suele confundir con un árbol, en realidad es un arbusto perenne que alcanza hasta metro y medio de altura y que podés tener fácilmente en tu jardín. Su fama creció porque combina dos ventajas irresistibles: repele mosquitos y desprende un perfume fresco y cítrico.
Lo más interesante es que no necesitás químicos agresivos ni aerosoles que afectan el aire. Esta planta funciona como repelente natural gracias a los aceites que libera de manera continua. Por eso, cada vez más familias deciden sumarla como parte de la decoración verde de su jardín y al mismo tiempo como una barrera contra insectos.
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La citronela en tu jardín combina belleza, aroma y funcionalidad en jardinería y plantas.
Lo que confirma la ciencia sobre su poder
Recién en los últimos años se comenzó a estudiar con detalle a la citronela. Investigaciones publicadas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) revelaron que los compuestos volátiles que libera este arbusto son altamente efectivos para mantener alejados a los mosquitos Aedes aegypti, transmisores de dengue y zika. Esto explica por qué en la jardinería moderna se la recomienda como complemento natural a otras medidas de cuidado.
Otra ventaja clave es su facilidad de cultivo. A diferencia de muchas plantas delicadas, la citronela se adapta a climas variados y no requiere grandes cantidades de agua. Crece bien en tierra o en maceta, siempre que reciba sol directo al menos unas horas al día. En tu jardín, puede convivir con otras especies y hasta mejorar el ambiente con su aroma fresco.
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La citronela en tu jardín combina belleza, aroma y funcionalidad en jardinería y plantas.
Además, al ser una planta resistente, no suele enfermarse ni atraer plagas. Esto la vuelve ideal para quienes buscan un espacio verde sencillo de mantener, sin invertir demasiado tiempo ni dinero en cuidados complicados.
Más que un repelente, un perfume natural
Lo que muchos no saben es que la citronela también se utiliza en aromaterapia y en la elaboración de velas y aceites esenciales. Ese mismo perfume cítrico que invade el aire de tu jardín genera una sensación de frescura y bienestar. Es decir, no solo protege: también transforma el entorno en un lugar más agradable para descansar.
En el universo de la jardinería, la citronela ocupa un lugar especial porque responde a las necesidades actuales: plantas prácticas, resistentes, útiles y con un valor estético. Su follaje verde intenso aporta vida al espacio, y su función como repelente natural la convierte en un recurso sostenible.
En definitiva, este arbusto es mucho más que un aliado contra mosquitos. Es una solución verde, accesible y perfumada que combina salud, estética y sustentabilidad. Incluir citronela en tu jardín es apostar por un rincón fresco, natural y libre de insectos molestos.